1Después nos volvimos y partimos hacia el desierto por el camino del mar Rojo, como el SEÑOR me había mandado, y por muchos días dimos vuelta al monte Seir.2Y el SEÑOR me habló, diciendo:3"Bastantes vueltas habéis dado ya alrededor de este monte. Volveos ahora hacia el norte,4y da orden al pueblo, diciendo: 'Vais a pasar por el territorio de vuestros hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seir, y os tendrán miedo. Así que tened mucho cuidado;5no los provoquéis, porque nada de su tierra os daré, ni siquiera la huella de un pie, porque a Esaú he dado el monte Seir por posesión.6'Les compraréis con dinero los alimentos para comer, y también con dinero compraréis de ellos agua para beber.
7No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque fuiste extranjero en su tierra.8Los hijos de la tercera generación que les nazcan podrán entrar en la asamblea del SEÑOR.