Alicia Bruxvoort

15 de febrero de 2024

Está bien si está desordenado
ALICIA BRUXVOORT

¡Lloren a viva voz delante del Señor, oh murallas de la bella Jerusalén! Que sus lágrimas corran como un río, de día y de noche. No se den descanso; no les den alivio a sus ojos. Lamentaciones 2:18 (NTV)

«Está bien si está desordenado», les dije a mis alumnos mientras abrían sus cuadernos y comenzaban a escribir. Naturalmente, sabían que no me refería a su caligrafía; estaba hablando de la vida.

Los adolescentes de mi clase estaban más familiarizados con el fracaso académico que con el éxito. Y, lamentablemente, cuando nos conocimos, muchos de ellos habían comenzado a creer que sus percibidas deficiencias definían su valor. A menudo ocultaban su dolor bajo bravuconadas o apatía, pero detrás de esas hábiles fachadas había humanos maravillosos y heridos que anhelaban ser comprendidos.

No podía cambiar el pasado de mis alumnos, pero podía crear un espacio de gracia en el presente. Entonces modelé la autenticidad y la honestidad. Y cada semana, hacíamos una pausa en nuestro estudio de historias clásicas para considerar con franqueza las nuestras.

A medida que mis alumnos empezaron a confiar en mí, a menudo dejaban sus cuadernos en mi escritorio, con las esquinas dobladas en las páginas que querían que leyera.

No se desempeñaban para obtener calificaciones ni se esforzaban por obtener elogios. Estaban descubriendo la alegría de ser conocidos. Al darse cuenta de que no necesitaban luchar solos, estaban encontrando un alivio apacible.

Estoy pensando en esos estudiantes mientras me siento con mi diario de oración esta mañana y hablo con Dios sobre una decepción que estoy cargando. Mis palabras son desconcertadas y tristes, confusas y enojadas. Pero son honestas.

La Biblia llama a este tipo de oración “lamento”. Afortunadamente, nos recuerda que no necesitamos ocultar nuestro dolor a Dios detrás de palabras refinadas o peticiones falsas. Está bien decirle a Dios la verdad.

De hecho, en el libro de Lamentaciones, encontramos a un hombre que llevó sus clamores y quejas a Dios. Y su ejemplo nos da permiso para hacer lo mismo:

¡Lloren a viva voz delante del Señor, oh murallas de la bella Jerusalén! Que sus lágrimas corran como un río, de día y de noche. No se den descanso; no les den alivio a sus ojos (Lamentaciones 2:18).

El lamento es una práctica antigua arraigada en la relación con Dios. Es una danza íntima de confianza y proclamación de la verdad. A primera vista, puede parecer demasiado audaz, pero en realidad es tanto reverente como valiente.

Lamentarse es volverse hacia Dios, en lugar de enojarse contra Él.
Es elegir la autenticidad en lugar de la apatía, la franqueza en lugar de la simulación.
Lamentar es procesar nuestro dolor en presencia de Su amor.

Entonces, mientras las lágrimas caen sobre la página de mi diario, sigo el ejemplo de quienes dijeron la verdad antes que yo y comparto mi lamento con Jesús. Y cuando mis palabras se secan (y mis lágrimas también), un alivio tranquilo hace crecer mi corazón. Porque mis llantos no repelen a mi Salvador. De hecho, lo acercan (Salmo 145:18).

Y mientras disfruto de Su tierna presencia, recuerdo lo que es verdad: somos comprendidas y plenamente conocidas. E incluso cuando la vida parece complicada y desordenada, no luchamos solas.

Querido Jesús, Tú conoces mis sentimientos y comprendes mis luchas. Dame el valor para recurrir a Ti en mi lucha y confiarte mi dolor. Gracias por ser mi lugar seguro de gracia. En el Nombre de Jesús, Amén.

RECOMENDAMOS

Sin importar lo mucho que te hayas equivocado, sin importar las dificultades ni el dolor que hayas experimentado, nada puede destruir el valor inestimable que Dios le dio a tu vida. Tras superar sus propios retos significativos, el pastor Michael Todd ofrece el apoyo que necesitas para identificar el daño que has experimentado, además de herramientas prácticas para recibir la sanidad de Dios. El libro Dañado pero no destruido nos recuerda que podemos superar la mentira de que nuestros errores y dolores nos hagan indignos del amor y el llamado de Dios. ¡Obtén tu copia hoy!

CONÉCTATE

¿Buscas más aliento? Proverbs 31 Ministries tiene recursos bíblicos gratuitos en español que traerán esperanza y te ayudarán a navegar el día a día.

PROFUNDICEMOS

Salmo 130:2, ¡Señor, oye mi voz! Estén atentos Tus oídos A la voz de mis súplicas. (NBLA)

¿De qué desilusión, frustración, tristeza o dolor necesitas hablar con Dios hoy? Puedes simplemente empezar con Jesús, honestamente, me siento…

Si no estás en una temporada de lucha en este momento, ¿cómo podrías ser un lugar de gracia para alguien que sí lo está? Comparte con nosotras en los comentarios.

© 2024 por Alicia Bruxvoort. Todos los derechos reservados.

Proverbs 31 Ministries
 P.O. Box 3189
 Matthews, NC 28106
www.Proverbs31.org