5 En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa.
6 Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros.
7 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os dieren; porque el obrero digno es de su salario. No os paséis de casa en casa.
8 Y en cualquier ciudad donde entréis, y os recibieren, comed lo que os pusieren delante;
9 y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
10 Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os recibieren, saliendo por sus calles, decid:
11 Aun el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad sacudimos en vosotros; pero esto sabed, que el Reino de los cielos se ha llegado a vosotros.
12 Y os digo que los de Sodoma tendrán más remisión aquel día, que aquella ciudad.
13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Que si en Tiro y en Sidón hubieran sido hechas las virtudes que se han hecho en vosotras, hace ya días que, sentados en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido.
14 Por tanto, Tiro y Sidón tendrán más remisión que vosotras en el juicio.
15 Y tú, Capernaum, que hasta los cielos estás levantada, hasta los infiernos serás abajada.
16 El que a vosotros oye, a mí oye; y el que a vosotros desecha, a mí desecha; y el que a mí desecha, desecha al que me envió.
17 Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
18 Y les dijo: Yo veía a Satanás, como un rayo que caía del cielo.
19 He aquí os doy potestad de hollar sobre serpientes y sobre escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
20 Mas no os gocéis de esto, que los espíritus se os sujetan; antes gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.
21 En aquella misma hora Jesús se alegró en espíritu, y dijo: Te confieso, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños; así, Padre, porque así te agradó.
22 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre; y nadie sabe quién sea el Hijo sino el Padre; ni quién sea el Padre, sino el Hijo, y a quien el Hijo lo quisiere revelar.
23 Y vuelto particularmente a sus discípulos, dijo: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis;
24 porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
25 Y he aquí, un doctor de la ley se levantó, tentándole y diciendo: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?

Otras traducciones de Lucas 10:5

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 10:5 En cualquier casa que entréis, decid primero: "Paz a esta casa."

English Standard Version ESV

5 Whatever house you enter, first say, 'Peace be to this house!'

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

5 En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa

King James Version KJV

5 And into whatsoever house ye enter, first say, Peace be to this house.

New King James Version NKJV

Luke 10:5 But whatever house you enter, first say, 'Peace to this house.'

Nueva Traducción Viviente NTV

5 »Cuando entren en la casa de alguien, primero digan: “La paz de Dios sea sobre esta casa”.

Nueva Versión Internacional NVI

5 »Cuando entren en una casa, digan primero: “Paz a esta casa”.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

5 En cualquiera casa donde entrareis, primeramente decid: Paz sea á esta casa.
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