10 Lecciones Del Libro De Santiago Acerca De Vivir Por Nuestra Fe

(Santiago 1:2-4)

Santiago nos llama a regocijarnos en nuestro sufrimiento, pero es más sencillo impacientarse. Sin embargo, la impaciencia revuelve la taza de la rabia, resentimiento, amargura y la poca voluntad de perdonar, y cuando estas emociones controlan tu comportamiento, el resultado es pecar. Las pruebas sirven al propósito de Dios en nuestras vidas al darnos una oportunidad de convertir lo que creemos en acción. La fe viene a la vida cuando ejercitamos la confianza y alegría de la presencia de Dios en nuestras vidas. Regocijarte en tus pruebas se hace más sencillo cuando puedes enfocarte en la razón de tu esperanza.

(Santiago 1:13-15)

El deseo es uno de los motivadores más fuertes de nuestras vidas y la tentación lo toca como un arco al violín. Es como si supiera exactamente que cuerda tocar en el momento preciso. Es tentador responder con odio a la persona que te hizo sentir miserable porque, después de todo, hay que darles su merecido. Cuando esto ocurre, está consciente de que tus tentaciones están jugando con el deseo de venganza, recuerda luego, la venganza no glorifica a Dios. Lo que glorifica a Dios es dejar pasar una ofensa. Permanece consciente de los trucos de la tentación, y no te dejes engañar.

(Santiago 1:21-22)

Descansar en Dios no es pasividad, sino acción pura y aventura. Santiago nos instruye que vivir con rectitud involucra deshacerse de la inmoralidad y la maldad en tu vida. Cuando nuestro espíritu se despierta a la verdad de Dios y escogemos hacer nada por ello, nuestros corazones se llenan de disturbios. Debemos decidir vivir en rectitud, pero luego debemos actuar según esa elección y seguir. Examina tus vidas y las áreas donde sabes que no estás aplicando los principios de Dios para vivir de forma apropiada ante él, y mientras haces los cambios para vivir en rectitud tu corazón conocerá el descanso.

(Santiago 2:12-13)

Santiago nos dice que cuando mostramos favoritismo nos estamos discriminando entre nosotros y nos convertimos en jueces con pensamientos malignos. ¿Qué haces cuando te encuentras a una persona malhumorada en la tienda? ¿La ignoras, pero sonríes a la mujer con el niño pequeño porque parece más agradable? Ambas personas necesitan encontrarse con el Dios vivo que se encuentra en ti. Recuerda cuanto te ha aceptado Dios y luego extiende esta aceptación a todos. La piedad triunfa sobre el juicio. Has recibido gracia, ahora extiendela a los demás.

(Santiago 2:22)

Santiago se junta con Abram e Isaac como prueba de que la fe y las acciones trabajan juntas para hacer que la fe esté completa. ¿Habría sido fe si Abram hubiera esperado obedecer a Dios antes de proporcionar el sacrificio? Es obediencia la que hace crecer, fortalece y aviva nuestra fe. Se necesita fe para salir de lo desconocido como un acto de obediencia. Pero nuestra fe crece mientras Dios se muestra en nuestra obediencia. ¿Crees lo suficiente en Dios como para obedecerlo en su fe? Él te equipará, proveerá y vendrá por ti. Sirve a otros como un acto de obediencia a Dios y luego mira como tu fe se fortalece.

(Santiago 3:9-12)

A simple vista, Santiago nos presenta un escenario inimaginable: la lengua indomable. Él vincula controlar la lengua a un bosque encendido en llamas por una mera chispa. Es como la vez que participé en un evento de lamparas de papel encendidas: llamas reales, suelo seco y papel. Un movimiento errado o una ráfaga de viento, y el resultado habría cambiado de hermoso a devastador. Nuestras palabras tienen el poder de traer vida o destrucción. Si, con tu discurso, alabas a Dios y maldices a los hombres, ¿cuánto de verdad puedes decir que la fe te cambia la vida? Deja que Dios restaure tu discurso al pensar antes de hablar.

