2 y en cuanto a vosotros, no haréis pacto con los habitantes de esta tierra; sus altares derribaréis." Pero vosotros no me habéis obedecido; ¿qué es esto que habéis hecho? 3 Por lo cual también dije: "No los echaré de delante de vosotros, sino que serán como espinas en vuestro costado , y sus dioses serán lazo para vosotros." 4 Y sucedió que cuando el ángel del SEÑOR habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró. 5 Y llamaron a aquel lugar Boquim ; y allí ofrecieron sacrificio al SEÑOR. 6 Después que Josué despidió al pueblo, los hijos de Israel fueron cada uno a su heredad para tomar posesión de la tierra. 7 Y el pueblo sirvió al SEÑOR todos los días de Josué, y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían sido testigos de la gran obra que el SEÑOR había hecho por Israel. 8 Josué, hijo de Nun, siervo del SEÑOR, murió a la edad de ciento diez años. 9 Y lo sepultaron en el territorio de su heredad, en Timnat-sera, en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas. 10 También toda aquella generación fue reunida a sus padres; y se levantó otra generación después de ellos que no conocía al SEÑOR, ni la obra que El había hecho por Israel. 11 Entonces los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR y sirvieron a los baales, 12 y abandonaron al SEÑOR, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y siguieron a otros dioses de entre los dioses de los pueblos que estaban a su derredor; se postraron ante ellos y provocaron a ira al SEÑOR. 13 Y dejaron al SEÑOR y sirvieron a Baal y a Astarot. 14 Y se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y los entregó en manos de salteadores que los saquearon; y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor, y ya no pudieron hacer frente a sus enemigos. 15 Por dondequiera que iban, la mano del SEÑOR estaba contra ellos para mal, tal como el SEÑOR había dicho y como el SEÑOR les había jurado, y se angustiaron en gran manera. 16 Entonces el SEÑOR levantó jueces que los libraron de la mano de los que los saqueaban. 17 Con todo no escucharon a sus jueces, porque se prostituyeron siguiendo a otros dioses, y se postraron ante ellos. Se apartaron pronto del camino en que sus padres habían andado en obediencia a los mandamientos del SEÑOR; no hicieron como sus padres. 18 Cuando el SEÑOR les levantaba jueces, el SEÑOR estaba con el juez y los libraba de mano de sus enemigos todos los días del juez; porque el SEÑOR se compadecía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. 19 Pero acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás y se corrompían aún más que sus padres, siguiendo a otros dioses, sirviéndoles e inclinándose ante ellos; no dejaban sus costumbres ni su camino obstinado. 20 Y se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y dijo: Por cuanto esta nación ha quebrantado el pacto que ordené a sus padres, y no ha escuchado mi voz, 21 tampoco yo volveré a expulsar de delante de ellos a ninguna de las naciones que Josué dejó cuando murió, 22 para probar por medio de ellas a Israel, a ver si guardan o no el camino del SEÑOR, y andan en él como lo hicieron sus padres. 23 Así pues, el SEÑOR permitió que aquellas naciones se quedaran allí, sin expulsarlas enseguida, y no las entregó en manos de Josué.
1 Y estas son las naciones que el SEÑOR dejó para probar con ellas a Israel, es decir, a los que no habían experimentado ninguna de las guerras de Canaán 2 (esto fue sólo para que las generaciones de los hijos de Israel conocieran la guerra, aquellos que antes no la habían experimentado): 3 los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta Lebo-hamat. 4 Y eran para probar a Israel, para ver si obedecían los mandamientos que el SEÑOR había ordenado a sus padres por medio de Moisés. 5 Y los hijos de Israel habitaron entre los cananeos, los heteos, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos; 6 tomaron para sí a sus hijas por mujeres, y dieron sus propias hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses. 7 Y los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR, y olvidaron al SEÑOR su Dios, y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera . 8 Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y los vendió en manos de Cusán-risataim, rey de Mesopotamia ; y los hijos de Israel sirvieron a Cusán-risataim por ocho años. 9 Cuando los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, el SEÑOR levantó un libertador a los hijos de Israel para que los librara, a Otoniel, hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. 10 Y vino sobre él el Espíritu del SEÑOR, y juzgó a Israel. Cuando salió a la guerra, el SEÑOR entregó en su mano a Cusán-risataim, rey de Mesopotamia, y su poder prevaleció sobre Cusán-risataim. 11 Y la tierra tuvo descanso por cuarenta años. Y murió Otoniel, hijo de Cenaz. 12 Volvieron los hijos de Israel a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. Entonces el SEÑOR fortaleció a Eglón, rey de Moab, contra Israel, porque habían hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR. 13 Y Eglón reunió consigo a los hijos de Amón y de Amalec; y fue y derrotó a Israel, y se apoderaron de la ciudad de las palmeras. 14 Y los hijos de Israel sirvieron a Eglón, rey de Moab, por dieciocho años. 15 Pero los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, y el SEÑOR les levantó un libertador, a Aod, hijo de Gera, benjamita, el cual era zurdo. Y los hijos de Israel enviaron tributo con él a Eglón, rey de Moab. 16 Aod se hizo una espada de dos filos, de un codo de largo, y la ató a su muslo derecho debajo de la ropa. 17 Y presentó el tributo a Eglón, rey de Moab; y Eglón era un hombre muy grueso. 18 Y aconteció que cuando terminó de presentar el tributo, despidió a la gente que había traído el tributo. 19 Pero él se volvió desde los ídolos que estaban en Gilgal, y dijo: Tengo un mensaje secreto para ti, oh rey. Y éste dijo: Guarda silencio. Y todos los que le servían salieron.
No Venda Mi Información Personal (CA Solamente)   California - Aviso de la CCPA