8 Pasos para ayudar a Tu hijo adulto financieramente

Haz un acuerdo escrito entre tu hijo adulto, tu esposa y tú. Esto puede parecer ir más allá de los límites, pero dependiendo de la madurez de tu hijo, puede ser necesario. El acuerdo escrito debe incluir algunas obligaciones financieras, así como también los deberes en el mantenimiento del hogar que tu hijo o hija deben cumplir mientras estén en casa.

Pídeles que contribuyan financieramente. Si tu hijo o hija tienen un trabajo con una baja remuneración, pídeles que paguen las rentas y gastos apropiados para la entrada que están recibiendo. No permitas que coman gratis – deben contribuir a mantener la “alacena del hogar”

Ayúdalos a crear hábitos financieros sólidos. Enséñales la regla simple 10-10-80 del dinero: De cualquier entrada que tengan, guardar el 10%, designar el otro 10% a una causa de caridad de su elección y vivir con el 80% restante. Esta regla simple del dinero cultivará en ellos el hábito del ahorro regular (el cual es uno de los secretos para el éxito financiero a largo plazo). Enséñales a ser generosos (aquellos que dan tienden a vivir unas vidas más contentas) y a vivir dentro de sus alcances.

Ayúdalos a entender mejor los básicos de un presupuesto. Siéntate con tu hijo y ayúdalo a crear un plan financiero (presupuesto). Hay aplicaciones grandiosas en línea, como la de Mvelopes.com, para hacer de este proceso algo sencillo y divertido. Existen aplicaciones móviles con recordatorios frecuentes y advertencias que ayudarán a controlar cada centavo gastado o gastado de más. Tener un plan es solo el principio. Para que el plan funcione necesitas medir el plan contra los resultados reales.

Ayúdalos a aprender de tus errores financieros: Esto no puede ser cómodo, pero concederle a tu hijo adulto una mirada honesta sobre tus finanzas puede enseñarles mucho más de lo que crees. Si has cometido errores como adquirir muchas deudas, comprar más de lo que podías permitirte, o permitir que los gastos se salgan de control entonces puedes usar esos errores como grandes lecciones. Lleva a tu hijo o hija a cenar y tengan una conversación sincera. Muéstrales cómo esos errores han impactado en tu pasado y pueden aún estar impactando en tu presente.

Es importante para ambos, tu hijo y tú, tener una estrategia clara sobre el progreso. Si ellos saben que se tienen que mudar luego de cierto tiempo, estarán mucho más proactivos en la búsqueda de trabajo. Si no se asignan fechas topes hay poca responsabilidad, puedes encontrarte con Junior en tu sofá, ¡comiéndose tus chips de patata y mirando tv con tu suscripción de cable… definitivamente!

De acuerdo a la investigación Pew, el 25 por ciento de los adultos que regresan a casa reportaron que el cambio había tenido un impacto negativo en la relación entre ellos y sus padres. Así que, a pesar de tener a un hijo de vuelta en casa no sea la situación ideal, tener a tus hijos de vuelta puede darte la oportunidad de acercarte a ellos. Cocinar juntos, hablar mientras comparten un café, jugar juegos de mesa como familia – intenten tener otra oportunidad de fortalecer su relación.

Se quién lo anima. Tener que volver a casa y luchar por conseguir un trabajo sólido puede ser difícil y a veces, vergonzoso. Fomenta a tu hijo y ora por él a diario. No es tu trabajo “arreglar” todo por ellos, sino ofrecer tu apoyo moral, emocional y espiritual lo cual significará el mundo para ellos.