Si tienes heridas en tu vida a causa de un padre ausente o un padre que estuvo lejos de ser perfecto, no estas sola.

 

Habiendo ministrado a mujeres y a parejas por más de 30 años, he escuchado todo tipo de historias sobre padres ausentes, padres abusivos, padres distantes emocionalmente, y padres controladores cada uno de los cuales pueden tener un impacto negativo en nuestra perspectiva sobre nuestro padre celestial.

 

La escritura nos dice en Salmos 18:30 que los caminos de Dios son perfectos, que Él es un Dios fiel que no hace daño y que es justo y verdadero (Deuteronomio 32:4). Todas estas características y muchas más lo convierten en el perfecto padre que nunca tuviste.

 

Si tu no tuviste un padre con quien te fuera fácil acercarte, o un padre amoroso, te quiero decir que Dios es todo eso y mucho más. El es tu Padre Celestial y su deseo es acercarse y estar siempre presente en la vida de sus hijos. Aquí te dejamos 10 cosas sobre Dios como padre perfecto:

 

1.    Su paciencia y bondad nunca se acaban

 

Si alguna vez sentiste que a tu padre se le acabo toda la paciencia por las cosas que hacías o no hacías, no te preocupes, la gracia, paciencia y bondad de Dios son infinitas.

 

EL Salmo 103:17 dice: “Mas la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen, y su justicia para los hijos de los hijos” y en el Salmo 106:1 podemos leer: “¡Aleluya! Dad gracias al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.”

 

Esto significa que no solamente la bondad y paciencia de Dios son eternas, sino que también lo es su habilidad para perdonar. El Salmo 103:12 nos asegura que: “Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones.” Esto quiere decir que tu Padre Celestial jamás usara tu pasado en tu contra.

 

2.    Siempre puedes acercarte a Él

 

Dios nunca tiene un día malo o muy pesado, nunca está de mal humor y nunca está demasiado distraído o lejos para atender a sus hijos. Cuando estas en una relación con el hijo de Dios, Jesucristo, tienes completo y total acceso al corazón del Padre Celestial. En Hebreos 4:16 podemos leer “Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.”

 

De la misma manera podemos encontrar que en el Salmo 138:3 David canta lo siguiente “En el día que invoqué, me respondiste; me hiciste valiente con fortaleza en mi alma.”

 

3.    Jamás tendrás que ganarte su amor       

 

Puede ser que en algún punto sentiste que tendrías que ganarte el amor y la aprobación de tu padre por medio de logros que lo orgullecieran. La verdad que Dios no es así. En Romanos 5:8 encontramos “Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Siendo aún pecadores, esto quiere decir mientras estábamos en contra de su voluntad, que estábamos en desobediencia, que hicimos a un lado su amor y confianza en nosotros, y aun así nos amó hasta lo último de su vida. Un amor como el de Dios jamás encontraremos en esta tierra.

Dios decidió amarte por siempre y no hay nada que puedas hacer que pueda cambiar esa realidad y amor.

 

4.       Jamás fallarás de tal manera que Dios dejara de amarte  

 

Ya que no hay nada que puedas hacer para ganar el amor de tu Padre Celestial, tampoco hay nada que puedas hacer para perderlo. Dios te ha regalado su amor infinito. Romanos 8:38-39 nos recuerda “Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”

En otras palabras, no existe ninguna circunstancia, vista o invisible, poder, persona, acción, inercia, o estancamiento que nos pueda separar del amor de Dios. Esto es una poderosas verdad. Una promesa que solo tu Padre Celestial tiene el poder de cumplir. Cualquier persona en este mundo que diga amarte por siempre y nunca dejarte tendrá momentos de separación al menos temporales de ti. Pero la palabra de Dios promete que nunca ni siquiera la muerte podrá separarnos de su inmenso amor

“Pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor” (2 Corintios 5:8).     

5.       Tiene tu mejor interés en mente

Es natural que las personas seamos egoístas para considerar las necesidades de otros antes que las nuestras, por lo tanto, si tu padre siempre vio por ti y por tus necesidades como una prioridad, tienes que saber que has podido experimentar una pequeña parte de lo que Dios hace por nosotros siempre. La diferencia está en que Dios nunca va a fallar y un padre terrenal por muy bien intencionado que sea jamás podrá ser perfecto. El libro de Romanos 8:32 nos enseña “El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas?”

