Escrito por Kelly Needham

Hace un par de años nos cambiamos a un nuevo vecindario, las calles estaban cubiertas por las copas de los árboles por lo que la luz del día a veces era más tenue de lo normal. Esta característica hace que nuestra calle sea un destino popular para ir al halloween y pedir dulces. Pocas semanas después de movernos a la casa nueva, nuestros vecinos fueron amables de decirnos que tuviéramos un plan puesto que cientos de personas llegarían a pedir dulces y no solo eso, nuestra casa tenía fama de ser conocida como “la casa embrujada”. 

Sin que nosotros lo supiéramos, los dueños anteriores de nuestra casa habían cultivado una gran fama por su reputación durante el día de halloween. Esto creó un dilema para nosotros como cristianos. No queríamos seguir con una tradición durante la fiesta que celebra la maldad y lo grotesco, pero al mismo tiempo sentimos que teníamos una nueva oportunidad para hacer algo mejor, algo distinto, algo bueno que honrara a Dios. Sabíamos que durante esos días mucha gente vendría a la casa, entonces nos preguntamos, ¿cómo podemos capitalizar en esta oportunidad?     

Después de pensarlo y de orar mucho al respecto, mi esposo y yo decidimos que no cerraremos nuestras puertas. Tenemos muchos amigos que son misioneros en países extranjeros, y aprendimos de ellos que abrir nuestro hogar es una tremenda oportunidad para compartir el evangelio. Entonces en lugar de cancelar las expectativas de las personas, decidimos cambiar las expectativas. Tratamos de empezar a construir una nueva reputación para nuestro hogar durante este día, en lugar de ser una “casa embrujada” seríamos una casa de generosidad. Por lo tanto, decidimos que durante el día de halloween, cada una de las personas que vinieran a pedir dulces, serán recibidos por una persona amable de nuestra iglesia, se les dará una barra de chocolate o dulce de buen tamaño. Además, se les preguntaría si en alguna manera ellos quisieran que hagamos una oración por sus vidas, su familia, sus circunstancias etc.  

El evangelio es para pecadores y tenemos que compartirlo (con amor y entendimiento) 

Muchos cristianos piensan que dar dulces durante Halloween no es una buena idea. Asumen que regalar dulces es lo mismo que apoyar o ser parte de la maldad que este día representa, por lo tanto, se están comprometiendo y traicionando sus convicciones religiosas. Es cierto que el halloween puede y representa muchas cosas macabras, si es un día en que la gente quiere tomar parte de cosas oscuras y algunas que son plenamente perturbantes. Todo esto es cierto, sin embargo, nosotros, como cristianos, somos llamados a ser luz en la oscuridad. La luz brilla en medio de la oscuridad. Necesitamos ser luz en medio de la oscuridad de este día, esto no quiere decir que vamos a traicionar nuestras convicciones, al contrario vamos a responder a nuestro llamado de ser luz en los rincones de oscuridad del mundo. En Mateo 5:15 vemos que, “Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa”.  

Entre más oscura sea la noche, más sentiremos el resplandor de la luz. “De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial” (Mateo 5:16). ¿Quienes son los que necesitan ver y sentir la luz de Cristo? ¿Los santos o los pecadores?  

En el libro de Mateo vemos cómo los líderes religiosos en aquellos días acusaban a Jesús de relacionarse con los pecadores. Para contestar a tales acusaciones, Jesús responde: “No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos” (Mateo 9:12).

El evangelio de Cristo está dedicado para redimir a los pecadores, por lo tanto se debe de compartir con los pecadores. Si nuestro Señor y Maestro, Jesucristo, vino a pasar tiempo y compartir buenas nuevas con los pecadores, los marginados, los olvidados, los enfermos, los excluidos, ¿cómo entonces nosotros podemos pensar que somos “demasiado santos” como para pasar tiempo con ese tipo de personas? Es seguro que tenemos los otros 364 días del año para compartir el evangelio con nuestros vecinos, pero es durante el halloween que nuestros vecinos se acercan a nuestros hogares. Esto es una gran oportunidad, no la dejes pasar.

