4 Debemos llevar a cabo cuanto antes las tareas que nos encargó el que nos envió.
Pronto viene la noche cuando nadie puede trabajar;
5 pero mientras estoy aquí en el mundo, yo soy la luz del mundo.
6 Luego escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva y lo untó en los ojos del ciego.
7 Le dijo:
, (Siloé significa «enviado»). Entonces el hombre fue, se lavó, ¡y regresó viendo!
8 Sus vecinos y otros que lo conocían como un pordiosero ciego se preguntaban: «¿No es ese el hombre que solía sentarse a mendigar?».
9 Algunos decían que sí, y otros decían: «No, solo se le parece».
Pero el mendigo seguía diciendo: «¡Sí, soy yo!».
10 Le preguntaron:
—¿Quién te sanó? ¿Cómo sucedió?
11 Él les dijo:
—El hombre al que llaman Jesús hizo lodo, me lo untó en los ojos y me dijo: “Ve al estanque de Siloé y lávate”. Entonces fui, me lavé, ¡y ahora puedo ver!
12 —¿Dónde está él ahora? —le preguntaron.
—No lo sé —contestó.
13 Entonces llevaron ante los fariseos al hombre que había sido ciego,
14 porque era día de descanso cuando Jesús hizo el lodo y lo sanó.
15 Los fariseos interrogaron al hombre sobre todo lo que había sucedido y les respondió: «Él puso el lodo sobre mis ojos y, cuando me lavé, ¡pude ver!».
16 Algunos de los fariseos decían: «Ese tal Jesús no viene de Dios porque trabaja en el día de descanso». Otros decían: «¿Pero cómo puede un simple pecador hacer semejantes señales milagrosas?». Así que había una profunda diferencia de opiniones entre ellos.
17 Luego los fariseos volvieron a interrogar al hombre que había sido ciego:
—¿Qué opinas del hombre que te sanó?
—Creo que debe de ser un profeta —contestó el hombre.
18 Aun así los líderes judíos se negaban a creer que el hombre había sido ciego y ahora podía ver, así que llamaron a sus padres.
19 —¿Es este su hijo? —les preguntaron—. ¿Es verdad que nació ciego? Si es cierto, ¿cómo es que ahora ve?
20 Sus padres contestaron:
—Sabemos que él es nuestro hijo y que nació ciego,
21 pero no sabemos cómo es que ahora puede ver ni quién lo sanó. Pregúntenselo a él; ya tiene edad para hablar por sí mismo.
22 Los padres dijeron eso por miedo a los líderes judíos, quienes habían anunciado que cualquiera que dijera que Jesús era el Mesías sería expulsado de la sinagoga.
23 Por eso dijeron: «Ya tiene edad suficiente, entonces pregúntenle a él».
24 Por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron:
—Es Dios quien debería recibir la gloria por lo que ha pasado,
porque sabemos que ese hombre, Jesús, es un pecador.

Otras traducciones de Juan 9:4

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Juan 9:4 Nosotros debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar.

English Standard Version ESV

4 We must work the works of him who sent me while it is day; night is coming, when no one can work.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

4 A mí me conviene hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede obrar

King James Version KJV

4 I must work the works of him that sent me, while it is day: the night cometh, when no man can work.

New King James Version NKJV

John 9:4 I must work the works of Him who sent Me while it is day; the night is coming when no one can work.

Nueva Versión Internacional NVI

4 Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

4 Conviéneme obrar las obrar del que me envió, entre tanto que el día dura: la noche viene, cuando nadie puede obrar.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

4 A mí me conviene hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede obrar.
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