1JEHOVA, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas para mí demasiado sublimes.2En verdad que me he comportado y he acallado mi alma, Como un niño destetado de su madre: Como un niño destetado está mi alma.3Espera, oh Israel, en Jehová Desde ahora y para siempre.
1ACUÉRDATE, oh Jehová, de David, Y de toda su aflicción;2Que juró él á Jehová, Prometió al Fuerte de Jacob:3No entraré en la morada de mi casa, Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;4No daré sueño á mis ojos, Ni á mis párpados adormecimiento.5Hasta que halle lugar para Jehová, Moradas para el Fuerte de Jacob.6He aquí, en Ephrata oímos de ella: Hallamósla en los campos del bosque.7Entraremos en sus tiendas; Encorvarnos hemos al estrado de sus pies.8Levántate, oh Jehová, á tu reposo; Tú y el arca de tu fortaleza.9Tus sacerdotes se vistan de justicia, Y regocíjense tus santos.10Por amor de David tu siervo No vuelvas de tu ungido el rostro.11En verdad juró Jehová á David, No se apartará de ellos: Del fruto de tu vientre pondré sobre tu trono.12Si tus hijos guardaren mi alianza, Y mi testimonio que yo les enseñaré, Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.13Porque Jehová ha elegido á Sión; Deseóla por habitación para sí.14Este es mi reposo para siempre: Aquí habitaré, porque la he deseado.15A su mantenimiento daré bendición: Sus pobres saciaré de pan.16Asimismo vestiré á sus sacerdotes de salud, Y sus santos darán voces de júbilo.17Allí haré reverdecer el cuerno de David: He prevenido lámpara á mi ungido.18A sus enemigos vestiré de confusión: Mas sobre él florecerá su corona.