1. La prosperidad no significa que conozcas a Dios

Josué llevo a los israelitas hacia la tierra prometida, y el tiempo de los jueces surgió tras su muerte. Aunque los israelitas habitaban la bendición, no sabían de dónde venían estas bendiciones.

“Y Judá marchó contra los cananeos que habitaban en Hebrón (el nombre de Hebrón antes era Quiriat-arba); e hirieron a Sesai, a Ahimán y a Talmai.” Jueces 1:10

Es algo escalofriante saber que las iglesias pueden crecer y tener éxito no porque sean cercanas al corazón de Dios, sino porque han aprendido a través de la tradición y los buenos negocios a construir una empresa. El tiempo de los jueces estaba lleno de ascensos y caídas, desastre y éxito, pero hay una cantidad de personas rechazando al Dios único y verdadero por un ídolo falso, los cuales pueden ser el conocimiento, los negocios y algunas prácticas. La iglesia y sus líderes no pueden olvidar nunca de donde viene la vida verdadera. Deben recordar la oración que Jesús hizo por su iglesia: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” Juan 17:3.

2. No subestimen el poder de aquellos que son diferentes

Una de las características más hermosas y sorprendentes de la iglesia es su diversidad. Ella alcanza a gran parte del mundo y hace discípulos en todas las naciones. Mientras que la iglesia global puede estar hecha para cada raza, sexo y habilidades, muchas iglesias locales luchan con la homogeneidad. Otro problema es cuando las iglesias reciben a quienes son diferentes, esperando que asimilen y se adhieran a las costumbres de la iglesia, lo cual puede estar fuera de lo que Jesús pide a su pueblo.

Cuando se creen equipos o se escojan líderes, las iglesias deben recordar que un cuerpo está compuesto de muchas partes, y cada una tiene su función particular.

“Así como la iglesia, nosotros también perdemos fortaleza cuando demandamos a las personas a pensar, actuar y luzcan de la misma manera”

En Jueces 3 fue la característica diferente de Aod que le permitió ser el libertador de Israel de Eglón, el rey de Moab. Aod era un estratega zurdo que nació en una sociedad de diestros. Siendo su diferencia mínima, era vital para su éxito como un juez. Aod era subestimado porque era diferente, y perdemos fortaleza, tal cual como la iglesia, cuando demandamos a las personas a que piensen, actúen y luzcan de la misma manera. Debemos permanecer firmes en la palabra de Dios al seguir sus mandamientos como lo permite el Espíritu, buscando unidad en medio de la diversidad. Somos mejores glorificando a Dios cuando las diferentes partes de la iglesia funcionan como un todo.

3. No suprimas el poder de las mujeres en tu iglesia

Es una tragedia cuando a las mujeres se les niega la oportunidad de usar sus dones en la iglesia. No solo atrasa una gran parte de la congregación, sino que es un pastoreo pobre. Las mujeres son usadas por Dios poderosamente a través de las escrituras, y mientras que el cuerpo de Cristo pueda tener una perspectiva diferente en cuanto al asunto de las mujeres como pastoras o ancianas, no hay duda de que las mujeres pueden moverse poderosamente para el avance del reino de Dios.  Ese poder no debería ser suprimido porque las mujeres son una persona de igual valor en el reino de Dios.

“Ella tenía vitalidad, fue escogida por Dios y tenía un rol que cumplir.”

Jueces sostiene algunos ejemplos sorprendentes de mujeres valientes. Débora era una jueza, profetiza y un conducto del poder militar de Dios. Sus propios líderes militares desearon su presencia a su lado.

Jueces 4:8-9 revela el requerimiento de Barac: “Le respondió Barac: Si tú vas conmigo, yo iré; pero si no vas conmigo, no iré. Y ella dijo: Ciertamente iré contigo; sin embargo, el honor no será tuyo en la jornada que vas a emprender, porque el Señor venderá a Sisará en manos de una mujer. Entonces Débora se levantó y fue con Barac a Cedes.”

