3Y les habló muchas cosas en parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar;4y al sembrar, parte de la semilla cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron.5Otra parte cayó en pedregales donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó porque no tenía profundidad de tierra;6pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.7Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron.8Y otra parte cayó en tierra buena y dio<***> fruto, algunas semillas a ciento por uno, otras a sesenta y otras a treinta.9El que tiene oídos, que oiga.
18Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador.19A todo el que oye la palabra del reino y no la entiende, el maligno viene y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es aquel en quien se sembró la semilla junto al camino.20Y aquel en quien se sembró la semilla en pedregales, éste es el que oye la palabra y enseguida la recibe con gozo;21pero no tiene raíz profunda en sí mismo, sino que sólo es temporal, y cuando por causa de la palabra viene la aflicción o la persecución, enseguida tropieza y cae.22Y aquel en quien se sembró la semilla entre espinos, éste es el que oye la palabra, mas las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se queda sin fruto.23Pero aquel en quien se sembró la semilla en tierra buena, éste es el que oye la palabra y la entiende, éste sí da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta.