7 verdades poderosas de ester (y sabiduría util para hoy en día)

El Rey Jerjes reinó en el poder en su palacio en Susa, Persia. Él había excomulgado a la Reina Vashti de su presencia cuando se negó a cumplir sus órdenes. Así que la búsqueda de otra reina a través de la región comenzó.

Ester fue tomada de su casa para vivir en el palacio junto a otras niñas del harem. Ella era judía pero nunca reveló su nacionalidad o trasfondo familiar tal y como Mardoqueo le había aconsejado. Dios le dio un gran favor entre todos allí y muy prontamente se convirtió en reina.

Mardoqueo era judío y el primo mayor de Ester. Él la había adoptado y criado luego de que ella perdiera a sus padres. Él siguió aconsejando a Ester y asegurándose de que estuviera segura, incluso luego de haber sido llevada a vivir en el palacio del rey. Como un oficial del gobierno, el reportó un complot para asesinar el rey y salvó su vida, lo cual más tarde hizo al rey enterarse de su lealtad y devoción.

Hamán era un descendiente del Rey Agag, un enemigo de los judíos. A él le fue dada una posición honorable por el rey, pero el orgullo y la lujuria por el poder lo llevaron a odiar a quien no se inclinará ante él. Cuando Mardoqueo se negó, el busco venganza hacia toda la gente de Dios al inventar un complot para matar a los judíos.

No dudes nunca de lo que él es capaz. Con él nada es imposible. Esta historia tiene un trabajo milagroso y poder en todas sus partes, a través de cada capítulo, cada palabra. Hay un hilo constante de redención a través de la historia de Ester que hoy en día sigue hablando a nuestras vidas.

Las cosas en la vida no habían favorecido a Ester. A menudo leemos esta historia y simplemente pensamos en Ester, lo bella que era y que le fue dada una posición en la realeza de reina. Aún, olvidamos de donde vino. Ella era huérfana. Ella había sufrido gran pérdida, incluso a una edad temprana. Luego fue sacada de su hogar, alejada de su familia, su gente y todo lo que conocía; y fue llevada al palacio del rey y se le dio la carga de la expectativa para tener éxito. Aunque se le dio una posición en la realeza, hubo una increíble injusticia. Su gente enfrentó una gran tragedia y destrucción. Ella seguramente se sintió bastante sola. Ella enfrentó prueba tras prueba en su vida, y así vemos la esperanza atada a cada parte de la historia. Y es probablemente una de las piezas más poderosas de todo el libro.

Dios siempre obra, incluso cuando no podemos ver la historia completa. Incluso cuando las cosas lucen poco certeras. Y eso prepara el escenario para que buenas cosas ocurran. “Si te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?».” Ester 4:14

Las bendiciones de Dios son más grandes que nuestros problemas. Siempre, su bondad brillará.  Es simplemente la forma en la que Él obra.

Podemos escoger vivir con gracia y amabilidad. Podemos elegir estar involucrados, tener una voz, estar comprometidos y hacer la diferencia en nuestra nación y en el mundo.

Mardoqueo sabía que su voz importaba. Ester sabía que sus acciones importaban. Y a través de la sabiduría y obediencia de esos dos, Dios salvó a su gente. Mardoqueo creía que incluso si Ester no los ayudaba, Dios enviaría ayuda de una forma diferente, eso es lo mucho que él confiaba en el poder del Señor. Él entendió que nuestras posiciones en la vida no tratan solo de nosotros, sino de lo que Dios podría hacer a través de esos lugares poderosos.

“Si te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?” Ester 4:14

Que Dios nos ayude a tener la voluntad de orar, y esperar profundamente por Su orientación, luego actuar en la sabiduría que el provee. Seamos leales a orar por aquellos en autoridad, por aquellos que necesitan que alguien hable en su representación, por aquellos reprimidos o perseguidos. Seamos valientes para hablar con sabiduría y discernimiento, y para vivir estos días con corazones compasivos y amorosos. Seamos fuertes para seguir la voz de Dios, incluso cuando no es la elección más popular en nuestra cultura. Porque a veces Él obra a través de eso y sorprende a todos.

La obediencia a su llamado es vital. Puede incluso, tener el poder de afectar a una generación entera de personas. Podemos no estar enterados de cómo nuestras acciones y lealtad a Su voz trabajan de forma tan poderosa sobre aquellos a nuestro alrededor. No tenemos que quedarnos estancados en el miedo. No necesitamos correr de su orientación, incluso cuando nos sintamos poco preparados o inadecuados para el trabajo. Él nos equipará para cada tarea y pavimentará el camino para que lo atravesemos con su poder, proporcionandonos gracia para cada paso y cubriéndonos las espaldas.

