3 No les digo esto para condenarlos. Ya les dije antes que ustedes están en nuestro corazón y que vivimos o morimos junto con ustedes.
4 Tienen toda mi confianza, y estoy muy orgulloso de ustedes. Me han alentado en gran manera y me han hecho feliz a pesar de todas nuestras dificultades.
5 Alegría de Pablo por el arrepentimiento de la iglesia
Cuando llegamos a Macedonia, no hubo descanso para nosotros. Enfrentamos conflictos de todos lados, con batallas por fuera y temores por dentro;
6 pero Dios, quien alienta a los desanimados, nos alentó con la llegada de Tito.
7 Su presencia fue una alegría, igual que la noticia que nos trajo del ánimo que él recibió de ustedes. Cuando nos dijo cuánto anhelan verme y cuánto sienten lo que sucedió y lo leales que me son, ¡me llené de alegría!
8 No lamento haberles enviado esa carta tan severa, aunque al principio sí me lamenté porque sé que les causó dolor durante un tiempo.
9 Ahora me alegro de haberla enviado, no porque los haya lastimado, sino porque el dolor hizo que se arrepintieran y cambiaran su conducta. Fue la clase de tristeza que Dios quiere que su pueblo tenga, de modo que no les hicimos daño de ninguna manera.
10 Pues la clase de tristeza que Dios desea que suframos nos aleja del pecado y trae como resultado salvación. No hay que lamentarse por esa clase de tristeza; pero la tristeza del mundo, al cual le falta arrepentimiento, resulta en muerte espiritual.
11 ¡Tan solo miren lo que produjo en ustedes esa tristeza que proviene de Dios! Tal fervor, tal ansiedad por limpiar su nombre, tal indignación, tal preocupación, tal deseo de verme, tal celo y tal disposición para castigar lo malo. Ustedes demostraron haber hecho todo lo necesario para corregir la situación.
12 Mi propósito, entonces, no fue escribir acerca de quién causó el daño o quién resultó dañado. Les escribí para que, a los ojos de Dios, pudieran comprobar por sí mismos qué tan leales son a nosotros.
13 Esto nos ha alentado en gran manera.
Además de nuestro propio aliento, nos deleitamos particularmente al ver lo feliz que estaba Tito por la manera en que todos ustedes lo recibieron y lo tranquilizaron.

Otras traducciones de 2 Corintios 7:3

La Biblia de las Américas (Español) BLA

2 Corintios 7:3 No hablo para condenaros; porque he dicho antes que estáis en nuestro corazón para morir juntos y para vivir juntos.

English Standard Version ESV

3 I do not say this to condemn you, for I said before that you are in our hearts, to die together and to live together.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

3 No para condenaros lo digo; que ya he dicho antes; estáis en nuestros corazones, para morir y para vivir juntamente con nosotros

King James Version KJV

3 I speak not this to condemn you: for I have said before, that ye are in our hearts to die and live with you.

New King James Version NKJV

2 Corinthians 7:3 I do not say this to condemn; for I have said before that you are in our hearts, to die together and to live together.

Nueva Versión Internacional NVI

3 No digo esto para condenarlos; ya les he dicho que tienen un lugar tan amplio en nuestro corazón que con ustedes viviríamos o moriríamos.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

3 No para condenar os lo digo; que ya he dicho antes que estáis en nuestros corazones, para morir y para vivir juntamente.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

3 No para condenaros lo digo; que ya he dicho antes; estáis en nuestros corazones, para morir y para vivir juntamente con nosotros .
No Venda Mi Información Personal (CA Solamente)   California - Aviso de la CCPA