1 ¿Qué diremos, entonces, que halló Abraham, nuestro padre según la carne? 2 Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué jactarse, pero no para con Dios. 3 Porque ¿qué dice la Escritura? Y CREYO ABRAHAM A DIOS, Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA. 4 Ahora bien, al que trabaja, el salario no se le cuenta como favor, sino como deuda; 5 mas al que no trabaja, pero cree en aquel que justifica al impío, su fe se le cuenta por justicia. 6 Como también David habla de la bendición que viene sobre el hombre a quien Dios atribuye justicia aparte de las obras: 7 BIENAVENTURADOS AQUELLOS CUYAS INIQUIDADES HAN SIDO PERDONADAS, Y CUYOS PECADOS HAN SIDO CUBIERTOS. 8 BIENAVENTURADO EL HOMBRE CUYO PECADO EL SEÑOR NO TOMARA EN CUENTA. 9 ¿Es, pues, esta bendición sólo para los circuncisos, o también para los incircuncisos? Porque decimos: A ABRAHAM, LA FE LE FUE CONTADA POR JUSTICIA. 10 Entonces, ¿cómo le fue contada? ¿Siendo circunciso o incircunciso? No siendo circunciso, sino siendo incircunciso; 11 y recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia de la fe que tenía mientras aún era incircunciso, para que fuera padre de todos los que creen sin ser circuncidados, a fin de que la justicia también a ellos les fuera imputada; 12 y padre de la circuncisión para aquellos que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen en los pasos de la fe que tenía nuestro padre Abraham cuando era incircunciso. 13 Porque la promesa a Abraham o a su descendencia de que él sería heredero del mundo, no fue hecha por medio de la ley, sino por medio de la justicia de la fe. 14 Porque si los que son de la ley son herederos, vana resulta la fe y anulada la promesa; 15 porque la ley produce ira, pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. 16 Por eso es por fe, para que esté de acuerdo con la gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda la posteridad, no sólo a los que son de la ley, sino también a los que son de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros 17 (como está escrito: TE HE HECHO PADRE DE MUCHAS NACIONES), delante de aquel en quien creyó, es decir Dios, que da vida a los muertos y llama a las cosas que no son, como si fueran. 18 El creyó en esperanza contra esperanza, a fin de llegar a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había dicho: ASI SERA TU DESCENDENCIA. 19 Y sin debilitarse en la fe contempló su propio cuerpo, que ya estaba como muerto puesto que tenía como cien años, y la esterilidad de la matriz de Sara; 20 sin embargo, respecto a la promesa de Dios, Abraham no titubeó con incredulidad, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, 21 y estando plenamente convencido de que lo que Dios había prometido, poderoso era también para cumplirlo. 22 Por lo cual también su fe LE FUE CONTADA POR JUSTICIA. 23 Y no sólo por él fue escrito que le fue contada, 24 sino también por nosotros, a quienes será contada: como los que creen en aquel que levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor, 25 el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado por causa de nuestra justificación.
1 Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, 2 por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza; 5 y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado. 6 Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. 7 Porque a duras penas habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno. 8 Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de El. 10 Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación. 12 Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron; 13 pues antes de la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputa cuando no hay ley. 14 Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir. 15 Pero no sucede con la dádiva como con la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos. 16 Tampoco sucede con el don como con lo que vino por medio de aquel que pecó; porque ciertamente el juicio surgió a causa de una transgresión, resultando en condenación; pero la dádiva surgió a causa de muchas transgresiones resultando en justificación. 17 Porque si por la transgresión de uno, por éste reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. 18 Así pues, tal como por una transgresión resultó la condenación de todos los hombres, así también por un acto de justicia resultó la justificación de vida para todos los hombres. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos. 20 Y la ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia, 21 para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.