 

De la misma manera vemos en Mateo 7:11 que Jesús nos dice: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden? Dios sabe exactamente lo que necesitas y lo que quieres y en su infinito amor y sabiduría siempre nos enseña el camino, la respuesta y las cosas que son buenas para nosotros, aunque no sea siempre lo que nosotros queremos, Dios tiene la razón.

 

6.    Te ama lo suficiente para disciplinarte

      

Puede que te cueste trabajo entender este punto, especialmente su alguna vez fuiste disciplinada por causa del enojo de tu padre en lugar de su amor. La Palabra de Dios dice en Proverbios 3:11-12 “Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión, porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.”

La escritura también dice en Proverbios 13:24 “El que escatima la vara odia a su hijo, más el que lo ama lo disciplina con diligencia.” ¿Alguna vez has tenido algo que Dios te ha dado o quitado?  Confía que Dios tu Padre Celestial te protege e instruye con cada una de sus palabras y disciplinas.

7.       Su tiempo es perfecto

Dios no comete errores y tampoco olvida sus promesas. A diferencia de padres humanos, su tiempo siempre es perfecto, cuando pone algo en espera no es porque este enojado o porque te quiera castigar, tampoco quiere decir que no ha escuchado tus oraciones, muy por el contrario, en la escritura podemos ver que “Porque sol y escudo es el SEÑOR Dios; gracia y gloria da el SEÑOR; nada bueno niega a los que andan en integridad” (Salmo 84:11).

Si sientes que has estado haciendo todo bien pidiéndole a Dios sin encontrar respuesta, hay una razón legítima, o puede que no sea en verdad algo bueno para ti, o el tiempo no es el indicado. Confía en Él. Confía en lo que Él sabe. Él sabe dar buenos regalos a aquellos que esperan con paciencia en su voluntad.  

 

8.       Da sabiduría generosamente  

 

¿Tuviste un padre que a veces no daba algo? ¿Qué muy a veces te daba consejos o que simplemente te daba la mínima atención? Tu padre celestial es todo lo contrario.

El libro de Santiago 1:5 dice “Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Este versículo nos reafirma que nuestro padre generoso nos da siempre que le pidamos, él no retiene cosas simplemente porque no le hicimos caso o no escuchamos la primera vez.

9.       Te deja hacer tus propias decisiones

Aunque Dios espera cosas de ti, tal y como tu padre terrenal o biológico lo hayan hecho, Dios jamás se apartará si decides seguir otros caminos o tomar otras decisiones. Como un padre amoroso, sincero y bondadoso, Dios espera.  Y por sobre todo “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito” (Romanos 8:28). Esto quiere decir que después de tiempo ya que hayas rectificado y regreses a sus caminos Dios es capaz de ayudarte a resolver las consecuencias de tus acciones.

 

10.   Te conoce íntimamente

 

Es una de las necesidades más profundas de la raza humana, ser conocidos íntimamente. Aun así, a veces escondemos quienes somo en verdad ya sea por miedo al rechazo o por vergüenza o por inseguridad. Pero no importa que hagamos para escondernos, la Biblia nos dice que Dios nos creó y nos conoce íntimamente.

 

El Salmo 139:1-3 nos dice “Oh SEÑOR, tú me has escudriñado y conocido. Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos comprendes mis pensamientos. Tú escudriñas mi senda y mi descanso, y conoces bien todos mis caminos.”  Dios ya conoce tus pensamientos aun antes de que tu mismo los tengas, tus palabras antes de decirlas y tus acciones antes de cometerlas. Aun con todo esto, Dios anhela estar contigo y dejar que tu lo conozcas a Él con la misma intimidad. Dios te ama como el Padre Perfecto que es.

 

-------------------------------------------------------------------------------------

Cindi McMenamin es una presentadora nacional y escritora que ayuda a las mujeres y parejas a fortalecer sus relaciones con Dios y con ellos mismos. Cindi ha escrito más de una docena de libros y vendido más de 130,000 copias de estos.