Una oración por orientación cuando la vida es desafiante

Escrito por Charles Stanley

“El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor?” -Salmos 27: 1

Nehemías era un hombre que vivía de rodillas. Siempre que necesitaba orientación, fortaleza, provisión o protección, su primera respuesta era la oración. Debido a la humilde dependencia de Nehemías, Dios pudo usarlo en gran medida para lograr Sus propósitos.

Este principio sigue siendo válido para los creyentes de hoy. Dios puede usarnos de la manera más asombrosa si lo buscamos y estamos disponibles. Él tiene un llamado para cada uno de nosotros y no quiere que desperdiciemos las oportunidades que brinda.

Para seguir el ejemplo de oración dependiente de Nehemías, primero debemos reconocer a Dios como el Gobernante soberano del universo (v. 5). Aunque Él es nuestro Padre amoroso y nuestro Amigo leal, nunca debemos olvidar que Él también es nuestro Creador elevado y exaltado, cuya santidad está más allá de nuestra comprensión. Nunca pienses en el Señor como "el hombre de arriba" ni vengas a Su presencia de una manera frívola.

Debido a que Nehemías respetaba la asombrosa santidad de Dios, se acercó a Él con una confesión, admitiendo no solo su pecado, sino también el de su padre y el de Israel (vv. 6-7). No podemos esconder, negar o apreciar el pecado y esperar que el Señor escuche y responda nuestras oraciones. La pureza de corazón y el poder de Dios están vinculados. Necesitamos la sensibilidad para reconocer instantáneamente cuando nos hemos descarriado y la voluntad de lidiar con el pecado de inmediato.

La razón por la que Nehemías se mantuvo tan alto y fuerte no se debió a sus habilidades naturales, sino a que desarrolló una relación de dependencia del Señor a través de la oración. Lo mismo puede ser cierto para ti. No se apresure a comenzar su día sin tomarse el tiempo para entrar al salón del trono de Dios y buscar Su guía.

Ora conmigo:

“Señor, estoy aquí hoy con las manos y el corazón abiertos, listo para depender de ti para que me ayudes durante el día y todo lo que me traiga. Ayúdame a ser como Nehemías, ayúdame a acudir a ti en busca de guía, fortaleza, provisión y protección. Mientras enfrento decisiones y situaciones difíciles, ayúdame a recordar mi amado, ayúdame a recordar que soy Tu hijo y Tu representante en el mundo que me rodea. Ayúdame a vivir hoy de una manera que honre Tu santo nombre. En el nombre de Jesús. Amén.

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Nota del editor: La siguiente es una versión abreviada de Permanecer Fuerte y en Alto a través de la Oración por Charles Stanley, para leer el devocional completo, sigue este enlace.