La Biblia de las Américas (Español) BLA
Ezequiel 10:2
Y El habló al hombre vestido de lino y dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárcelos sobre la ciudad. Y ante mis ojos entró.
English Standard Version ESV
2
And he said to the man clothed in linen, "Go in among the whirling wheels underneath the cherubim. Fill your hands with burning coals from between the cherubim, and scatter them over the city."And he went in before my eyes.
La Biblia del Jubileo 2000 JBS
2
Y habló al varón vestido de lienzos, y le dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, y llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines, y derrama sobre la ciudad. Y entró a vista mía
King James Version KJV
2
And he spake unto the man clothed with linen, and said, Go in between the wheels, even under the cherub, and fill thine hand with coals of fire from between the cherubims, and scatter them over the city. And he went in in my sight.
New King James Version NKJV
Ezekiel 10:2
Then He spoke to the man clothed with linen, and said, "Go in among the wheels, under the cherub, fill your hands with coals of fire from among the cherubim, and scatter them over the city." And he went in as I watched.
Nueva Traducción Viviente NTV
2
Entonces el Señor
le habló al hombre vestido de lino y le dijo: «Métete entre las ruedas que giran debajo de los querubines, toma un puñado de carbones encendidos y espárcelos sobre la ciudad». Así que el hombre lo hizo mientras yo observaba.
Nueva Versión Internacional NVI
2
Y el SEÑOR le dijo al hombre vestido de lino: «Métete entre las ruedas que están debajo de los querubines, toma un puñado de las brasas que están entre los querubines, y espárcelas por toda la ciudad». Y el hombre se metió allí, mientras yo miraba.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
2
Y habló al varón vestido de lienzos, y le dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, y llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines, y derrama sobre la ciudad. Y entró a vista mía.