Escrito por: Clarence L. Haynes Jr.

Cuando hay una grieta o una gran división, una de las formas de cerrar ese espacio es construyendo un puente. Una de las grietas que ha disparado más fuerte en la última semana fue la grieta del racismo.

Mientras la llama de este fuego ha ardido en esta nación por un largo tiempo, muchas personas han elegido obviar e ignorar al mismo tiempo. Esta vez se siente diferente. Quizás los eventos de hace unas semanas fueron la alarma para despertar a las personas de su inactividad –para que entiendan que está mal y que esto necesita ser cambiado.

Creo que es momento de comenzar a construir ese puente. El camino no será fácil y el trabajo quizás sea incómodo. Quiero compartir contigo algunas maneras en las que puedes convertirte en un constructor de puentes para la reconciliación racial.

1.  Reconocer la realidad

Cuando decides ir de viaje y usar tu GPS para que te dé instrucciones claras, tienes que determinar primero dónde estás.  Si no sabes dónde estás, entonces el GPS prácticamente no tiene función. Lo mismo ocurre al construir un puente para la reconciliación racial.

Una de las razones por las que este puente ha tomado tanto tiempo en construirse es porque muchas personas han negado la realidad. Perdónenme si lo que voy a decir suena ofensivo, ese no es mi punto, pero necesito que entiendan la ceguera contra la que nos enfrentamos. Algunas personas dirían algo como:

  • No soy racista, tengo un amigo negro.
  • Nuestro país no es racista, desde luego, elegimos un presidente negro –esto lo prueba.

Cuando las personas hacen ese tipo de declaraciones, creo que son sinceros. Se aferran a un ideal porque entienden lo horrible que es el racismo. No quieren creer o enfrentar el hecho de que el espíritu del racismo está vivito y coleando en nuestro país. Esa es una realidad devastadora para aceptar. Sin embargo, si te quedas en ese lugar entonces nunca habrá un puente construido porque no verás la necesidad de uno. Quizás crees, que ya ha sido construido.

Si las últimas semanas me han enseñado algo es que tenemos formas de hacer las cosas. Cuando este puente esté construido, entonces cada persona será juzgada por el contenido de su carácter y no por el color de su piel. Creo que todos podemos verlo, tenemos trabajo que hacer. De esta manera podemos empezar a convertirnos en un constructor de puentes para la reconciliación racial.

 2.  Reconocer el espíritu tras el puente

“Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” - Efesios 6:12

Es tan importante ser consciente del origen de las semillas del racismo. Este viene del mismo Satanás. Todo lo que cree confusión, odio, discordia o un tratamiento injusto viene directamente del libro de juegos de Satanás.

Como creyentes es nuestra responsabilidad reconocer que esta no es simplemente una batalla política y social, sino una batalla espiritual. Las batallas espirituales requieren armas espirituales. El arma más grande de ese tipo es la oración. ¿Podemos dejar de pelear los unos con los otros por las redes sociales acerca de qué bando político nos rescatará de este problema? La batalla no puede ser ganada de esa manera.

No podemos ganar esta batalla a menos que peleemos con la oración y contrastemos los poderes de la oscuridad que alimentan esas divisiones raciales. Tenemos que orar para mover corazones. Tenemos que orar por ojos abiertos. Tenemos que orar para que la luz del evangelio y el amor de Jesús nos invada.

Si nosotros como cristianos no oramos, entonces no tenemos oportunidad de construir ningún puente. Esta es una guerra que no será ganada por la legislación. Si ese fuera el caso, hubiese sido ganada hace 50 años cuando se instauró la Ley de los Derechos Civiles.

Esta guerra tiene que ser ganada por la transformación. Este tipo de transformación solo viene a través de la oración y de la obra de Dios por cambiar los corazones de los hombres.

 3.  Estar en la misma página

Estar en la misma página significa asegurarte de que están hablando sobre el mismo asunto. Asegurarse de que se entienden los unos a los otros. Requerirá que hagas una búsqueda interior y que enfrentes duras verdades. Quiero darte un ejemplo para que entiendas lo que quiero decir.

Dos de los términos que hemos escuchado prominentemente las últimas semanas son Racismo Sistemático y Las Vidas de los Negros Importan (Black Lives Matter). Déjenme explicarles lo que ambas significan para que estemos en la misma página.

Racismo sistemático significa que un adolescente blanco caminando por la calle con una sudadera es un adolescente. Un adolescente negro o moreno caminando por la calle con una sudadera es un sospechoso, una amenaza.

¿Han visto a un hombre negro caminando por la calle y han cruzado la calle porque pensaron que lucía sospechoso?

El racismo sistemático significa que una mujer blanca llamará a la policía en Central Park y dirá que un hombre negro la está atacando porque sabe que la policía es más propensa a responder de esa manera.