1 ¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? 2 ¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Por tanto, hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. 5 Porque si hemos sido unidos a El en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con El, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; 7 porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado. 8 Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con El, 9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, no volverá a morir; ya la muerte no tiene dominio sobre El. 10 Porque por cuanto El murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto vive, vive para Dios. 11 Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús. 12 Por tanto, no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal para que no obedezcáis sus lujurias; 13 ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14 Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia. 15 ¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo! 16 ¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia? 17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fuisteis entregados; 18 y habiendo sido libertados del pecado, os habéis hecho siervos de la justicia. 19 Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la manera que presentasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros como esclavos a la justicia, para santificación. 20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres en cuanto a la justicia. 21 ¿Qué fruto teníais entonces en aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de esas cosas es muerte. 22 Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado la vida eterna. 23 Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
1 Entonces el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 2 Haced un censo de los descendientes de Coat, de entre los hijos de Leví, por sus familias, conforme a sus casas paternas, 3 de treinta años arriba hasta los cincuenta, todos los que se enlistan para servir en la tienda de reunión. 4 Este será el servicio de los descendientes de Coat en la tienda de reunión, con relación a las cosas más sagradas: 5 Cuando el campamento se traslade, Aarón y sus hijos entrarán y quitarán el velo de separación, y con él cubrirán el arca del testimonio; 6 y colocarán sobre ella una cubierta de piel de marsopa, y extenderán encima un paño todo de azul puro, y luego colocarán sus varas. 7 Sobre la mesa del pan de la Presencia tenderán también un paño azul, y en él pondrán las fuentes, las cucharas, los tazones para los sacrificios y los jarros para hacer libación; el pan perpetuo estará sobre él. 8 Y extenderán sobre ellos un paño carmesí, y los cubrirán con una cubierta de piel de marsopa, y luego colocarán sus varas. 9 Tomarán entonces un paño azul y cubrirán el candelabro del alumbrado, las lámparas, las despabiladeras, los platillos y todos los utensilios para el aceite con que lo sirven; 10 lo pondrán con todos sus utensilios en una cubierta de piel de marsopa, y lo colocarán sobre las parihuelas. 11 Y extenderán sobre el altar de oro un paño azul, y lo cubrirán con una cubierta de piel de marsopa, y colocarán sus varas; 12 y tomarán todos los utensilios para el ministerio con que sirven en el santuario, los pondrán en un paño azul, los cubrirán con una cubierta de piel de marsopa y los colocarán sobre las parihuelas. 13 Quitarán entonces las cenizas del altar y extenderán sobre él un paño de púrpura. 14 Y le pondrán encima todos los utensilios con que sirven en relación con él: los braseros, los garfios, las palas y los tazones, todos los utensilios del altar. Y extenderán sobre él una cubierta de piel de marsopa y colocarán sus varas. 15 Cuando Aarón y sus hijos hayan terminado de cubrir los objetos sagrados y todos los utensilios del santuario, cuando el campamento esté para trasladarse, vendrán después los hijos de Coat para transportarlos, pero que no toquen los objetos sagrados pues morirían. Estas son las cosas que transportarán los hijos de Coat en la tienda de reunión. 16 Pero la responsabilidad de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, será el aceite para el alumbrado, el incienso aromático, la ofrenda continua de cereal y el aceite para ungir. Tendrá la responsabilidad de todo el tabernáculo y de todo lo que en él hay, con el santuario y sus enseres. 