La reina Ester tuvo una elección. Cuando Mardoqueo envió su palabra a ella acerca del gran peligro que su gente estaba enfrentando, ella simplemente podría haber tratado de salvarse. Ella pudo haber permanecido tranquila, solo esperando lo mejor o ir hacia el camino opuesto. Pero ambos, ella y Mardoqueo, sabían que Dios tenía un gran propósito para su posición. Ella era sabia, ella ideo un plan y no se quedó por el miedo o las preocupaciones. Ella oro y tomó acción, y pidió a su gente hacer lo mismo. Tenía la voluntad de actuar, de seguir el llamado de Dios, y salvar la vida de su gente, incluso si esto significaba que podría perder la de ella.

“Entonces Ester envió la siguiente respuesta a Mardoqueo: "Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa y hagan ayuno por mí. No coman ni beban durante tres días, ni de noche ni de día; mis doncellas y yo haremos lo mismo. Entonces, aunque es contra la ley, entraré a ver al rey. Si tengo que morir, moriré".” Ester 4:15-16.

Aunque nuestras situaciones actuales pueden lucir diferente a lo que Ester enfrentó, podríamos aún estar luchando con gran miedo e incertidumbre. El futuro puede lucir oscuro. Un diagnostico duro o una perdida reciente pueden tenernos en drama. Sin embargo, a menudo Dios nos coloca en posiciones de influencia, o en localidades estratégicas con un gran propósito en mente. Muchas veces, los lugares donde nos encontramos no tratan solo de nosotros. Sino de Él. Tratan de Su gran plan.

Y a menudo cuando lo hace, tendremos la certeza de sentir animosidad de otros. Si vivimos como sal y luz en un mundo de oscuridad, podemos estar seguros de que habrá ataques hacia nosotros. Enfrentaremos luchas y batallas que muchas veces no veíamos venir. Pero en todo esto, hay una increíble protección del favor y las bendiciones de Dios en nuestras vidas. Tan fuertes que la oscuridad no puede penetrar.

Desde el momento en que Ester se encontraba en el palacio del rey, le fue dada protección y favor. Incluso la Biblia dice que ella se ganó el favor de todos a su alrededor, y Dios la bendijo enormemente, permitiéndole ser reina. Eso es importante porque sin gran favor del rey, Ester podría haber sido puesta a morir simplemente por pedir estar en su presencia sin que se lo hayan ordenado.

“Y aconteció al tercer día que Ester se vistió con sus vestiduras reales y se puso en el atrio interior del palacio del rey delante de los aposentos del rey, y el rey estaba sentado en su trono real en el aposento del trono, frente a la entrada del palacio. Y cuando el rey vio a la reina Ester de pie en el atrio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió hacia Ester el cetro de oro que estaba en su mano. Ester entonces se acercó y tocó el extremo del cetro. Y el rey le dijo: ¿Qué te preocupa, reina Ester? ¿Y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.” Ester 5:1-3

Debido al gran favor, a Ester se le permitió llevar a cabo el plan que salvaría a su gente. El rey tenía la voluntad de venir al banquete preparado por Haman y él mismo, no solo una, sino dos veces. Los propósitos de Dios se estaban dando, Haman pronto enfrentaría su fallecimiento, y los judíos serían salvos. Cuando pertenecemos a Dios a través de Cristo, tenemos una protección que el mundo a nuestro alrededor quizás nunca entienda. No significa que no enfrentaremos pruebas, porque seguramente lo haremos, pero cuando lo hagamos Su fortaleza y Sus bendiciones vendrán más fuertes.

Él es leal para siempre, y esta historia es un gran testimonio de eso. A veces Él nos dice que esperemos. Otras veces dirá que nos movamos rápido. Debemos estar en sintonía con Su liderazgo y Su espíritu dentro de nosotros, que podamos reconocer lo que está diciendo. Su tiempo es perfecto, siempre. Aun cuando no sea nuestro momento. Aun cuando las cosas parezcan fuera de lugar o nos comencemos a sentir olvidados. Dios está obrando, a menudo de formas que no podemos ver por completo, Su tiempo yace en cada plan crucial justo en el minuto apropiado. Nunca es casual o casualidad. Está intrínsecamente ligado a las historias y propósitos de nuestras vidas enteras.

Mientras la reina Ester y Mardoqueo se movieron en esos días críticos y trabajaron en representación de su gente, cada plan fue planeado cuidadosamente y cada propósito fue llevado a cabo para la gloria del Señor. Al final, los papeles cambiaron. Aquellos que conspiraban en contra de los judíos fueron destruidos.

“Se reunieron los judíos en sus ciudades por todas las provincias del rey Asuero para echar mano a los que buscaban su daño; y nadie podía oponérseles, porque el temor a ellos había caído sobre todos los pueblos.” Ester 9:2

El plan para asesinar a los judíos había sido detenido. Hay un gran temor a Dios alrededor, Su reputación fue conocida en toda la región, hasta el punto de “En cada provincia, en cada ciudad y en todo lugar adonde llegaba el mandato del rey y su decreto había alegría y gozo para los judíos, banquete y día festivo. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hicieron judíos, porque había caído sobre ellos el temor de los judíos.” Ester 8:17. Con Dios, incluso nuestros enemigos huirán. Su poder no puede ser impedido o destruido. Él está con nosotros, guiándonos, llevándonos y cubriéndonos en cada momento.

