Una manera de entender el significado de la muerte de Jesucristo es imaginar una escena en la corte en la que somos juzgados por nuestros pecados y Dios es el juez. Nuestros pecados contra Dios son delitos capitales. Dios mismo es nuestro juez, y de acuerdo a la ley divina nuestros crímenes merecen la pena de muerte. La muerte, en el sentido espiritual, significa separación eterna de Dios en el tormento sin fin. Eso es un juicio muy grave.

Al derramar Su sangre en la cruz, Jesús tomó el castigo que merecemos y nos ofreció Su justicia. Cuando confiamos en Cristo para nuestra salvación, esencialmente estamos haciendo un intercambio. Por fe, cambiamos nuestro pecado y la pena de muerte que lo acompaña, por Su justicia y vida.

En términos teológicos, esto se llama "Expiación Penal Sustitutiva". Cristo murió en la cruz como nuestro sustituto. Sin Él, tendríamos que sufrir la pena de muerte por nuestros propios pecados....

El escritor a los Hebreos lo dice de esta manera: "Y según la ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón" (Hebreos 9:22). Para que Dios perdone nuestros pecados, Su juicio tuvo que ser satisfecho y eso requiere el derramamiento de sangre.

Algunos se oponen [diciendo], "El derramamiento de sangre parece tan atroz. ¿Es realmente necesario? ¿Por qué Dios no simplemente perdona?" Porque Dios es santo, Él debe juzgar el pecado. ¿Dejaría un juez justo y recto que el mal quedara impune? En la cruz, Dios derramó Su juicio sobre Su Hijo, satisfaciendo Su ira y haciendo posible que Él nos perdone. Es por eso que Jesús derramó Su sangre por sus pecados, mis pecados y los pecados de todo el mundo....

Dios desató Su ira sobre Su Hijo para que nosotros nos ahorremos ese horrible destino. Este es el mensaje central de la cruz y la razón de nuestra esperanza: Dios abandonó a su Hijo para que Él nunca nos abandone. Dios nos asegura, “NUNCA TE DEJARÉ NI TE DESAMPARARÉ” (Hebreos 13:5). ¿No es una promesa maravillosa?

Extraído de "¿Cómo Salva la muerte de Jesucristo?" por Insight for Living Ministerios (utilizado con permiso).

Chuck Swindoll

Traducción: Julie Núñez