1 Chronicles 21

En la lectura de hoy:

El pecado de David en tomar un censo de su ejército, sus preparaciones para edificar el templo y las instrucciones a Salomón; los deberes de los levitas

Salomón tenía unos 20 años de edad cuando él fue ungido rey. Por razón de que los jóvenes no tienen los años de experiencia que sus ancianos tienen, ellos a veces subestiman las cosas que son de mayor importancia. Consecuentemente, David no estaba satisfecho con sólo proveer los materiales que Salomón necesitaba para edificar el templo, por eso le dijo: «Y Jehová te dé entendimiento y prudencia, para que cuando gobiernes a Israel, guardes la Ley de Jehová tu Dios. Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes. . . . Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario de Jehová Dios, para traer el arca del pacto de Jehová, y los utensilios consagrados a Dios, a la casa edificada al nombre de Jehová» (I de Crónicas 22:12-13,18-19).

Toda la acumulación de materiales que David hizo estaba ahora en las manos de su hijo. Pero Salomón había ignorado el consejo espiritual que su padre David le había dicho de poner su corazón y su ánimo « . . . en buscar a Jehová vuestro Dios». La construcción del templo debería de haber tomado primer lugar, pero Salomón puso sus intereses personales primero, y no llegó a empezar a edificar el templo hasta el cuarto año de su reino. Al contrario, él empezó a acumular carros militares y caballos, y muchas esposas también (II de Crónicas 1:14; 3:1-2; I de Reyes 10:26-11:4). Esto fue una violación de la ley para los reyes de Israel (Deuteronomio 17:16-18).

El llamamiento que David le hizo a Salomón es todavía una necesidad para cada creyente. La verdadera fe es demostrada por nuestro compromiso y obediencia a la Palabra de Dios, y nuestra dependencia en que Él responderá todas nuestras oraciones, mientras que hacemos todo lo posible, para que se cumpla Su voluntad. Nosotros no podemos pensar que podemos «dejárselo todo en las manos de Dios y sentarnos a esperar». El Señor espera nuestra participación en todo lo que podemos llegar a hacer. Jesucristo llama a cada creyente a « . . . buscad primeramente el reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas» (Mateo 6:33). Entonces podemos considerar esto: «¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?» (Santiago 2:21-22).

Pensamiento para hoy:

Satanás nos tienta a pecar, pero por la gracia de Dios podemos resistirle.

Lectura opcional:

I de Corintios 5

Versículo de la semana para aprender de memoria: II de Corintios 8:9