Friday, June 15, 2018
Estaba ya entrado en mis 30s cuando aprendí a amar a mi padre por quien es, no por quien yo pensaba que debería ser. Él siempre ha sido un buen hombre – trabajador, voluntario, fiel a la iglesia, motivador. Pero al crecer, pensé que necesitaba más de él –más abrazos, más ternura, sentarnos y hablar más de nuestros sentimientos. Estaba enojado, lo comparaba con otros, lo culpaba por algunas de las elecciones de mi vida basado en mi percepción de que él no estuvo “allí” lo suficiente. Pero la verdad es que, Dios sabía mucho antes de que llegáramos a esta tierra que seríamos familia. Él conocía las fortalezas y luchas de mi padre junto a las mías como para crear una relación, y sería un viaje, si lo permitimos (¡lo cual hemos hecho!) Él usaría esas cosas para hacernos crecer más y más en la persona que Él nos creó para ser. Con el pasar de los años, he entendido que mi padre hizo lo mejor que pudo con lo que tenía en su momento como padre. Y he descubierto cuán profundamente se preocupa por mi (¡con actitudes y todo!) incluso si lo muestra de formas diferentes de las que yo lo hago. De hecho, hoy puedo decir con certeza que él es uno de mis mejores amigos. Hay todo tipo de padres y el tuyo puede ser una historia completamente diferente. Pero hay una cosa que todos comparten: Sin importar sus personalidades, dones, luchas, circunstancias… cada uno de ellos es llamado a vivir de la forma de Dios. Y cuando lo hacen, sus familias son bendecidas, las comunidades son fortalecidas, y un efecto dominó de bondad ocurre en el mundo. Nuestro Padre Celestial tiene mucho que decir acerca de la paternidad:
 Él usaría esas cosas para hacernos crecer más y más en la persona que Él nos creó para ser.
Con el pasar de los años, he entendido que mi padre hizo lo mejor que pudo con lo que tenía en su momento como padre. Y he descubierto cuán profundamente se preocupa por mi (¡con actitudes y todo!) incluso si lo muestra de formas diferentes de las que yo lo hago. De hecho, hoy puedo decir con certeza que él es uno de mis mejores amigos.
Hay todo tipo de padres y el tuyo puede ser una historia completamente diferente. Pero hay una cosa que todos comparten: Sin importar sus personalidades, dones, luchas, circunstancias… cada uno de ellos es llamado a vivir de la forma de Dios. Y cuando lo hacen, sus familias son bendecidas, las comunidades son fortalecidas, y un efecto dominó de bondad ocurre en el mundo.
Nuestro Padre Celestial tiene mucho que decir acerca de la paternidad:
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