17 Después el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 18 No permitáis que la tribu de las familias de los coatitas sea cortada de entre los levitas. 19 Esto haréis con ellos para que vivan y no perezcan cuando se acerquen a los objetos santísimos: Aarón y sus hijos entrarán y señalarán a cada uno de ellos su trabajo y su carga; 20 pero no entrarán, ni por un momento, a ver los objetos sagrados, para que no mueran. 21 Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: 22 Haz también un censo de los hijos de Gersón por sus casas paternas, según sus familias; 23 los contarás desde los treinta hasta los cincuenta años de edad; todos los que se enlisten para cumplir el servicio, para hacer la obra en la tienda de reunión. 24 Este será el ministerio de las familias de los gersonitas para servir y para transportar: 25 llevarán las cortinas del tabernáculo, de la tienda de reunión, con su cubierta, la cubierta de piel de marsopa que está encima de él, el velo de la entrada de la tienda de reunión, 26 las cortinas del atrio, el velo para la entrada del atrio que está alrededor del tabernáculo y del altar, con sus cuerdas y todos los utensilios para el servicio de ellos; todo lo que se deba hacer, ellos lo harán. 27 Bajo las órdenes de Aarón y de sus hijos estará todo el ministerio de los hijos de los gersonitas, en relación con todas sus cargas y todo su trabajo; y tú les asignarás como responsabilidad todas sus cargas. 28 Este es el servicio de las familias de los hijos de los gersonitas en la tienda de reunión; sus deberes estarán bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. 29 A los hijos de Merari los contarás por sus familias, por sus casas paternas; 30 los contarás desde los treinta hasta los cincuenta años de edad, todos los que se enlisten para servir en la tienda de reunión. 31 Esta es su responsabilidad de lo que han de transportar, para todo su servicio en la tienda de reunión: las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas, sus basas, 32 las columnas alrededor del atrio y sus basas, sus estacas y sus cuerdas, con todos sus utensilios y con todo su servicio; y les asignarás por nombre los objetos que han de transportar. 33 Este es el servicio de las familias de los hijos de Merari. Para todo su servicio en la tienda de reunión estarán bajo las órdenes de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. 34 Entonces Moisés y Aarón y los jefes de la congregación contaron a los hijos de los coatitas por sus familias y por sus casas paternas, 35 de treinta años en adelante hasta los cincuenta, todo el que se enlistó para servir en la tienda de reunión. 36 Y los enumerados por sus familias fueron dos mil setecientos cincuenta. 37 Estos son los enumerados de las familias coatitas, todos los que servían en la tienda de reunión, a quienes Moisés y Aarón contaron conforme al mandamiento del SEÑOR por medio de Moisés. 38 Estos son los enumerados de los hijos de Gersón por sus familias y por sus casas paternas, 39 de treinta años en adelante hasta los cincuenta, todo el que se enlistó para servir en la tienda de reunión; 40 los enumerados, por sus familias, por sus casas paternas, fueron dos mil seiscientos treinta. 41 Estos son los enumerados de las familias de los hijos de Gersón, todos los que servían en la tienda de reunión, a quienes Moisés y Aarón contaron conforme al mandamiento del SEÑOR. 42 Y estos son los enumerados de las familias de los hijos de Merari por sus familias y por sus casas paternas, 43 de treinta años en adelante hasta los cincuenta, todo el que se enlistó para servir en la tienda de reunión; 44 los enumerados por sus familias, fueron tres mil doscientos. 45 Estos son los enumerados de las familias de los hijos de Merari, a quienes Moisés y Aarón contaron conforme al mandamiento del SEÑOR por medio de Moisés. 46 Todos los enumerados de los levitas a quienes Moisés y Aarón y los jefes de Israel contaron, por sus familias y por sus casas paternas, 47 de treinta años en adelante hasta los cincuenta, todo el que podía enlistarse para servir y hacer el trabajo de transportar la tienda de reunión, 48 fueron ocho mil quinientos ochenta. 49 Fueron contados conforme al mandamiento del SEÑOR dado por medio de Moisés, cada uno según su ministerio o según su cargo; y éstos fueron los enumerados, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.
