“Vosotros maridos igualmente vivid con ellas sabiamente dando honor a la mujer como vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida para que vuestras oraciones no tengan estorbo” (1 Pedro 3:7)

Está bien, sé que este pasaje está dirigido a los esposos, pero creo que es, posiblemente, el mensaje más importante en la Biblia para los hombres solteros. Una gran sabiduría puede ser sacada de este verso acerca de cómo entendemos a las mujeres y navegar a través de las relaciones de una forma honorable. ¿Y qué mejor momento que el día de San Valentín, o como a muchos de nosotros les gusta llamarlo, Día de la Soltería, ¿para hacer una revisión del corazón?

Mientras trabajo y ministro madres solteras, casi a diario me encuentro tratando con alguien que ha sido profundamente herida por la forma en que un hombre la ha tratado. De hecho, he descubierto que las mujeres solteras en general se encuentran en tal estado de dolor y confusión por la forma en la que los hombres las tratan que sus corazones están literalmente muriendo.

Así que este artículo tenía que ser escrito.

Si eres un chico soltero que sigue a Jesús, asumimos que conoces ciertas “reglas del juego” y vas a jugar según ellas. Entendemos que eres un ser humano con defectos justo como nosotras y que probablemente no nos tratas mal a propósito. También sabemos que no hay una relación sin riesgos. Pero hay cinco cosas que ayudaría a nuestros corazones tremendamente para que seas más diligente:

  1. No subestimes tu rol de liderazgo

Dios asignó a todos los hombres, no solo a los esposos, la responsabilidad y privilegio del liderazgo cuando se trata de mujeres. Eres física y emocionalmente más fuerte que nosotras y ese es el por qué él se refiere a nosotros como la vasija más débil. Cuando lees “más débil” piensa en delicada, vulnerable y preciosa. Como pastores nos importa UN MONTON y Cristo te lo reconocerá algún día.

Creo y hablo en representación de todas las mujeres que aman al Señor cuando digo que nuestro deseo número uno en un hombre es que pueda y que nos oriente espiritualmente. Si nos permitimos a nosotras mismas a involucrarnos con un hombre que no es un creyente, entonces estamos aceptando de antemano no tener ninguna de las expectativas siguientes. Si el no comparte el corazón de Cristo, no podemos esperar que nos ame o nos trate como las formas de Cristo lo establecen. Habiendo dicho eso, muchas de nosotras hemos decidido que la sumisión a Cristo no es negociable en un compañero potencial aún nos encontramos tambaleándonos en inseguridad debido a la forma en las que somos tratadas por los hombres cristianos. Chicos, queremos dejar que nos orienten, pero parte de tu responsabilidad en eso es crear un ambiente donde nos sintamos seguras para ser orientadas y para responderte. Cuando nos orientas mal, nos duele y nos provoca desconfianza hacia otros hombres y en Dios.

  1. No nos escojas a menos de que quieras una relación singular con nosotros

Quizás es esa Costilla extra que Dios nos dio, pero nosotras las mujeres tenemos un sentido elevado de consciencia. Cuando nos sacas de la soltería de alguna forma –como haciendo un cumplido, o gustando una foto que posteamos en Facebook, o dejándonos tomar prestado tu lápiz—nos damos cuenta. Lo sé, es loco. A veces se siente como la peor maldición de las mujeres, el hecho de que estemos conscientes incluso de las cosas más pequeñas. Así que cuando nos envías un mensaje privado, o nos llamas por razones que no están relacionadas en algún modo con trabajo, o tu abrazo es más frecuente, nos damos cuenta. Cuando notamos que nos tratas de una forma significativamente diferente de la forma en la que tratas a otras mujeres, nos lleva a creer que estás interesado en nosotras de forma singular. Si nos pides salir muy frecuentemente, siempre asumimos que hay interés romántico a menos que lo aclares antes. Si de hecho, mencionas la palabra cita, esperamos que estés listo para estar comprometido con nosotros. Si quieres salir a citas como todo el mundo lo hace, entérate de que te estás involucrando en un deporte cruel. El concepto completo de “Déjame dejarte creer que te he escogido cuando simplemente te estoy usando para cubrir mis necesidades hasta que algo mejor llegue” es bastante desagradable.

  1. No nos dejes dudar de tus intenciones

Imagina que nuestros cerebros femeninos son como un gráfico circular. Cuando no sabemos dónde estamos paradas en una relación, una amplia porción de la torta se consume al tratar de entenderlo, dejando menos espacio para el resto de cosas importantes en nuestras vidas. En cada etapa del juego, incluso si parece incómodo, realmente queremos saber dónde nos paramos contigo. Está realmente bien decir “No planeo casarme” o “Estoy explorando una relación con alguien más ahora” o “Estoy muy interesada en ti y realmente quiero llevar nuestra amistad al siguiente nivel”. Por favor asegúrate de que tus acciones son consistentes con tus intenciones. No nos digas cuán devoto estas a nosotras mientras aún publicas fotos de ti con mujeres diferentes cada semana en Facebook. En el mismo orden de ideas, no nos digas que solo quieres que seamos amigos y luego nos llames o escribas cada noche porque te sientes solo o quieres validación femenina. Sé honesto contigo mismo. Si sientes la necesidad de conectar a diario o cada hora con una mujer con la que puedas compartir todos los detalles íntimos de tu vida, no solo quieres a una amiga, quieres a una esposa. Lo que me lleva a….

