Una oración para renovar tu mente

Escrito por Remi Roy

“Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto”. - Romanos 12:2

¿Qué cambia cuando entregamos nuestro corazón a Jesús? Ciertamente, no nuestra apariencia exterior, nuestros ingresos o la gente de nuestras familias o en el trabajo. Por fuera, nos vemos iguales. Entonces, ¿qué cambia?

Cuanto más cedemos a la carne, más nuestras vidas permanecen igual. Cuanto más nos rendimos al Espíritu, más empezamos a parecernos a Cristo. Es importante notar que no podemos y no cambiamos nuestros caminos antes de venir a Cristo. Por mucho que lo intentemos, no tenemos el poder para hacer eso y si Dios requiere que nadie sea salvo.

Pablo, sin embargo, nos instruye a renovar nuestras mentes.

“Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.” Romanos 12: 2

Pablo sabía que se necesita un deseo sincero de querer obedecer a Dios para resistir la tentación del mundo, de ahí su advertencia de no copiar los caminos del mundo. Las mismas tentaciones que experimentamos en el pasado vendrán a nuestro camino como nuevas creaciones en Jesucristo. Enfrentaremos las mismas dificultades, lidiaremos con las mismas emociones y circunstancias. Lo que marca la diferencia es nuestro sincero deseo de agradar a Dios. Nuestro deseo, alimentado por la gracia y el amor de Dios, hace posible un cambio real.

Filipenses 2:13 dice: “porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito.”

Pero, ¿cómo llevamos a cabo la instrucción de Pablo de renovar nuestras mentes en el sentido práctico?

Todo está en la Palabra. La Palabra de Dios nos da poder y nos capacita para llegar hasta el final en nuestra búsqueda de Él.

Nuestro trabajo es estudiar y aplicar la Palabra. Es nuestra arma contra todo lo que viene contra nosotros; ya sea enfermedad, miedo o malos pensamientos. La Palabra de Dios es el estándar por el cual medimos nuestras vidas y nos ajustamos a Su voluntad.

Señor, ayúdanos a estudiar y aplicar tu Palabra a nuestras vidas todos los días. Ayúdanos a hacer de esto una disciplina de la mente y el corazón, empoderada por Tu Espíritu, transformándonos cada día más y más a tu semejanza. Ayúdanos a ser conscientes de cuándo estamos cayendo en la tentación y volvernos rápidamente hacia ti. Gracias por tu tierna misericordia y amor, siempre guiándonos hacia adelante. En el nombre de Jesús oro, ¡Amén!

-----------------------------------------------------------------------------------------------

Nota del editor: Partes de este devocional fueron tomadas de 6 maneras en que la Palabra de Dios nos renueva por Remi Roy. Puedes leer ese artículo completo aquí. Todos los derechos reservados.