Que Dios nos ayude a seguir Su orientación, a creer que Su tiempo es perfecto y a recordar que Él siempre es leal para luchar por nosotros, incluso hoy. Que Él nos ayude a saber cuándo mantenernos quietos y esperar y cuándo hablar en representación de otros, y compartir Su verdad. Él no nos dejará de nuestra cuenta para defendernos nosotros mismos en lugares difíciles. Su poder no puede evitar venir a nuestro rescate. Su lealtad y su piedad son nuevas cada mañana.

Esta es una gran lección de la historia de Ester: el orgullo es una trampa y nos llevará a nuestro fallecimiento. Cada personaje de este libro tuvo que decidir si escogerían vivir con orgullo o humildad. Aquellos que escogieron el orgullo se enfrentaron a la derrota final. Aquellos que caminaron con humildad e integridad ante Dios superaron cada circunstancia con Su gracia y poder.

En el momento en el que Mardoqueo le dijo a Ester sobre la conspiración malvada en contra de los judíos, Ester se encontraba en un rango alto. Ella pudo haber dado la espalda a su gente, orgullosa de estar donde estaba en la vida y feliz por su éxito y poder propio. Aun así, hizo lo contrario. Eso es humildad verdadera. Tener la voluntad de mirar las necesidades de otros antes que las tuyas propias, sin pensar de forma altiva sobre ti, incluso si el mundo te dice que tienes mucho por lo cual estar orgulloso.

Haman escogió lo opuesto. Él ideó un plan para hacerse ver mejor y destruir a las personas que no se inclinarán ante él. Él era orgulloso y estaba lleno de odio y egoísmo. Finalmente, esto lo destruyó. La historia completa suena como un buen guión de una película. Es sorprendente como Dios uso cada plan malvado de Haman con su propia vida. Los judíos fueron salvos, y a Mardoqueo se le dio un gran honor.

Debemos decidir.

El último verso del libro dice, “Porque el judío Mardoqueo era el segundo después del rey Asuero, grande entre los judíos y estimado por la multitud de sus hermanos, el cual buscó el bien de su pueblo y procuró el bienestar de toda su gente.” Ester 10:3.

Cualquier lugar de liderazgo o posiciones de autoridad que Dios nos ha dado en vida tienen algo por seguro: nunca tratarán por completo acerca de nosotros.  Cada parte de nuestras vidas debería apuntar finalmente a Dios y a Su verdad. Debemos decidir a través de nuestras vidas. ¿Tomaré mi orgullo, mis logros y todo con lo que Dios me ha bendecido o caminaré en humildad y le permitiré a Él que brille a través de todo eso? Ambos, Mardoqueo y Ester, sabían la clave: “Menos de mí. Más de Él”. Su voluntad de vivir humildes ante Dios le permitió trabajar poderosamente para salvar a su gente de la destrucción.

Si te encuentras a ti mismo enfrentando tiempos turbios o de pruebas ahora mismo, puedes estar seguro de que Dios está obrando en tu situación. Él obra dentro de ti y en tu representación en todos los eventos que te rodean, sin importar cuán difíciles sean. En todo lo que enfrentamos, Dios aún está en el trono. Él es poderoso, y nada es muy difícil para Él. A Él le importas. Él te ama. Él conoce todo lo que estás enfrentando ahora mismo, aunque pudieras haber creído que nadie podría entender tu situación o tu dolor –Él lo hace.

Esta verdad que cambia vidas es un tema común en el libro de Ester: Dios es soberano. Él reina todo, y nada lo toma por sorpresa. Nunca leemos acerca de Dios sin saber qué hacer. Él no está arriba en el cielo, estrujando sus manos tratando de idear un plan. El mal vino contra su gente. Y Él enalteció a aquellos que serían fieles para actuar. La oscuridad espiritual tratará de nublar la existencia de la Verdad y el poder de la vida de un creyente a través de Cristo. Pero al final, no ganará.

La luz es mayor que la oscuridad. Cada vez. Es la única manera de vadear a través de cada río profundo de dificultad. Camina en el poder de Su soberanía y Su luz.

Dios está obrando.

Mantén tus ojos fijos en el Señor. Él no te fallará o dejará luchando solo. Nunca. Y Él es leal para convertir nuestro dolor en un propósito mayor, para nosotros en nuestra propia vida y para aquellos a nuestro alrededor. Él está para ti. Él nunca fallará. Cree que Él está obrando, preparando el escenario para que las cosas buenas ocurran.

Dios reina y Él está con nosotros, hoy y siempre.  

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Debbie McDaniel es una escritora, esposa de un pastor, madre de tres niños maravillosos (y un montón de mascotas). Acompáñala cada mañana en la página de Facebook Fresh Day Ahead, para motivación diaria acerca de tener una vida fuerte, libre y llena de esperanza. Encuéntrala también en Twitter y en su blog: www.debiemcdaniel.com