Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros, que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo.

1 Pedro 1:3-5

 

Un pequeño niño nacido con el síndrome de down asiste a su clase dominical de tercer grado fielmente cada semana. Como era de esperarse, los demas niños no fueron lo más receptivos con él debido a su condición y a se diferente.

 

El domingo después de la Pascua la maestra trajo unas pequeñas cajas, una para cada niño. Se le pidio a los niños que salieran y buscaran los símbolos de una nueva vida para ponerlos en las cajas; así que los niños salieron corriendo por todos lados buscando las pistas para poder llenar sus cajas.      

 

Ya de regreso en el salón, cada uno de los niños compartieron lo que habían descubierto con el resto de la clase. Uno por uno abrieron sus cajas para mostrar cajas llenas de flores, mariposas, hojas entre otras cosas, y cada vez que alguien mostraba algo se escuchaba la admiración de los compañeros.

 

El niño con síndrome de down abrió su caja pero no había nada en el interior. Los demas niños comenzaron a decir que “eso era tonto” que “no era justo” que él “no había hecho su trabajo correctamente.”

 

El pequeñito inmediatamente respondió a todos fuertemente: “¡si hice mi trabajo correctamente! ¡La caja está vacía porque la tumba en donde pusieron a Jesús también está vacía!”

 

Si Jesús no se hubiera levantado de la muerte, nuestra fe no tendría sentido, pero ¡Jesús se levantó de la muerte, y toda la escritura fue confirmada! La resurrección de nuestro Señor Jesucristo es la base fundamental de nuestra fe en la vida eterna.

 

Que no se nos olvide incluir la resurrección de Cristo cuando platicamos del sacrificio en la cruz. Puesto que es gracias a la resurrección que el pecado y la muerte fueron derrotados una vez y por todas, y es a través de esta resurrección que tenemos fe en Cristo por toda la eternidad.


Reto de oración: Dale gracias a Dios por darte un Salvador. Da gracias por el sacrificio en la cruz y por vencer a la muerte para que tu y yo podamos ser redimidos, perdonados y obtener vida eterna aun después de la muerte.