Tema de la Semana: Honestidad

La honestidad es más que las palabras que decimos, es una postura del corazón. No fuimos hechos para tratar de ser algo que no somos. Dios nunca nos pide que mantengamos las apariencias. Él anhela que tengamos el coraje de ser vulnerables, que estemos tan fundados en su amor incondicional que vivamos honestamente. Que esta semana puedas experimentar nuevos niveles de paz y alegría a medida que descubrimos lo que hay en el corazón de Dios con respecto a la honestidad.

Fachada

 Pasaje Bíblico: 

“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre”. Mateo 23:17

Devocional: 

El mejor testimonio que podrías dar a los demás es tener la audacia de vivir honestamente. Se necesita coraje para ser uno mismo. Se necesita seguridad en el amor incondicional de tu Padre celestial para reconocer no solo tus fortalezas y éxitos, sino también tus debilidades y fracasos. Pero al hacerlo, tu vida proclamará la obra poderosa y hermosa de Dios. Y al hacerlo también experimentarás la paz y la alegría que solo puede producir la libertad de no tener que construir una fachada.

Una fachada es "una apariencia exterior que se mantiene para ocultar una realidad menos placentera o  indigna". Muy a menudo nos dedicamos a crear una imagen falsa para encubrir lo que sabemos que es imperfecto. Incluso dedicamos tanta energía a construir una fachada que intentamos engañarnos a nosotros mismos. Nos jactamos de nuestro orgullo y nos fijamos solo en lo que hemos hecho bien, a la vez ignoramos los aspectos en los que necesitamos ayuda. Como resultado, pasamos todo nuestro tiempo viviendo una vida separada de la realidad. Y vivir separado de la realidad es vivir separado de la gracia y el amor de nuestro real y siempre presente Padre.

En Mateo 23:27, Jesús reprende apasionadamente a quienes intentan construir fachadas: “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre”. Dios solo se preocupa por el corazón. No le preocupa la percepción ni el status o la aceptación social. Le importa lo que es real. Él sabe que cualquier energía gastada en dedicar a construir una fachada es energía que no se puede canalizar en recibir ayuda, sanidad y gracia para lo que es real e importante. Él sabe que todos tus esfuerzos por ser aceptado no tienen valor porque las opiniones de los demás no son nada en comparación con su amor incondicional por ti. Y él sabe que en última instancia, todas las fachadas serán derribadas y seremos vistos y conocidos por él de la forma en la que realmente somos.

Dios anhela que vivas siendo plenamente conocido y plenamente amado. Anhela que vivas una revelación de su amor y gracia en lugar de luchar por el afecto y la aceptación construyendo fachadas. Tómate hoy el tiempo para experimentar su amor y su gracia. Evalúa tu corazón y derriba tus paredes. Que la libertad brote en tu vida hoy mientras proclamas la gloria de la gracia de Dios siendo lo que realmente eres.

Guía de Oración: 

1. Reflexiona sobre la importancia de vivir en la realidad. Permite que las palabras de Jesús aviven tu deseo de derribar cualquier fachada que hayas construido.

“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre”. Mateo 23:17

2. ¿Dónde te estás esforzando en construir fachadas para lograr la aceptación o el afecto de otros? ¿Dónde te estás representando a ti mismo como algo que no eres? ¿Por qué lo haces?

3. Pídele al Espíritu Santo el valor para ser tú mismo hoy. Cuéntales hoy a otros acerca de tus debilidades. No tengas miedo de ser tú mismo con todas tus fortalezas, éxitos, debilidades y fracasos.

Que la gracia y el amor de Dios te fortalezcan hoy mientras vives honestamente. Que dejes de dedicar tu energía a las apariencias y te entregues a lo real. Y que al hacerlo puedas encontrar la aceptación incondicional y el afecto de su Padre amoroso.

Lectura Complementaria: Mateo 23

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