¡Haz algo distinto, haz algo para bien! 

Existen formas de platicar e interactuar con la gente durante halloween sin tener que someternos a formar parte de lo que este día significa. Desde procurar no adornar la casa con decoraciones macabras hasta cómo nos comportamos con los demás. Más bien buscamos alternativas sanas que apunten a un corazón puro y bondadoso. Podemos darle la bienvenida a los que llegan a casa, compartir con ellos una barra de chocolate y sobre todo, poder compartir una sonrisa, una anécdota positiva, una oración, un buen testimonio. Al hacer esto, podemos reflejar la luz de Cristo a los demás, “Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Romanos 6:23).     

Parte de lo que hace que nuestra generosidad sea tan impactante, es que aprovecha el número tan grande de personas que vienen a nuestra casa. El año pasado conseguimos un total de 1,500 dulces y casi todas se entregaron. No debemos gastar en lo que no tenemos, pero para nosotros es importante poder dar un poco de generosidad a los completos extraños que tocan a nuestra puerta, pero el dulce es solo “la carnada” lo que queremos dar es un buen testimonio de amor, respeto, comprensión y oración por nuestros vecinos. Dios ha sido generoso con nosotros en todos aspectos. Dios envió a su hijo para salvarnos de nuestros pecados. ¡Qué bondad y que generosidad! Esperamos que nuestras acciones atraigan a nuestros vecinos a poder ver una luz distinta, una luz buena, una luz generosa, la luz de Cristo.     

Toda nuestra intencionalidad ha producido buenos frutos a través de los años. Recuerdo que en una ocasión, mi esposo y un equipo de nuestra iglesia empezaron a conversar con muchachos de la preparatoria sobre el evangelio mientras disfrutaban de un chocolate. Uno de los muchachos dijo que “esta era la primera vez que escuchaba al respecto del evangelio”. Esa misma noche, uno de los muchachos decidió dar su vida a Cristo y empezar una nueva vida, un nuevo camino, una nueva esperanza. El evangelio de Cristo son buenas nuevas, ¡tengamos las agallas de compartirlo como tal! 

En otras ocasiones hemos aprendido nuevas formas en las que podemos ayudar en nuestra comunidad. Fuimos capaces de proveer a uno de nuestros vecinos con una nevera y ayudar a otros con sus problemas de luz. Una pequeña acción como estas es todo lo que se necesita para que la gente pueda experimentar el amor de Dios. Desde entonces ellos vienen a la iglesia y están buscando más del Señor. De igual manera podemos escuchar los testimonios de cómo Dios ha estado actuando y cambiando sus vidas.     

Jesús ha vencido la muerte

Hebreos 2:14-15 dice así: “Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, él también compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo—, 15 y librar a todos los que por temor a la muerte estaban sometidos a esclavitud durante toda la vida”. 

Estos son mis versículos preferidos durante el halloween. Es un recordatorio que Jesús derrotó a la muerte, derrotó al enemigo y venció a la muerte. En alguna forma, me recuerda que eso mismo es lo que queremos hacer en nuestra casa durante el halloween, vencer a la muerte y a la oscuridad compartiendo la luz que da vida, la luz de nuestro Señor Jesucristo. Recordemos que Romanos 6:23 nos dice que  “la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor”.   

Entonces, ¿podrías orar por nosotros durante este año? ¿Podrías orar por tus vecinos y por tu familia durante el halloween para que puedan ser luz en medio de la oscuridad? Espero que estas ideas y nuestro testimonio te puedan ser de ayuda para que en esta época puedas ser luz en medio de la oscuridad. Utiliza las oportunidades que tenemos para compartir el evangelio de Dios con tus vecinos, con tu familia, con la persona que llegue a tu casa buscando un dulce, puede que en lugar reciba el pan de vida. 

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Kelly Needham está casada con el cantautor Jimmy Needham. Ella empezó a escribir y corresponder con su audiencia alrededor del año 2008. Kelly es una contribuidora regular de “Revive our Heat” y sus artículos han sido publicados en “Desiring God”, “The Gospel Coalition”, y “Crosswalk”.