3 Luego había una cortina detrás de la cual se encontraba la segunda sala,
llamada Lugar Santísimo.
4 En esa sala había un altar de oro para el incienso y un cofre de madera conocido como el arca del pacto, el cual estaba totalmente cubierto de oro. Dentro del arca había un recipiente de oro que contenía el maná, la vara de Aarón a la que le habían salido hojas y las tablas del pacto que eran de piedra.
5 Por encima del arca estaban los querubines de la gloria divina, cuyas alas se extendían sobre la tapa del arca, es decir, el lugar de la expiación; pero ahora no podemos explicar estas cosas en detalle.
6 Cuando estos elementos estaban en su lugar, los sacerdotes entraban con regularidad en la primera sala,
durante el cumplimiento de sus deberes religiosos.
7 Pero sólo el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo y lo hacía una sola vez al año; y siempre ofrecía sangre por sus propios pecados y por los pecados que el pueblo cometía por ignorancia.
8 Mediante esas ordenanzas, el Espíritu Santo daba a entender que la entrada al Lugar Santísimo no estaba abierta a todos en tanto siguiera en pie el tabernáculo
y el sistema que representaba.
9 Esta es una ilustración que apunta al tiempo presente. Pues las ofrendas y los sacrificios que ofrecen los sacerdotes no pueden limpiar la conciencia de las personas que los traen.
10 Pues ese sistema antiguo solo consiste en alimentos, bebidas y diversas ceremonias de purificación, es decir, ordenanzas externas
que permanecieron vigentes solo hasta que se estableció un sistema mejor.
11 Cristo es el sacrificio perfecto
Entonces Cristo ahora ha llegado a ser el Sumo Sacerdote por sobre todas las cosas buenas que han venido.
Él entró en ese tabernáculo superior y más perfecto que está en el cielo, el cual no fue hecho por manos humanas ni forma parte del mundo creado.
12 Con su propia sangre —no con la sangre de cabras ni de becerros— entró en el Lugar Santísimo una sola vez y para siempre, y aseguró nuestra redención eterna.
13 Bajo el sistema antiguo, la sangre de cabras y toros y las cenizas de una novilla podían limpiar el cuerpo de las personas que estaban ceremonialmente impuras.

Otras traducciones de Hebreos 9:3

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hebreos 9:3 Y detrás del segundo velo había un tabernáculo llamado el Lugar Santísimo,

English Standard Version ESV

3 Behind the second curtain was a second section called the Most Holy Place,

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

3 Tras el segundo velo estaba el Tabernáculo, que llaman el Lugar Santísimo

King James Version KJV

3 And after the second veil, the tabernacle which is called the Holiest of all;

New King James Version NKJV

Hebrews 9:3 and behind the second veil, the part of the tabernacle which is called the Holiest of All,

Nueva Versión Internacional NVI

3 Tras la segunda cortina estaba la parte llamada el Lugar Santísimo,

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

3 Tras el segundo velo estaba el tabernáculo, que llaman el Lugar Santísimo;

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

3 Tras el segundo velo estaba el Tabernáculo, que llaman el Lugar Santísimo;
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