Esas cosas no significan que seas racista, significan que el sistema ha tergiversado tu opinión. Ha jugado un rol en moldear la forma en la que ves a las personas de diferentes razas. Debido a que esos pensamientos son parte del sistema de pensamiento, naturalmente influyen en la manera de pensar.

Una vez más, no estoy diciendo que esto sea fácil de admitir, pero si quieres construir puentes esto es necesario.

Las Vidas de los Negros Importan (Black Lives Matter) es el segundo ejemplo. Para contrarrestar esta frase, la gente diría que Las Vidas Azules Importan y que Todas Las Vidas Importan. Quiero aclarar esto para ti. Cuando escuches “La Vida de los Negros Importan” no significa que estas vidas importan más que cualquier otra vida. Esto no es cierto. Lo que significa la frase es que las vidas de los negros necesitan ser valoradas de la misma forma que las vidas de los blancos, especialmente cuando interactúen con las fuerzas policiales.

Por lo tanto, no es una declaración elitista, es una declaración de igualdad.

Si yo digo que Las Vidas de los Negros Importan, y tu replicas con que Todas Las Vidas Importan, no estamos diciendo la misma cosa. Cuando las vidas de los negros, los morenos, los blancos, y todas las demás sean tratadas con igualdad, y todas sean juzgadas justamente, por el mismo estándar –o, cuando la gente sea tratada de la misma manera, basado en quienes son y nada más—entonces la declaración será correcta y Todas las Vidas Importan.    

Si vas a construir un puente, tienes que asegurarte de que todos estén en la misma página y hablando el mismo idioma.

 4.  Deja de tener simpatía y comienza a tener compasión

Muchas veces las personas confunden simpatía y compasión. Estudiemos la diferencia. La simpatía dice Me siento tan mal por lo que le ocurrió a esa persona. Los sentimientos son genuinos, pero son solo eso, sentimientos. La compasión no es solo cuando te sientes mal por la situación en la que está la persona, sino cuando te mueve la acción. Acá la definición de Compasión según dictionary.com:

Un sentimiento de simpatía profunda y pena por otro que ha sido golpeado por la mala suerte, acompañado por un deseo fuerte de aliviar el sufrimiento. (énfasis agregado).

Cuando Jesús tuvo compasión por alguien en la biblia, la compasión siempre lo movió a la acción. Si vas a convertirte en un creador de puentes para la reconciliación racial, requerirá compasión. Las protestas por el asesinato de George Floyd son un ejemplo de la gente mostrando compasión. Personas de todas las razas han estado involucradas en esas protestas. Este es el primer paso. Oro para que esta misma energía y espíritu avancen, y no quede todo en las calles.

5.  Tener las conversaciones incómodas

Escuché que el Pastor T.D. Jakes dijo esto en una entrevista de televisión: Dar a luz es doloroso. Si vamos a construir puentes, reconozcamos que puede ponerse feo. Puede haber un período de dolores de parto, pero al final –producirá una nueva vida.

Este trabajo requerirá que tengas todas esas conversaciones incómodas sobre la raza. El punto de la conversación, es que no sea simplemente escuchada sino entendida. Estas no son conversaciones fáciles de tener, bien sea con personas de tu misma raza o de diferente grupo racial.  No siempre se sentirá bien. Sin embargo, creo que, si tienes esas conversaciones con el corazón dispuesto y la mente abierta, pueden producir muchos frutos. Es así cómo podemos convertirnos en un constructor de puentes para la reconciliación racial.

6.  Acércate al espacio de alguien más

Piensa por un momento, ¿Cómo es tu círculo de amistades? ¿se parecen a ti? Si es así, entonces necesitas expandir tu círculo.

Nuestro país es una olla hirviendo de personas de todo el mundo y tus relaciones debería reflejar eso también. Admitiré que esto podría ser más sencillo en ciertas áreas que otras, pero se puede hacer.

Crecí en un vecindario predominantemente negro, sin embargo, fui a una iglesia multicultural. Desde una etapa temprana en la vida, fui expuesto a personas de diferentes culturas. Esta exposición a personas que lucían diferentes a mí, cuyas experiencias eran distintas a las mías, me dio el entendimiento y la apreciación de quienes eran.

Impulsarte a conocer verdaderamente personas de diferentes culturas y orígenes, te flexibiliza, de verdad te reto a hacerlo.

Acá hay algunas formas simples de hacerlo. Si hay compañeros de trabajo que sean de una etnia diferente a la tuya, invítalos a almorzar y trata de conocerlos. Si hay vecinos en tu comunidad de apariencia diferente a la tuya, invítalos a tu casa a tomar té o café. Si hay personas en tu iglesia diferentes a ti, es momento de hacer compañerismo juntos.