1 Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: 2 Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, a todo el que padece de flujo y a todo el que es inmundo por causa de un muerto. 3 Echaréis tanto a hombres como a mujeres; los echaréis fuera del campamento para que no contaminen su campamento, donde yo habito en medio de ellos. 4 Y así lo hicieron los hijos de Israel, y los echaron fuera del campamento; tal como el SEÑOR había dicho a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel. 5 Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: 6 Habla a los hijos de Israel: "El hombre o la mujer que cometa cualquiera de los pecados de la humanidad, actuando pérfidamente contra el SEÑOR, esa persona es culpable; 7 entonces confesará los pecados que ha cometido, y hará completa restitución por el daño causado, añadirá un quinto y lo dará al que él perjudicó. 8 "Pero si la persona no tiene pariente a quien se le haga la restitución por el daño, la restitución hecha por el daño debe ir al SEÑOR, para el sacerdote, además del carnero de expiación, con el cual se hace expiación por él. 9 "También toda ofrenda correspondiente a todas las cosas consagradas de los hijos de Israel que ofrecen al sacerdote, serán suyas. 10 "Las cosas consagradas de toda persona serán del sacerdote; lo que una persona dé al sacerdote será de él." 11 El SEÑOR habló además a Moisés, diciendo: 12 Habla a los hijos de Israel, y diles: "Si la mujer de alguno se desvía y le es infiel, 13 teniendo alguno relaciones carnales con ella sin que su marido se dé cuenta, ni sea descubierta (aunque ella se haya contaminado y no haya testigo contra ella, ni haya sido sorprendida en el acto mismo), 14 y un espíritu de celo viene sobre él y tiene celos de su mujer, habiéndose ella contaminado, o si viene un espíritu de celos sobre él y tiene celos de su mujer, no habiéndose ella contaminado, 15 el hombre llevará su mujer al sacerdote y llevará como ofrenda por ella un décimo de un efa de harina de cebada; no derramará aceite sobre la ofrenda, ni pondrá sobre ella incienso, porque es una ofrenda de cereal, de celos, una ofrenda memorial de cereal, un recordatorio de iniquidad. 16 "Entonces el sacerdote hará que ella se acerque y la pondrá delante del SEÑOR, 17 y el sacerdote tomará agua santa en una vasija de barro; y tomará del polvo que está sobre el piso del tabernáculo, y lo pondrá en el agua. 18 "Luego el sacerdote hará que la mujer esté delante del SEÑOR y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá en sus manos la ofrenda memorial de cereal, que es la ofrenda de celos, y en la mano del sacerdote estará el agua de amargura que trae maldición. 19 "Y el sacerdote hará que ella pronuncie juramento, y dirá a la mujer: 'Si ningún hombre se ha acostado contigo, y si no te has desviado a la inmundicia, estando sujeta a tu marido, sé inmune a esta agua de amargura que trae maldición; 20 pero si te has desviado, estando sujeta a tu marido, y te has corrompido, y otro hombre que no es tu marido se ha llegado a ti', 21 (entonces el sacerdote hará que la mujer jure con el juramento de maldición, y el sacerdote dirá a la mujer): 'El SEÑOR te haga maldición y juramento entre tu pueblo, haciendo el SEÑOR que tu muslo se enjute y tu vientre se hinche; 22 y esta agua que trae maldición entrará en tus entrañas, y hará que tu vientre se hinche y tu muslo se enjute.' Y la mujer dirá: 'Amén, amén.' 23 "Entonces el sacerdote escribirá estas maldiciones en un rollo, y las lavará en el agua de amargura. 24 "Después hará que la mujer beba el agua de amargura que trae maldición, para que el agua que trae maldición entre a ella para causar amargura. 25 "Y el sacerdote tomará la ofrenda de cereal de los celos de la mano de la mujer, y mecerá la ofrenda de cereal delante del SEÑOR y la llevará al altar; 26 tomará el sacerdote un puñado de la ofrenda de cereal como su ofrenda memorial y la quemará en el altar, y después hará que la mujer beba el agua. 27 "Cuando le haya hecho beber el agua, sucederá que si ella se ha contaminado y ha sido infiel a su marido, el agua que trae maldición entrará en ella para producir amargura, y su vientre se hinchará, su muslo se enjutará y la mujer vendrá a ser una maldición en medio de su pueblo. 28 "Mas si la mujer no se ha contaminado y es limpia, quedará libre y concebirá hijos. 29 "Esta es la ley de los celos: cuando una mujer que esté sujeta a su marido, se desvíe y se contamine, 30 o cuando un espíritu de celos venga sobre alguno y esté celoso de su mujer, entonces hará que la mujer se presente delante del SEÑOR, y el sacerdote le aplicará a ella toda esta ley. 31 "Además, el marido quedará libre de culpa, pero la mujer llevará su culpa."
