Numbers 10

En la lectura de hoy:

Las dos trompetas de plata; los israelitas parten de Sinaí; el murmurar del pueblo; los 70 ancianos escogidos; el Señor les manda una plaga

Esta era la responsabilidad del sacerdote: « . . . Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar la congregación, y para hacer mover los campamentos» (Números 10:2). Las trompetas fueron hechas de tubos largos y derechos, con las puntas en estilo de campanas. No se podían hacer de metal inferior, ni de los fragmentos de plata; al contrario, tenían que hacerse de piezas enteras de plata. Sin importar a que distancia una persona estaba del tabernáculo, los claros tonos de las trompetas de plata le comunicaban los varios mensajes: «Y cuando tocareis alarma la segunda vez, entonces moverán los campamentos de los que están acampados al sur; alarma tocarán para sus partidas. Pero para reunir la congregación tocaréis, mas no con sonido de alarma. . . . Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados por Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos. Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios» (10:6-10; Levítico 23:24; II de Crónicas 5:12-14; 7:6; 29:26-29; Esdras 3:10; Nehemías 12:35,41).

Si ellos adoraban, o si iban a guerra, o si viajaban, cada movimiento del pueblo era guiado por la obediencia a los varios sonidos de las trompetas. Las dos trompetas de plata representan la verdad de la Palabra de Dios y nos recuerda que los dos Testamentos, el Nuevo y el Antiguo, son cada uno parte de la completa Palabra de Dios.

El pueblo de Dios debe siempre estar sujeto y dependiendo por completo en la voluntad de Dios así revelada en Su Palabra. Si nuestros corazones se acostumbran a oír la verdadera «trompeta de plata», que hoy en día es por oír Su Palabra, entonces estaremos en armonía con el movimiento del Espíritu Santo cuando tenemos que decidir lo que hacer o lo que no hacer. Su Palabra siempre nos guía y nos mantiene en buen camino para no descarriarnos de la voluntad de Dios.

Nuestro Señor nos asegura: «Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir» (Juan 16:13).

Pensamiento para hoy:

La persona más insignificante es importante para Cristo.

Lectura opcional: Lucas 4

Versículo de la semana para aprender de memoria: Efesios 3:18