Cuando Sisara, el malo de la película huía de Barac, busco un santuario de Jael, la esposa de Heber el ceneo, con quien tenía una alianza. Poco sabían que Jael era astuta, hospitalaria y su pronta asesina. Ella lo recibió, le ofreció refrigerio y un lugar para descansar y luego, “Pero Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda y tomando en la mano un martillo, se le acercó silenciosamente y le clavó la estaca en las sienes, la cual penetró en la tierra, pues él estaba profundamente dormido y agotado, y murió. “ Jueces 4:21. El Señor liberó a Israel a través de sus manos. Ella tenía vitalidad, fue escogida por Dios y tenía un rol que cumplir. Las iglesias no deben suprimir la habilidad de las mujeres a contribuir de formas profundas y significantes.

4. Los líderes ascienden y caen, pero la lealtad de Dios permanece

El libro de Jueces muestra que incluso los líderes más heroicos pueden caer y llevarse a otros consigo. A Gedeón le dijo un ángel que el Señor estaba con él, y que él era un guerrero valiente. Luego de que Dios le dio la victoria con recursos intencionalmente insuficientes, el legado de Gedeón concluye con el fracaso. Gedeón se negó al reinado y se aferró a los pecados de su padre idólatra bajo el escenario de la celebración de una victoria militar. Gedeón se apegó a las fortunas que obtuvo de aquellos que derrotó y aunque no fue llamado un “dios”, recibió alabanzas y las personas incrementaron los testimonios.

“Y Gedeón hizo de ello un efod, y lo colocó en Ofra, su ciudad, con el cual todo Israel se prostituyó allí, y esto vino a ser ruina para Gedeón y su casa.” Jueces 8:27

“Vemos a Jesús como nuestro modelo de la fe. Ningún hombre o mujer debe ser ascendido a lugares de idolatría”

Esta misma tragedia golpea hoy en día el corazón de la iglesia; los líderes comienzan con los más puros motivos, deseando las almas de las ovejas, ver a la redención obrando y servir bien a Dios. Pero todo mientras esconden su pecado. Fallan a aquellos que confiaron en ellos y dejan un legado de traición en vez de lealtad.

No hay excusas para el pecado que hemos visto a Dios traer a la luz mientras purifica la iglesia, pero tenemos esta esperanza: Dios nunca falla. Tal y como Ed Stetzer dijo, “Movámonos de la decepción hacia la desesperación, sin embargo, debemos recordar este hecho muy, muy importante: Vemos a Jesús como nuestro modelo de la fe. Ningún hombre o mujer debe ser ascendido a lugares de idolatría, en tal caos que sean aplastados bajo el peso del pecado”.

5. Permanece en la verdad, no en lo que parece correcto ante tus propios ojos

Es tan sencillo para el monólogo interno sonar como la verdad, pero a menudo nos mentimos a nosotros mismos para aliviar la incomodidad que nuestras propias equivocaciones y pecado han dejado en nuestra alma. Comenzamos a aceptar las sugerencias de nuestros miedos y deseos en vez de permanecer firmes en lo que Dios dice que es verdadero. Hacemos lo que las personas que vivieron en el tiempo de los jueces hacían: “En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus ojos.” Jueces 21:25.

No podemos permitirnos intercambiar la verdad por tolerancia. Necesitamos buscar lo que es correcto ante los ojos de Dios, quien reina como el rey verdadero. Cuando hacemos lo que es correcto ante nuestros propios ojos, sin considerar la verdad de Dios, nos convertimos en nuestros propios dioses en un mundo en el que millones de personas actúan como sus propios dioses. Y la guerra que se desata en hogares, iglesias y naciones comienza a rivalizar con aquellos

“Jueces revela el quebrantamiento de la humanidad separado del espíritu”

Hay solo algunas lecciones que Jueces tiene para la iglesia. Si nunca has leído el libro, hoy es un buen día para comenzar. Más allá de los dramas que consigues en Netflix o Twitter; no solo encontrarás las historias completas a lo mencionado aquí, también leerás de Sansón, el voto peligroso de Jafet, una concubina asesinada trágicamente, y mucho más. Jueces revela el quebrantamiento de la humanidad separado del Espíritu que intercede. Estas historias claramente muestran lo que la iglesia necesita.

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Chara Donahue es una escritora independiente, quien trabaja en su primer libro. Disfruta hacer sesiones de orientación bíblica con mujeres, y saborear café cuando sus cuatro hijos se encuentran fuera jugando con papá. Ella tiene un título de maestría de la Universidad Corba, es apasionada por ver a las personas liberar sus pensamientos concernientes a las verdades de Dios y es la fundadora y editora de Voces Ancladas. Ponte en contacto con ella en Facebook o Twitter.