Hay diversas formas en las que puedes tener acceso al mundo de otra persona. Puede tomar un poco de esfuerzo y coordinación, incluso puede ser un trabajo duro, pero nadie dijo que construir un puente era fácil. Es así cómo podemos convertirnos en un constructor de puentes para la reconciliación racial.

7.  No veas solo color ¡Celébralo!

A menudo me sorprende cuando las personas dicen que no ven el color. Sé que tratan de decir que los ven a todos de la misma manera. Sin embargo, quiero que hagas algo diferente. Quiero que veas el color. La razón por la que lo digo es porque cada ser humano en este planeta ha sido creado a la imagen de Dios. Eso significa que Dios quería que hubiese color en la tierra. Él quería distintas tribus, idiomas, nacionalidades y personas en la tierra o si no, nos habría hecho iguales a todos. Así que, a partir de este punto, ve el color. Y cuando lo veas –celébralo.

Una de las alegrías de mi vida creciendo en una iglesia multicultural es que pude experimentar cosas que de otro modo nunca habría probado. Una de las cosas divertidas que experimenté fueron los matrimonios. He estado en matrimonios italianos, africanos, españoles, caribeños, de gente rica, de gente pobre, y disfrute en cada uno de ellos.

Lo que descubrí en esos momentos es que lo que Maya Angelou dijo es completamente cierto, somos más similares de lo que somos diferentes. Cada pareja, independientemente de su nacionalidad tuvo las mismas metas, sueños y aspiraciones. Estaban enamorados y emocionados de construir su vida juntos. Esto es cierto de cada persona de cada raza.

Así que de ahora en adelante te motivo a que cuando veas color, lo celebres. No los trates como si fueran diferentes, aprecia quienes son. Créeme, la vida es mucho más interesante y emocionante cuando lo haces. Es así cómo podemos convertirnos en un constructor de puentes para la reconciliación racial.

8.  Quédate ahí a largo plazo

Quiero que entiendas, que este trabajo no ocurrirá rápido ni fácil. El cambio y la transformación no se mueven tan rápido.

Si tu primera oportunidad para crear reconciliación te explota en la cara, no cedas.

Si tu compañero de trabajo te mira de forma divertida, no cedas. Si tu familia piensa que estas volviéndote loco, no cedas. Este es un viaje largo, que producirá sus frutos, pero también conlleva trabajo y esperar para hacer que ocurra. Te motivo a comprometerte con el proceso. Porque, aunque seas tú, o alguien más, estos puentes necesitan ser construidos. ¿Por qué no ser tú?  

El último puente

Hablar de la construcción de un puente y la reconciliación no estaría completo sin hablar del último puente y el último creador de puentes. La grieta más grande que ha existido es la grieta del pecado que existió entre Dios y el hombre. Nos estancamos en nuestro pecado sin formas de poder regresar y reconciliarnos con el padre. Sin embargo, en el cielo, había uno que dijo que construiría un puente. Este puente fue construido con madera y clavos –y fue sostenido con sangre.

Este último puente, la cruz del calvario, nos ha permitido reconciliarnos una vez más con el padre.

Sigamos el ejemplo del último constructor de puentes, Jesucristo. Sigamos su camino y unamos a las personas. No etiquetados con una raza u otra. Ni siquiera, etiquetados con la Bandera Americana y su grandeza, sino etiquetados con la cruz.

Bajo la cruz, no encontramos armonía completa sino unidad completa, porque todos estábamos en la misma condición y hemos sido redimidos por la misma sangre. Cómo la vieja expresión, el piso está al nivel de la cruz. Cuando nos juntemos bajo la cruz y exaltemos a Cristo seremos un solo pueblo y podremos eliminar de forma verdadera las divisiones raciales. Como un pensamiento final, te dejaré con las palabras elegantes de Pablo a la iglesia de los gálatas:

“Pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido. No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús”  - Gálatas 3:26-28  

Como un cuerpo, trabajemos y comencemos a construir puentes. Nuestro mundo lo necesita desesperadamente. Es así cómo podemos convertirnos en un constructor de puentes para la reconciliación racial.

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Recurso: https://bethebridge.com/

Clarece L. Haynes Jr es un vocero, profesor, autor y co-fundador del Club de Estudio de la Biblia. Ha pasado más de 30 años sirviendo al cuerpo de Cristo en distintos establecimientos y ya ha lanzado su primer libro La Búsqueda del Propósito. Si has luchado tratando de descubrir la voluntad de Dios, este libro te ayudará a descubrir las diferentes formas en las que Dios te lleva a su voluntad perfecta. Para aprender más acerca de su ministerio, por favor visita clarencehaynes.com.