La maldición de los malos hábitos 
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Juan 8:34-36

Hace algunos años un zoológico en Denver, Colorado recibió un oso polar. Desafortunadamente el zoológico no tenía un hábitat particular para este oso. Afortunadamente, estaban en medio de una campaña para recaudar fondos de manera que alteraron los planes para que incluyera el hábitat para este oso polar.

Ahora bien, el oso esperó tres años en una jaula que solamente le permitía dar tres pasos de un lado a otro. Y ese fue su estilo de vida por tres años.  Finalmente, el oso fue introducido a su nuevo y hermosísimo hábitat; con unas cascadas preciosas, una cueva grande, un tremendo césped y un lago enorme para que pudiera nadar y jugar.

Pero durante las próximas semanas, el oso continuaba dando tres pasos de un lado a otro. El oso estaba atascado. No solamente estaba encarcelado por el zoológico sino que estaba atascado mentalmente en un hoyo.  El oso había llegado a sentirse entumecidamente cómodo. Se había convertido en una criatura de hábitos.

Y qué triste, el oso eligió vivir a un nivel inferior del que el zoológico le estaba ofreciendo. Muchas personas son igual que ese oso, entumecidos por sus hábitos.

Viviendo a un nivel inferior del que Dios les ha ofrecido.

Muchas personas son más esclavas que libres. Así como el oso polar, han llegado a estar entumecidamente cómodos, conformes, atascados, criaturas de hábitos.  Encarcelados por los atascos subliminales de los malos hábitos que están profundamente arraigados en su vidas que ni siquiera saben que están ahí.

Ahora bien, cuando penamos en los malos hábitos tendemos a pensar en los más feos, ¿Sí o no? Así que en vez de darle un lista mejor le doy la definición de un mal hábit

 y que es nocivo para usted".

El problema es que los malos hábitos proveen gratificación instantánea, son un escape del dolor de la realidad de la vida. Puede ser dar portazos, insultar, romper cosas, maldecir, gritarle a su esposa. Puede ser injuriar a los familiares, arrojar objetos, prender un cigarro, o echarse un trago. Todas estas cosas llegan a controlarnos y lo que sucede es que nos hacen prisioneros de nuestros propios reflejos condicionales.

Y entre más ignore esos malos hábitos o los trate de justificar diciend "¡Es que así soy yo!" Más arraigados y destructivos llegan a ser. Por lo regular crecen sin que usted se dé cuenta hasta que ya han hecho serios avances en su vida.

Jesucristo dij "Si el hijo los libera entonces ustedes serán verdaderamente libres".

De manera que no espere más, hoy es el día ideal para liberarse de los malos hábitos. 

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