6 Solo los sacerdotes y levitas que estén de servicio entrarán en el templo del SEÑOR, pues ellos están consagrados; nadie más podrá entrar. El pueblo deberá obedecer el precepto del SEÑOR.
7 Arma en mano, los levitas rodearán por completo al rey; y si alguien se atreve a entrar al templo, mátenlo. ¡No dejen solo al rey, vaya donde vaya!»
8 Los levitas y todos los habitantes de Judá cumplieron con todo lo que el sacerdote Joyadá les había ordenado. Cada uno reunió a sus hombres, tanto a los que estaban de servicio el sábado como a los que estaban libres, pues el sacerdote Joyadá no eximió a ninguno de los turnos.
9 Este repartió entre los capitanes las lanzas y los escudos grandes y pequeños del rey David, que estaban guardados en el templo de Dios,
10 y luego colocó en sus puestos a todos. Cada uno, arma en mano, protegía al rey cerca del altar y desde el lado sur hasta el lado norte del templo.
11 Luego sacaron al hijo del rey, le pusieron la corona, le entregaron una copia del pactoa y lo proclamaron rey. Joyadá y sus hijos lo ungieron y gritaron: «¡Viva el rey!»
12 Cuando Atalía oyó la gritería del pueblo que corría y aclamaba al rey, fue al templo del SEÑOR, donde estaba la gente.
13 Allí vio al rey de pie, junto a la columna de la entrada, y a los capitanes y músicos a su lado. Toda la gente tocaba alegre las trompetas, y los cantores, acompañados de instrumentos musicales, dirigían la alabanza. Al ver esto, Atalía se rasgó las vestiduras y gritó: «¡Traición! ¡Traición!»
14 Entonces el sacerdote Joyadá, como no quería que la mataran en el templo del SEÑOR, hizo que salieran los capitanes que estaban al mando de las fuerzas, y les ordenó: «¡Sáquenla de entre las filas! Y si alguien se pone de su lado, ¡mátenlo a filo de espada!»
15 Así que la apresaron y la llevaron al palacio por la puerta de la caballería, y allí la mataron.
16 Luego Joyadá hizo un pacto con toda la gente y con el rey, para que fueran el pueblo del SEÑOR.
17 Entonces toda la gente fue al templo de Baal y lo derribó. Destruyeron los altares y los ídolos, y en frente de los altares degollaron a Matán, sacerdote de Baal.
18 Después Joyadá apostó guardias en el templo del SEÑOR, bajo las órdenes de los sacerdotes y levitas. A estos David les había asignado sus turnos para que ofrecieran al SEÑOR los holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés, y para que cantaran con gozo, como lo había ordenado David.
19 También colocó porteros en la entrada del templo del SEÑOR, para que le impidieran el paso a todo el que estuviera impuro.
20 Acto seguido, Joyadá, acompañado de los capitanes, los nobles, los gobernadores y todo el pueblo, llevó al rey desde el templo del SEÑOR hasta el palacio real, pasando por la puerta superior, y sentaron a Joás en el trono real.
21 Todo el pueblo estaba alegre, y tranquila la ciudad, pues habían matado a Atalía a filo de espada.

Otras traducciones de 2 Crónicas 23:6

La Biblia de las Américas (Español) BLA

2 Crónicas 23:6 Pero que nadie entre en la casa del SEÑOR sino los sacerdotes y los levitas que ministran; éstos pueden entrar porque son santos. Y que todo el pueblo guarde el precepto del SEÑOR.

English Standard Version ESV

6 Let no one enter the house of the LORD except the priests and ministering Levites. They may enter, for they are holy, but all the people shall keep the charge of the LORD.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

6 Y ninguno entre en la Casa del SEÑOR, sino los sacerdotes y los levitas que sirven; éstos entrarán, porque son santos; y todo el pueblo hará la guardia del SEÑOR

King James Version KJV

6 But let none come into the house of the LORD, save the priests, and they that minister of the Levites; they shall go in, for they are holy: but all the people shall keep the watch of the LORD.

New King James Version NKJV

2 Chronicles 23:6 But let no one come into the house of the Lord except the priests and those of the Levites who serve. They may go in, for they are holy; but all the people shall keep the watch of the Lord.

Nueva Traducción Viviente NTV

6 Recuerden, solo los sacerdotes y los levitas de turno pueden entrar al templo del Señor
, porque han sido separados como santos. El resto del pueblo deberá obedecer las instrucciones del Señor
y permanecer fuera.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

6 Y ninguno entre en la casa de Jehová, sino los sacerdotes y Levitas que sirven: éstos entrarán, porque están consagrados; y todo el pueblo hará la guardia de Jehová.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

6 Y ninguno entre en la Casa del SEÑOR, sino los sacerdotes y los levitas que sirven; éstos entrarán, porque son santos; y todo el pueblo hará la guardia del SEÑOR.
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