14 Mas yo también juzgaré a la nación a la cual servirán, y después saldrán de allí con grandes riquezas. 15 Tú irás a tus padres en paz; y serás sepultado en buena vejez. 16 Y en la cuarta generación ellos regresarán acá, porque hasta entonces no habrá llegado a su colmo la iniquidad de los amorreos. 17 Y aconteció que cuando el sol ya se había puesto, hubo densas tinieblas, y he aquí, apareció un horno humeante y una antorcha de fuego que pasó por entre las mitades de los animales. 18 En aquel día el SEÑOR hizo un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia he dado esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates: 19 los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, 20 los heteos, los ferezeos, los refaítas, 21 los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.
1 Y Sarai, mujer de Abram, no le había dado a luz hijo alguno; y tenía ella una sierva egipcia que se llamaba Agar. 2 Entonces Sarai dijo a Abram: He aquí que el SEÑOR me ha impedido tener hijos. Llégate, te ruego, a mi sierva; quizá por medio de ella yo tenga hijos. Y Abram escuchó la voz de Sarai. 3 Y al cabo de diez años de habitar Abram en la tierra de Canaán, Sarai, mujer de Abram, tomó a su sierva Agar la egipcia, y se la dio a su marido Abram por mujer. 4 Y él se llegó a Agar, y ella concibió; y cuando ella vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora. 5 Y Sarai dijo a Abram: Recaiga sobre ti mi agravio. Yo entregué a mi sierva en tus brazos; pero cuando ella vio que había concebido, me miró con desprecio. Juzgue el SEÑOR entre tú y yo. 6 Pero Abram dijo a Sarai: Mira, tu sierva está bajo tu poder; haz con ella lo que mejor te parezca. Y Sarai la trató muy mal y ella huyó de su presencia. 7 Y el ángel del SEÑOR la encontró junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente en el camino de Shur, 8 y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde has venido y a dónde vas? Y ella le respondió: Huyo de la presencia de mi señora Sarai. 9 Y el ángel del SEÑOR le dijo: Vuelve a tu señora y sométete a su autoridad. 10 El ángel del SEÑOR añadió: Multiplicaré de tal manera tu descendencia que no se podrá contar por su multitud. 11 El ángel del SEÑOR le dijo además: He aquí, has concebido y darás a luz un hijo; y le llamarás Ismael , porque el SEÑOR ha oído tu aflicción. 12 Y él será hombre indómito como asno montés; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y habitará al oriente de todos sus hermanos. 13 Y Agar llamó el nombre del SEÑOR que le había hablado: Tú eres un Dios que ve; porque dijo: ¿Estoy todavía con vida después de verle? 14 Por eso se llamó a aquel pozo Beer-lajai-roi ; he aquí, está entre Cades y Bered. 15 Y Agar le dio a luz un hijo a Abram; y Abram le puso el nombre de Ismael al hijo que Agar le había dado. 16 Y Abram tenía ochenta y seis años cuando Agar le dio a luz a Ismael.
1 Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el SEÑOR se le apareció, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto. 2 Y yo estableceré mi pacto contigo, y te multiplicaré en gran manera. 3 Entonces Abram se postró sobre su rostro y Dios habló con él, diciendo: 4 En cuanto a mí, he aquí, mi pacto es contigo, y serás padre de multitud de naciones. 5 Y no serás llamado más Abram ; sino que tu nombre será Abraham ; porque yo te haré padre de multitud de naciones. 6 Te haré fecundo en gran manera, y de ti haré naciones, y de ti saldrán reyes. 7 Y estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti, por todas sus generaciones, por pacto eterno, de ser Dios tuyo y de toda tu descendencia después de ti. 8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán como posesión perpetua; y yo seré su Dios. 9 Dijo además Dios a Abraham: Tú, pues, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti, por sus generaciones. 10 Este es mi pacto que guardaréis, entre yo y vosotros y tu descendencia después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado. 11 Seréis circuncidados en la carne de vuestro prepucio, y esto será la señal de mi pacto con vosotros. 12 A la edad de ocho días será circuncidado entre vosotros todo varón por vuestras generaciones; asimismo el siervo nacido en tu casa, o que sea comprado con dinero a cualquier extranjero, que no sea de tu descendencia. 13 Ciertamente ha de ser circuncidado el siervo nacido en tu casa o el comprado con tu dinero; así estará mi pacto en vuestra carne como pacto perpetuo. 14 Mas el varón incircunciso, que no es circuncidado en la carne de su prepucio, esa persona será cortada de entre su pueblo; ha quebrantado mi pacto. 15 Entonces Dios dijo a Abraham: A Sarai, tu mujer, no la llamarás Sarai, sino que Sara será su nombre. 16 Y la bendeciré, y de cierto te daré un hijo por medio de ella. La bendeciré y será madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella. 17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro y se rió, y dijo en su corazón: ¿A un hombre de cien años le nacerá un hijo? ¿Y Sara, que tiene noventa años, concebirá? 18 Y dijo Abraham a Dios: ¡Ojalá que Ismael viva delante de ti! 19 Pero Dios dijo: No, sino que Sara, tu mujer, te dará un hijo, y le pondrás el nombre de Isaac ; y estableceré mi pacto con él, pacto perpetuo para su descendencia después de él. 20 Y en cuanto a Ismael, te he oído; he aquí, yo lo bendeciré y lo haré fecundo y lo multiplicaré en gran manera. Engendrará a doce príncipes y haré de él una gran nación.
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