  1. No nos lleves a situaciones íntimas si no tienes la intención de hacernos tu esposa

Sabemos que no está bien ir a un lugar de intimidad física contigo fuera del matrimonio. Pero chicos, cuando coquetean o conectan con nosotros en niveles emocional y románticamente íntimos, ponen nuestros corazones en un gran riesgo. Porque, aunque Dios nos conectó para querer más que simplemente sexo, es casi imposible que no respondamos a este. Y respondemos usualmente dándote acceso a los lugares más profundos en nuestro corazón, lugares que deberían estar reservados únicamente para nuestros esposos. Cuando descubrimos, especialmente mucho más tarde en el juego, que nunca tuviste ninguna intención de tomar ese rol, puede causarnos un lamento significante. Recuerda, es gratificante para ti pero nos cuesta. No es nada parecido a Cristo.

  1. No nos deshonres por “mantener tus opciones abiertas”

Una de las razones por las que me negué en involucrarme en las citas online, incluso las versiones cristianas, es que odio la idea de ser una de las tantas opciones con las que un hombre podría estarse entreteniendo mientras busca una compañera. Algo como, ¿cuántas otras mujeres han agregado a su carrito de compras aparte de mí? Gracias a la tecnología estamos muy conscientes de que tus opciones estos días son ilimitadas. No podemos competir con todo lo que está disponible para ti al toque de una pantalla y francamente, no queremos.

Romanos 12:10 dice “Amaos los unos a los otros con amor fraternal en cuanto a la honra prefiriéndoos los unos a los otros” creo que es seguro decir que honrar significa no ser un jugador. Honrar significa apartar, dar un estatus alto o valorar. Honrar a un compañero o a un potencial compañero significa prometerles tu atención exclusiva, emocional y física. Deshonrar significa tratar como común y ordinario. Como hijos e hijas del Rey, no somos comunes u ordinarias y nunca deberíamos tratar a las personas de esa manera o dejar que seamos tratados así.

Chicos, nada hace a una mujer sentirse más común u ordinaria que descubrir que ella es una de las tantas opciones que persigues. Por otro lado, nada hace a una mujer sentirse más honrada que saber que solo tienes ojos para ella y que te comprometes a amarla con todo lo que tienes. El hecho de que sigas alejándote de las uniones físicas, emocionales e incluso visuales con otras mujeres para que puedas ofrecerle el regalo especial de tu SER COMPLETO la deja descansar en esta seguridad: que si eres fiel a ella antes de conocerse, entonces puede confiar en ti realmente una vez que estén casados.

Chicos, Dios sabe que constantemente están bombardeados con tentaciones. Muchos de ustedes viven solos y anhelan compañía. Si eres un padre soltero, puede que estés mucho tiempo alejado de tus hijos, lo que lo hace más duro. Y probablemente no estés emocionado de hacer tu propia lavandería o limpiar el fregadero. Sin mencionar las urgencias físicas. Parte de ustedes probablemente se siente con derecho de encontrar una mujer y usarla hasta llegar a los niveles normales. Creen que nadie entiende, pero Jesús lo hace. Él mismo vivió por sí mismo como un hombre y de algún modo fue capaz de mantenerse puro, sin violar a ninguna mujer ni física ni emocionalmente, siempre con la intención de tener el rol de protector y de orientarla en una forma que la hiciera sentirse segura y que sacara lo mejor de ella.

¿Podría decir alguien que esto va contigo? Si no, no te agobies. El propósito completo de una revisión al corazón es admitir dónde fallaste y dejar a Dios corregirte. Incluso si has arruinado todo a este punto, las buenas noticias son que tu pasado no tiene que descalificarte de esta visión. En este lado de la cruz, a través de la gracia, todos nos declaramos puros y somos capaces de tener una relación con un compañero que sea fiel y verdadero, marcado por el honor. Pero no vendrá sin sacrificios. ¿Estás dispuesto a negarte a ti mismo los placeres del coqueteo descontrolado o de hacerte amigo de chicas atractivas? ¿Dirás un NO decisivo a todas las opciones gratificantes sexualmente con las que el mundo te bombardea y esperarás, posiblemente años, solo para probarle a una mujer (que quizás no has conocido) que eres fiel y verdadero? ¿De verdad antepondrás su honor ante tu vida y tus propias necesidades?

Solo si quieres un matrimonio asombroso un día donde tú esposa confíe en ti tanto que no quede algo en su vida que no te entregue fuera y dentro del matrimonio.  Solo si quieres que tus oraciones sean escuchadas y contestadas por Dios de forma imparable. Estas son las cosas que las mujeres cristianas que estan solteras quieren que los hombres cristianos solteros sepan y tomen mucho en cuenta.

Dawn VanderWerf es una madre soltera que vive con su hijo de 10 años en Grand Rapids, MI. Ella es la fundadora y directora de Misiones de Padres Solteros, un ministerio dedicado a educar a familias con padres solteros para transformar generaciones. Ella también es vocera y trabaja con iglesias para equiparlas con un ministerio de padres solteros efectivo. Para suscribirte a sus “Notas de Esperanza” diarias para padres solteros visita: singleparentmissions.com.