(Santiago 3:17-18)

¿Si tu lengua es el miembro indomable de tu cuerpo, entonces qué debes hacer? El control de nuestras lenguas comienza en nuestros corazones, se mueve a nuestras mentes y sale por nuestra boca. Un corazón cambiado es un corazón refinado por la sabiduría de Dios, la cual nos da las palabras adecuadas para decirlas en el momento correcto. ¿Pero cómo sabemos la diferencia entre sabiduría santa y sabiduría hablada? Santiago nos provee con el criterio para descifrar entre las dos. Elige la sabiduría de Dios y deja que lo que resida en tu corazón sea puro, amoroso, considerado, sumiso, lleno de piedad, bueno, imparcial y sincero. Mientras persigues la sabiduría de Dios, tu corazón cambia.

(Santiago 4:7-10)

Nuestro Dios es el Dios de amor y victoria, y la forma en que experimentamos ese amor y victoria es sometiéndonos a él.

Nos sometemos al amor de Dios cuando reconocemos que la única razón por la cual vivimos y nos movemos es por Su amor. Si queremos vivir en un lugar victorioso, entonces debemos someternos a nuestro comandante en jefe, lo que significa que podríamos tener que remover ciertos patrones de pensamiento o comportamientos de nuestras vidas. La sumisión nos lleva a una gracia más profunda con Dios porque requiere que nos humillemos ante él. Dios da gracia al humilde y oprime al orgulloso.

(Santiago 5:11)

Madurar en fe requiere paciencia y perseverancia cuando sufrimos. ¿Pero quién quiere ser paciente en su sufrimiento? Corremos a la cosa más cercana que nos de alivio. Adormecemos nuestras emociones con comida, bebidas, compras, entretenimiento y la persecución del placer. Pero cuando el adormecimiento se va, sentimos el sufrimiento otra vez, así que regresamos a nuestros vicios.  Podríamos aprender tanto de Naomi. Ella se apropió de su sufrimiento, lo vivió y no trató de adormecerlo porque Dios restauró su sufrimiento. Sé paciente cuando sufras. Persevera en confiar en Dios. Dios se mueve incluso cuando no podemos verlo.

(Santiago 5:13-16)

Santiago toma como referencia a Elías, un hombre ordinario a quien Dios uso para lograr lo extraordinario. En 1 Reyes 17, Elías oró y Dios contestó, deteniendo las lluvias por tres años.  Ora cuando estés triste, feliz, enojado, alegre, dolido o complacido. Confiesa tu debilidad a un amigo creyente de la Biblia y pide por oración. La confesión detiene el poder de la vergüenza, y las oraciones de fe traen sanación. Podrás ser ordinario, pero sirves a un Dios extraordinario que anhela ascender dentro de ti para hacer cosas extraordinarias a través de ti.

Santiago es un manual para vivir nuestra fe cristiana. Él usa ejemplos múltiples para mostrarnos cómo pasar de leer acerca de nuestra fe a actuar por nuestra fe. La fotografía es mi pasatiempo, y he pasado horas leyendo sobre ella, pero no comencé a mejorar hasta que tomé mi cámara y la usé. Necesitaba el conocimiento del libro y la práctica para ser un buen fotógrafo.

Nuestra fe cristiana es así también. Podemos leer la Biblia cada día, pero si no ponemos en práctica nuestras vidas no cambiarán. Escoge una cosa para hacer en respuesta a este artículo. Lee el libro de Santiago o sigue un link a un verso y luego haz algo acerca de lo que leas. Mueve tu fe de lo abstracto a lo complejo al actuar por ella.

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Jessica Van Roekel es una mujer en el viaje a la plenitud luego del quebranto. Ella cree que a través de Cristo tus historias personales no tienen que definir tu presente o determinar tu futuro. Su mayor deseo es verte vivir esta “Vida-Santa” con todo el poder y gracia que Dios provee. Jessica vive en una comunidad rural con su esposo y cuatro hijos. Ella lidera la alabanza los domingos, pero busca alabar todos los días. Puedes conectarte con ella en www.welcomegrace.com y en Facebook: www.facebook.com/yourJessicaVanRoekel