24 Después hizo enalbardar una asna, y dijo al criado: Guía y anda; y no me hagas detener para que suba, sino cuando yo te lo dijere
25 Partió, pues, y vino al varón de Dios al monte del Carmelo. Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la sunamita
26 Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y dile: ¿Tienes paz? ¿Y tu marido, y tu hijo? Y ella dijo: Paz
27 Y luego que llegó al varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; mas el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y el SEÑOR me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado
28 Y ella dijo: ¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo, que no te burlaras
29 Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi bordón en tu mano, y ve; y si alguno te encontrare, no lo saludes; y si alguno te saludare, no le respondas; y pondrás mi bordón sobre el rostro del niño
30 Entonces dijo la madre del niño: Vive el SEÑOR, y vive tu alma, que no te dejaré
31 El entonces se levantó, y la siguió. Y Giezi había ido delante de ellos, y había puesto el bordón sobre el rostro del niño, mas ni tenía voz ni sentido; y así se había vuelto para encontrarlo; y se lo declaró, diciendo: El niño no despierta
32 Y cuando llegó Eliseo a la casa, he aquí el niño que estaba tendido muerto sobre su cama
33 Entrando él entonces, cerró la puerta sobre ambos, y oró al SEÑOR
34 Después subió, y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre los ojos de él, y sus manos sobre las manos de él; así se midió sobre él, y la carne del niño se calentó
35 Volviéndose luego, se paseó por la casa a una parte y a otra, y después subió, y volvió a medirse sobre él; y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos
36 Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo
37 Y ella entró, y se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; y tomó su hijo, y salió
38 Y Eliseo se volvió a Gilgal. Había entonces grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una grande olla, y haz potaje para los hijos de los profetas
39 Y salió uno al campo a coger hierbas, y halló una parra montés, y cogió de ella una faldada de uvas silvestres; y volvió, y las cortó en la olla del potaje; porque no sabían lo que era
40 Y dio de comer a los varones; pero sucedió que comiendo ellos de aquel guisado, dieron voces, diciendo: ¡Varón de Dios, la muerte en la olla! Y no lo pudieron comer
41 El entonces dijo: Traed harina. Y la esparció en la olla, y dijo: Da de comer al pueblo. Y no hubo más mal en la olla
42 Vino entonces un hombre de Baal-salisa, el cual trajo al varón de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada, y trigo nuevo en su espiga. Y él dijo: Da al pueblo para que coman
43 Y respondió el que le servía: ¿Cómo he de poner esto delante de cien varones? Mas él volvió a decir: Da al pueblo para que coman, porque así dijo el SEÑOR: Comerán, y sobrará
44 Entonces él lo puso delante de ellos; y comieron, y les sobró, conforme a la palabra del SEÑOR

Otras traducciones de 2 Reyes 4:24

La Biblia de las Américas (Español) BLA

2 Reyes 4:24 Entonces ella aparejó el asna y dijo a su criado: Arrea y anda; no detengas el paso por mí a menos que yo te lo diga.

English Standard Version ESV

24 Then she saddled the donkey, and she said to her servant, "Urge the animal on; do not slacken the pace for me unless I tell you."

King James Version KJV

24 Then she saddled an ass, and said to her servant, Drive, and go forward; slack not thy riding for me, except I bid thee.

New King James Version NKJV

24 Then she saddled a donkey, and said to her servant, "Drive, and go forward; do not slacken the pace for me unless I tell you."

Nueva Traducción Viviente NTV

2 Reyes 4:24 Entonces ensilló el burro y le dijo al sirviente: «¡Apúrate! Y no disminuyas el paso a menos que yo te lo diga».

Nueva Versión Internacional NVI

24 Entonces hizo aparejar la burra y le ordenó al criado:—¡Anda, vamos! No te detengas hasta que te lo diga.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

24 Después hizo enalbardar una borrica, y dijo al mozo: Guía y anda; y no me hagas detener para que suba, sino cuando yo te lo dijere.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

24 Después hizo enalbardar una asna, y dijo al criado: Guía y anda; y no me hagas detener para que suba, sino cuando yo te lo dijere.
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