Conexión Vertical - 9 de Junio

 

De pequeño crecí viendo El Chavo del 8, Chespírito y el Chapulín Colorado entre otros, y siempre recuerdo que cuando alguien clamaba -¿Y ahora, quién podrá ayudarme?- saltaba desde detrás del mueble, o quizás brincaba desde afuera por la ventana o de cualquier otra forma atropellada, el tan esperado personaje vestido de rojo con sus antenitas de vinyl y el gran corazón amarillo en el pecho diciendo su frase típica "Yoooo, el Chapulín Colorado" 

 

Muchas veces cuando los problemas nos alcanzan y nos encontramos sin salida o con el agua hasta el cuello, cerramos nuestros ojos y en un grito silencioso generado en esa angustia pedimos ¿Y ahora, quién podrá ayudarme?, Quisiéramos ver a nuestro Dios saltar en frente a nosotros diciéndonos, Yooooooo, y en muchos casos eso no pasa. 

 

Dios no es el Chapulín Colorado ni ningún otro estereotipo de súper héroe con el que crecimos y que en muchos casos nos atrofiaron la manera de luchar, esperando que algo mágico o que algún personaje con súper-poderes llegara a nuestro encuentro y que de una forma mágica nos librara de los problemas sin nosotros tener que hacer nada ni asumir responsabilidades. 

 

A lo largo de nuestra vida llegan situaciones que nos hacen voltear la mirada a nuestro Dios y quisiéramos que El diera un salto de inmediato, y le reclamamos que El es mejor que el chapulín, que el podía llegar antes de que termináramos la oración pidiéndole ayuda, y realmente si, El puede llegar aun antes de que nosotros apenas pensáramos en clamarle por auxilio; Pero repito, no es su forma de actuar y en la mayoría de los casos El ya estaba delante de nosotros. 

 

No puedes ver llegar a alguien que ya está delante de ti, no se si me entiendes, pero es que ya El estaba listo para ayudarte, siempre lo ha estado, pero hemos perdido el tiempo tratando de resolver nuestros asuntos a nuestra manera y ni siquiera nos hemos detenido a mirar a ese lugar donde El respetuosamente está esperando por ti con la solución a tu necesidad. 

 

Dios no salta haciendo piruetas para llamar tu atención apenas pides ayuda, El va directo al punto y en el momento preciso y eso es lo que mas nos cuesta aceptar y entender; Que la solución vendrá en su momento perfecto y que durante la espera nos está enseñando entre otras muchas cosas a depender de El y a darnos cuenta que solos no podemos hacer mucho; Por supuesto que cada uno tiene que hacer su parte y la nuestra es caminar siempre y no quedarnos quietos. Y cuando digo caminar, estoy llamando tu atención a luchar por las cosas, trabajando y siendo responsable en hacer lo que tienes que hacer correctamente y cuando dejas que Dios haga su parte, entonces esta el equipo perfecto trabajando para tu bien. 

 

Dale el lugar a Dios, camina confiado en El y sigue hacia adelante sabiendo que todas las cosas para los hijos de Dios obran para bien; pero recuerda, en su tiempo perfecto. 

 

Quizas El no salte de inmediato como el Chapulín Colorado pero si es mas efectivo.

 

 

Gonzalo Rodriguez