“Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandecerá la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo” (2 Corintios 4:6).

 

Padre,

 

Al levantar de su cuna a mi hijos de dos años esta mañana y escucharlo decir con su voz de bebé cosas sobre el pequeño arbolito de navidad en su cuarto, me di cuenta que tu hijo no solo vino a la tierra como bebé, sino que también creció como niño. El verbo que se hizo carne, también tuvo que aprender a hablar. ¡Qué increíble! ¡Qué humilde! Que seas tan similar a nosotros y sin embargo tan perfecto, Jesús.    

 

Conforme nos acercamos al día de navidad, mi oración es que mis hijos no se olviden que la navidad es Jesús, y sé que esto empieza conmigo. Ayúdame a no enfocarme en los regalos o las decoraciones de una navidad llena de luces, sino más bien a reflejar la luz de Jesús en esta navidad. ¿Me ayudas?

 

¿Contestarías mi oración de que mis hijos no pierdan el enfoque en medio de todas las celebraciones, galletas, programas de adviento esta temporada, pero que más bien se enfoquen en ti?

       

“Probad y ved que el SEÑOR es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia!” (Salmo 34:8).

 

Que aun los regalos esta temporada les hagan ver el mejor de los regalos, tu hijo Jesús.  

 

Que podamos celebrar como gente que tiene la razón más grande para celebrar porque las buenas nuevas de gran gozo que un salvador ha llegado es la mejor de las razones para celebra y que nunca olvidemos por qué celebramos.

 

Sé que todo esto va a requerir de un milagro en el corazón de mis hijos, así como lo fue en el mío, pero al igual que el ángel Gabriel, yo también confieso que: “Para Dios no hay nada imposible” (Lucas 1:3). Sé que anhelas que mis hijos vean y crean en Jesús mucho más de lo que yo lo pueda hacer, puesto que tú eres celoso de tu Gloria. Que así sea, tal y como la estrella brilló para los hombres sabios, brilla en el corazón de mis hijos para que ellos puedan ver la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo (2 Corintios 4:6) esta navidad. Así como los ángeles guiaron a los pastores hacia la gloria que se derramó en aquel pesebre, ayuda que mi esposa y yo podamos guiar a nuestros hijos de la misma manera hacia el Rey Gloriosos del cielo que vino a nacer humildemente.

 

Te adoramos, Jesús. Que esta navidad sea todo sobre nuestra adoración a ti.

 

Oramos en tu nombre, Amén.