1 Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel, y diles: "El hombre o la mujer que haga un voto especial, el voto de nazareo , para dedicarse al SEÑOR, 3 se abstendrá de vino y licor; no beberá vinagre, ya sea de vino o de licor, tampoco beberá ningún jugo de uva, ni comerá uvas frescas ni secas. 4 "Todos los días de su nazareato no comerá nada de lo que se hace de la vid, desde las semillas hasta el hollejo. 5 "Durante todos los días del voto de su nazareato no pasará navaja sobre su cabeza. Hasta que se cumplan los días por los cuales se apartó a sí mismo para el SEÑOR, será santo; dejará crecer las guedejas del cabello de su cabeza. 6 "Durante todos los días de su nazareato para el SEÑOR, no se acercará a persona muerta. 7 "Ni por su padre, ni por su madre, ni por su hermano, ni por su hermana se contaminará de ellos cuando mueran, pues su nazareato para Dios está sobre su cabeza. 8 "Todos los días de su nazareato él es santo al SEÑOR. 9 "Pero si alguno muere repentinamente junto a él, y el nazareo contamina su cabeza consagrada, entonces se rasurará la cabeza el día de su purificación; el día séptimo se la rasurará. 10 "Y el octavo día traerá al sacerdote dos tórtolas o dos pichones a la entrada de la tienda de reunión. 11 "El sacerdote ofrecerá uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto, y hará expiación por él, por su pecado, a causa de la persona muerta. Y consagrará su cabeza ese mismo día, 12 y dedicará al SEÑOR los días de su nazareato, y traerá un cordero de un año como ofrenda por su culpa; pero los primeros días quedarán anulados, por cuanto su nazareato fue contaminado. 13 "Esta es la ley del nazareo cuando se hayan cumplido los días de su nazareato: llevará la ofrenda a la entrada de la tienda de reunión, 14 y presentará su ofrenda delante del SEÑOR, un cordero de un año, sin defecto, como holocausto, y una cordera de un año, sin defecto, como ofrenda por el pecado, y un carnero sin defecto, como ofrenda de paz, 15 y una cesta de tortas sin levadura de flor de harina mezcladas con aceite, y hojaldres sin levadura untados con aceite, junto con sus ofrendas de cereal y sus libaciones. 16 "Entonces el sacerdote ofrecerá todo esto delante del SEÑOR, y presentará su ofrenda por el pecado y el holocausto. 17 "Hará con el carnero un sacrificio de las ofrendas de paz al SEÑOR, junto con la cesta de los panes sin levadura; asimismo, el sacerdote presentará su ofrenda de cereal y su libación. 18 "Entonces el nazareo se rasurará el cabello de su cabeza consagrada a la entrada de la tienda de reunión, y tomará el cabello de su cabeza consagrada y lo pondrá en el fuego que arde debajo del sacrificio de las ofrendas de paz. 19 "Y el sacerdote tomará la espaldilla hervida, y un pan sin levadura de la cesta, y un hojaldre sin levadura, y los pondrá en las manos del nazareo cuando éste se haya rasurado su cabello de nazareo. 20 "Después el sacerdote los mecerá como ofrenda mecida delante del SEÑOR. Es cosa sagrada para el sacerdote, junto con el pecho mecido y la pierna levantada; después el nazareo podrá beber vino." 21 Esta es la ley del nazareo que hace voto de su ofrenda al SEÑOR, según su nazareato, además de lo que sus recursos le permitan; según el voto que tome, así hará conforme a la ley de su nazareato. 22 Entonces habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: 23 Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: "Así bendeciréis a los hijos de Israel. Les diréis: 24 'El SEÑOR te bendiga y te guarde; 25 el SEÑOR haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26 el SEÑOR alce sobre ti su rostro, y te dé paz.'" 27 Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.
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