Una oración para ayudarte a aceptar tus sentimientos

Escrito por Gwen Smith

“Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo: Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo” Eclesiastés 3:1,4

Dios nos conectó con emociones y estoy aprendiendo a permitir que me acompañen en el camino de la vida en lugar de fingir que no existen o que realmente importan.

Su Palabra proporciona el rebote de perspectiva que necesito. Me levanta. Toma mi mano y me insta a seguir. Me lleva a su presencia. Me da permiso para sentirme, para estar triste. Su gracia me da la fuerza que necesito para manejar las emociones difíciles. Su compasión cubre tranquilamente mis dolores mientras me acerco a Él en oración.

La Biblia nos dice que demos gracias por todo. Y que Dios tiene tesoros escondidos en lugares oscuros que se pueden encontrar cuando los buscamos. Considero esto y elijo agradecer a Dios en medio de mi dolor. Hay un poder en la alabanza que no niega el dolor, pero lo calma y suaviza.

Mientras elevo mi corazón cansado al Suyo, soy sostenido por un Consolador amoroso que atrapa las lágrimas y voluntariamente comparte la tristeza. Y la oración de mi corazón se convierte en…

Señor, gracias por permitirme conocer y amar a mi padre durante 45 años. Gracias por el amor que compartimos como familia. Gracias por la esperanza que tengo en Cristo de que él está en Tu presencia incluso ahora. Y gracias por mi hijo Preston. Gracias por permitirme ser su mamá. Gracias por la habilidad que le has dado para pensar, razonar y soñar. Gracias por el increíble plan que tienes para su vida. Ayúdalo a caminar por el camino que tú le estás pavimentando. Gracias por mi preciosa mejor amiga. Gracias por la profundidad y la alegría que aporta a mi vida. Gracias por brindarle un trabajo a su esposo y por la oportunidad que tendrá de hacer nuevos amigos y bendecir una nueva comunidad con el brillo que Tú le generaste. Das y quitas. Bendigo tu gran nombre, confío en tu corazón y te alabo hoy. En el nombre de Jesús, amén.

También puedes orar de la siguiente manera:

Querido Señor, eres compasivo y amoroso. Conoces los detalles de mi vida y las cargas de mi corazón. Te los traigo ahora y te doy gracias. (Complete los siguientes espacios en blanco con respuestas personales relacionadas con sus mayores luchas). Gracias por _________________ y por ___________________ y por _________________. Elijo confiar en ti en lo bueno y en lo malo. Ayúdame a confiar en ti y no en mí. En el nombre de Jesús, ¡amén!

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Nota del Editor: Contenido tomado del Devocional Amigas en Dios “Permiso para Sentir tus Sentimientos”, escrito por Gwen Smith. Puedes leer el artículo completo aquí. Todos los derechos reservados.