En el libro de Génesis podemos encontrar una gran historia de amor, redención, y perdón que a pesar de llevar varios años fue cumplida en base a las promesas que Dios le hizo a un joven llamado José. Todo comienza cuando José era niño y siendo el menor de todos sus hermanos, José fue el hijo más amado por su padre Israel, quien le dio una túnica especial hecha de muchos colores lo cual le dio muchos celos a los demás hermanos. Mientras aún era muy joven, José reporto a su padre y hermanos que había tenido un sueño en donde sus hermanos así como el sol y la luna se inclinaban delante de él, lo cual hizo que sus hermanos se enojaran más en contra de él. Días después sus hermanos planearon vender a José como esclavo a una caravana quien lo llevo hasta la tierra de Egipto y ahí lo volvieron a vender a un hombre llamado Potifar, quien fuera el capitán de la guardia del faraón.     

 

Estando como sirviente en la casa de Potifar, el Espíritu de Dios hace que José encuentre gran favor con Potifar así como con los guardias de la cárcel. Con ayuda de Dios, José interpreta el sueño de dos prisioneros prediciendo que uno de ellos sería liberado pero el otro sería ahorcado. Tiempo después, faraón empieza a tener sueños perturbadores que nadie le puede explicar, hasta que manda traer a José, quien le dice que sus sueños quieren decir que habrá siete años de extremada abundancia en Egipto, seguidos por siete años de extrema hambruna por toda la tierra. El faraón reconoce el don de José y lo hace jefe administrador por sobre toda la tierra de Egipto.

 

Después de los siete años de prosperidad, la hambruna llego hasta la tierra de Canaán lo que eventualmente hace que el padre de José (quien pensó que su hijo José fue devorado por leones hace años) mandó a sus hijos a comprar granos de los egipcios, pero dejó que Benjamín, su hijo más pequeño se quedara con él porque no quería perderlo como lo hizo con José. Cuando José reconoce a lo lejos que sus hermanos venían ante él para comprar granos José intencionalmente escondió su identidad, posteriormente los acusa de ser espías y les dice que regresen con Benjamín o de otra forma no les vendería nada. Debido a la fuerte hambruna el padre de José, Jacob, se ve obligado a dejar que Benjamín vaya a Egipto junto con sus hermanos y al llegar a Egipto todos ellos son bienvenidos e invitados sorpresivamente a una cena a la casa de José quien aún no les había revelado a sus hermanos su verdadera identidad. En medio de la cena José decide poner a prueba el carácter de sus hermanos y pone copas de plata en la bolsa de Benjamín y falsamente los acusa de robo. Cuando después de intentar convencer que ellos no habían robado nada, Judá el hermano se ofrece a quedarse en lugar de Benjamín para recibir el castigo y viendo esto y sabiendo que decían la verdad, José se soltó a llorar al ver que sus hermanos habían cambiado y posteriormente les reveló su identidad. Llenos de miedo por lo que le habían hecho a José hace años él les dice que no tengan miedo que no tomaría represalias de ningún tipo y que muy por el contrario, todo el mal que ellos le hicieron a José cuando era niño, Dios lo había transformado para bien a tal grado que lo hizo el segundo al mando en Egipto para hacer que su familia sobreviviera la hambruna. José les pido a sus hermanos que fueran a su casa y regresaran con su padre y madre así como con todas sus pertenencias para que vinieran a vivir cerca en las provincias de Egipto puesto que todavía faltaban cinco años para que terminara la hambruna. Al regresar Jacob pudo por fin reunirse con su amado hijo.