53 La tierra se dividirá entre éstos por heredad según el número de nombres. 54 Al grupo más grande aumentarás su heredad, y al grupo más pequeño disminuirás su heredad; a cada uno se le dará su heredad según los que fueron contados de ellos. 55 Pero la tierra se dividirá por suerte. Recibirán su heredad según los nombres de las tribus de sus padres. 56 Según la selección por suerte se dividirá la heredad entre el grupo más grande y el más pequeño. 57 Y estos son los que fueron contados de los levitas según sus familias: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Coat, la familia de los coatitas; de Merari, la familia de los meraritas. 58 Estas son las familias de Leví: la familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los mahlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Y Coat engendró a Amram. 59 Y el nombre de la mujer de Amram era Jocabed, hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto; y ella dio a luz de Amram, a Aarón, a Moisés y a su hermana Miriam. 60 Y a Aarón le nacieron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. 61 Pero Nadab y Abiú murieron cuando ofrecieron fuego extraño delante del SEÑOR. 62 Y los contados de los levitas fueron veintitrés mil, todo varón de un mes en adelante. Pues no fueron contados entre los hijos de Israel, ya que ninguna heredad les fue dada entre los hijos de Israel. 63 Estos son los que fueron contados por Moisés y el sacerdote Eleazar, los cuales contaron a los hijos de Israel en los llanos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó. 64 Pero entre éstos no había ninguno de los que fueron contados por Moisés y el sacerdote Aarón, cuando contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí. 65 Porque el SEÑOR había dicho de ellos: Ciertamente morirán en el desierto. Y no quedó ninguno de ellos, sino Caleb, hijo de Jefone, y Josué, hijo de Nun.
1 Entonces las hijas de Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José, se acercaron; y estos eran los nombres de sus hijas: Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. 2 Y se presentaron delante de Moisés, delante del sacerdote Eleazar, delante de los jefes y de toda la congregación, a la entrada de la tienda de reunión, diciendo: 3 Nuestro padre murió en el desierto, aunque no estuvo entre el grupo de los que se juntaron contra el SEÑOR, en el grupo de Coré, sino que murió por su pecado, y no tuvo hijos. 4 ¿Por qué ha de desaparecer el nombre de nuestro padre de entre su familia sólo porque no tuvo hijo? Dadnos herencia entre los hermanos de nuestro padre. 5 Y Moisés presentó su caso ante el SEÑOR. 6 Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: 7 Las hijas de Zelofehad tienen razón en lo que dicen. Ciertamente les darás herencia entre los hermanos de su padre, y pasarás a ellas la herencia de su padre. 8 Además, hablarás a los hijos de Israel, diciendo: "Si un hombre muere y no tiene hijo, pasaréis su herencia a su hija. 9 "Y si no tiene hija, entonces daréis su herencia a sus hermanos. 10 "Y si no tiene hermanos, entonces daréis su herencia a los hermanos de su padre. 11 "Y si su padre no tiene hermanos, entonces daréis su herencia al pariente más cercano en su familia, y él la poseerá. Y será norma de derecho para los hijos de Israel, tal como el SEÑOR ordenó a Moisés." 12 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y mira la tierra que yo he dado a los hijos de Israel. 13 Y cuando la hayas visto, tú también te reunirás a tu pueblo, como se reunió tu hermano Aarón. 14 Porque cuando os rebelasteis contra mi mandamiento en el desierto de Zin durante la contienda de la congregación, debisteis santificarme en las aguas ante sus ojos. (Esas son las aguas de Meriba, de Cades, en el desierto de Zin.) 15 Entonces Moisés habló al SEÑOR, diciendo: 16 Ponga el SEÑOR, Dios de los espíritus de toda carne, un hombre sobre la congregación, 17 que salga y entre delante de ellos, y que los haga salir y entrar a fin de que la congregación del SEÑOR no sea como ovejas que no tienen pastor. 18 Y el SEÑOR dijo a Moisés: Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el Espíritu, y pon tu mano sobre él; 19 y haz que se ponga delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación, e impártele autoridad a la vista de ellos. 20 Y pondrás sobre él parte de tu dignidad a fin de que le obedezca toda la congregación de los hijos de Israel. 21 El se presentará delante del sacerdote Eleazar, quien inquirirá por él por medio del juicio del Urim delante del SEÑOR. A su palabra saldrán y a su palabra entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, es decir, toda la congregación. 22 Y Moisés hizo tal como el SEÑOR le ordenó: tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar y delante de toda la congregación. 23 Luego puso sus manos sobre él y le impartió autoridad, tal como el SEÑOR había hablado por medio de Moisés.
1 Después habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: 2 Ordena a los hijos de Israel, y diles: "Tendréis cuidado de presentar mi ofrenda, mi alimento para mis ofrendas encendidas, aroma agradable para mí, a su tiempo señalado." 3 Y les dirás: "Esta es la ofrenda encendida que ofreceréis al SEÑOR: dos corderos de un año, sin defecto, cada día como holocausto continuo. 4 "Ofrecerás un cordero por la mañana, y ofrecerás el otro cordero al atardecer; 5 y como ofrenda de cereal, una décima de un efa de flor de harina mezclada con la cuarta parte de un hin de aceite batido. 6 "Es un holocausto continuo instituido en el monte Sinaí como aroma agradable, ofrenda encendida al SEÑOR. 7 "Y su libación será la cuarta parte de un hin por cada cordero; en el lugar santo derramarás una libación de bebida fermentada al SEÑOR. 8 "Y el segundo cordero lo ofrecerás al atardecer; como la ofrenda de cereal de la mañana y como su libación lo ofrecerás, ofrenda encendida, aroma agradable al SEÑOR.
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