21 Y toda olla en Jerusalén y en Judá será consagrada al SEÑOR de los ejércitos; todos los que ofrezcan sacrificios vendrán y tomarán de ellas y en ellas cocerán; y no habrá más mercader en la casa del SEÑOR de los ejércitos en aquel día.
1 Profecía de la palabra del SEÑOR a Israel por medio de Malaquías . 2 Yo os he amadodice el SEÑOR. Pero vosotros decís: ¿En qué nos has amado? ¿No era Esaú hermano de Jacob?declara el SEÑOR. Sin embargo, yo amé a Jacob, 3 y aborrecí a Esaú, e hice de sus montes desolación, y di su heredad a los chacales del desierto. 4 Aunque Edom dice: Hemos sido destruidos, pero volveremos y edificaremos las ruinas, el SEÑOR de los ejércitos dice así: Ellos edificarán, pero yo destruiré. Y los llamarán territorio impío y pueblo contra quien el SEÑOR está indignado para siempre. 5 Vuestros ojos lo verán, y vosotros diréis: Sea engrandecido el SEÑOR más allá de la frontera de Israel. 6 El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi honor? Y si yo soy señor, ¿dónde está mi temor?dice el SEÑOR de los ejércitos a vosotros sacerdotes que menospreciáis mi nombre. Pero vosotros decís: "¿En qué hemos menospreciado tu nombre?" 7 Ofreciendo sobre mi altar pan inmundo. Y vosotros decís: "¿En qué te hemos deshonrado?" En que decís: "La mesa del SEÑOR es despreciable." 8 Y cuando presentáis un animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Y cuando presentáis el cojo y el enfermo, ¿no es malo? ¿Por qué no lo ofreces a tu gobernador? ¿Se agradaría de ti o te recibiría con benignidad?dice el SEÑOR de los ejércitos. 9 Ahora pues, ¿no pediréis el favor de Dios, para que se apiade de nosotros? Con tal ofrenda de vuestra parte, ¿os recibirá El con benignidad?dice el SEÑOR de los ejércitos. 10 ¡Oh, si hubiera entre vosotros quien cerrara las puertas para que no encendierais mi altar en vano! No me complazco en vosotrosdice el SEÑOR de los ejércitosni de vuestra mano aceptaré ofrenda. 11 Porque desde la salida del sol hasta su puesta, mi nombre será grande entre las naciones, y en todo lugar se ofrecerá incienso a mi nombre, y ofrenda pura de cereal; pues grande será mi nombre entre las nacionesdice el SEÑOR de los ejércitos. 12 Pero vosotros lo profanáis, cuando decís: "La mesa del Señor es inmunda, y su fruto, su alimento despreciable." 13 También decís: "¡Ay, qué fastidio!" Y con indiferencia lo despreciáisdice el SEÑOR de los ejércitosy traéis lo robado, o cojo, o enfermo; así traéis la ofrenda. ¿Aceptaré eso de vuestra mano?dice el SEÑOR. 14 ¡Maldito sea el engañador que tiene un macho en su rebaño, y lo promete, pero sacrifica un animal dañado al Señor! Porque yo soy el Gran Reydice el SEÑOR de los ejércitosy mi nombre es temido entre las naciones.
1 Y ahora, para vosotros, sacerdotes, es este mandamiento. 2 Si no escucháis, y si no decidís de corazón dar honor a mi nombredice el SEÑOR de los ejércitosenviaré sobre vosotros maldición, y maldeciré vuestras bendiciones; y en verdad, ya las he maldecido, porque no lo habéis decidido de corazón. 3 He aquí, yo reprenderé a vuestra descendencia, y os echaré estiércol a la cara, el estiércol de vuestras fiestas, y seréis llevados con él. 4 Entonces sabréis que os he enviado este mandamiento para que mi pacto siga con Levídice el SEÑOR de los ejércitos. 5 Mi pacto con él era de vida y paz, las cuales le di para que me reverenciara; y él me reverenció, y estaba lleno de temor ante mi nombre. 6 La verdadera instrucción estaba en su boca, y no se hallaba iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba conmigo, y apartaba a muchos de la iniquidad. 7 Pues los labios del sacerdote deben guardar la sabiduría, y los hombres deben buscar la instrucción de su boca, porque él es el mensajero del SEÑOR de los ejércitos. 8 Pero vosotros os habéis desviado del camino, habéis hecho tropezar a muchos en la ley, habéis corrompido el pacto de Levídice el SEÑOR de los ejércitos. 9 Por eso yo también os he hecho despreciables y viles ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos y hacéis acepción de personas en la ley. 10 ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué nos portamos deslealmente unos contra otros, profanando el pacto de nuestros padres? 11 Deslealmente ha obrado Judá, y una abominación se ha cometido en Israel y en Jerusalén; pues Judá ha profanado el santuario del SEÑOR, que El ama, y se ha casado con la hija de un dios extraño. 12 Que el SEÑOR extermine de las tiendas de Jacob al hombre que hace esto (sea testigo o defensor ) aunque presente una ofrenda al SEÑOR de los ejércitos. 13 Y esta otra cosa hacéis: cubrís el altar del SEÑOR de lágrimas, llantos y gemidos, porque El ya no mira la ofrenda ni la acepta con agrado de vuestra mano. 14 Y vosotros decís: "¿Por qué?" Porque el SEÑOR ha sido testigo entre tú y la mujer de tu juventud, contra la cual has obrado deslealmente, aunque ella es tu compañera y la mujer de tu pacto. 15 Pero ninguno que tenga un remanente del Espíritu lo ha hecho así. ¿Y qué hizo éste mientras buscaba una descendencia de parte de Dios? Prestad atención, pues, a vuestro espíritu; no seas desleal con la mujer de tu juventud. 16 Porque yo detesto el divorciodice el SEÑOR, Dios de Israely al que cubre de iniquidad su vestiduradice el SEÑOR de los ejércitos. Prestad atención, pues, a vuestro espíritu y no seáis desleales. 17 Habéis cansado al SEÑOR con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? Cuando decís: Todo el que hace mal es bueno a los ojos del SEÑOR, y en ellos El se complace; o: ¿Dónde está el Dios de la justicia?
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