Tema de la Semana: Los Siete Anhelos del Corazón Humano

Todos nosotros tenemos anhelos insaciables que solo pueden ser satisfechos en comunión con nuestro Padre celestial. El anhelo de ser aceptado, de ser fascinado, de contemplar la belleza y de ser alguien extraordinario son fuerzas impulsoras dentro de cada uno de nosotros. El deseo de experimentar la intimidad sin vergüenza, de ser incondicionales y de hacer un impacto profundo y duradero, resuena dentro de cada uno de nosotros en la base de lo que somos. Dios creó estos deseos sabiendo que solo pueden estar plenamente satisfechos en él, y que serían las vías que nos llevarían hacia una relación más profunda con él. Al revisar cada uno de estos anhelos individualmente, oro para que tu corazón encuentre su realización en la cercanía amorosa de tu Padre celestial.

Los títulos y el concepto principales de esta semana fueron tomados de “Los siete anhelos del corazón humano” (The Seven Longings of the Human Heart), por Mike Bickle y Deborah Hiebert.

El anhelo de belleza

Pasaje Bíblico: “Porque el Señor se complace en su pueblo; a los humildes concede el honor de la victoria”. Salmo 149:4

Devocional:

La belleza es cautivadora en todas sus formas. Desde puestas de sol hasta cimas de montañas, pétalos de flores y noches estrelladas, dedicamos innumerables horas, años e incluso vidas a maravillarnos y buscar la belleza. Escribimos canciones y poesía en devoción a lo que nos inspira con su belleza. Gastamos nuestra sangre, sudor y lágrimas en un intento por descubrir si tenemos alguna belleza dentro de nosotros mismos. Estamos marcados por la necesidad de belleza, un anhelo insaciable que solo puede satisfacerse en el Creador de la belleza.

Durante mucho tiempo intenté librarme del anhelo de la belleza. Intenté simplemente no desearlo. Asemejé este anhelo dentro mío a una búsqueda de vanidad que parecía terminar en destrucción. Solo cuando mi añoranza por la belleza comenzó a encontrar su satisfacción en Dios descubrí el propósito original de Dios detrás de ella.

El anhelo de belleza es un regalo increíble que nos ha dado nuestro Padre celestial. Cada vez que miramos algo bello, podemos vislumbrar el hermoso corazón de Dios. Nuestro Dios es un creador perfecto que hace cosas hermosas. Todo lo que es y hace es hermoso a su manera. Entonces, cuando sientes un anhelo de ser bello o de ver la belleza, realmente sientes un anhelo por el Todopoderoso, Dios Trino. Fuiste creado con una necesidad insaciable de mirar a tu Creador en todo su poder y gloria, para admirar su belleza indescriptible por toda la eternidad. Y tienes ganas de escuchar la voz de ese ser celestial que te llama hermoso sin importar cómo te veas a los ojos del mundo o lo que has hecho.

El Salmo 27: 4 dice: “Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo”. Que podamos perseguir la belleza de Dios y vivir en la gloriosa libertad de la comunión sin límites con él. Que nuestras preguntas acerca de si somos bellos encuentren la plenitud total en la perspectiva perfecta de aquel que brilla en perfecta belleza. Y que podamos encontrar satisfacción en todo lo que es bello al reconocer la belleza que existe a causa de nuestro hermoso Dios, ilimitado y perfecto en todo lo que hace.

Tómate un tiempo con la guía de oración para mirar a tu Creador. Mira la belleza de la Trinidad. Deja que te cuente cómo te ve. Escucha mientras habla en lo más profundo de tu corazón y satisface lugares que el mundo nunca podría alcanzar. Anhela que sepas lo hermoso que eres para él. Anhela que te maravilles de las maravillas de su amor perfecto, verdadero e incondicional. Que tu tiempo esté marcado por una clara revelación del Espíritu Santo de cómo es el corazón de Dios.

Guía de Oración: 

1. Tómate un tiempo para meditar sobre lo que dice la Biblia acerca de la belleza de Dios. 

“El esplendor y la majestad son sus heraldos; hay poder y belleza en su santuario”. Salmo 96:6

“Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo”. Salmo 27:4

Por encima de esa bóveda había algo semejante a un trono de zafiro, y sobre lo que parecía un trono había una figura de aspecto humano. De lo que parecía ser su cintura para arriba, vi algo que brillaba como el metal bruñido, rodeado de fuego. De su cintura para abajo, vi algo semejante al fuego, y un resplandor a su alrededor. El resplandor era semejante al del arco iris cuando aparece en las nubes en un día de lluvia. Tal era el aspecto de la gloria del Señor. Ante esa visión, caí rostro en tierra y oí que una voz me hablaba”Ezequiel 1:26-28

2. Pídele al Espíritu que te revele cómo te ve Dios. Pídele que te revele tu belleza.

“En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte”. Colosenses 1:21-22

“Yo soy de mi amado, y él me busca con pasión”. Cantares 7:10

“Paloma mía, que te escondes en las grietas de las rocas, en las hendiduras de las montañas, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz; pues tu voz es placentera y hermoso tu semblante”. Cantares 2:14

3. Tómate un tiempo para descansar en la verdad de lo que hay en el corazón de Dios. Deja que sus pensamientos se hundan en tu corazón. Anota en un diario cómo Dios te ve y cómo te hace sentir.

Cuanto más contemples la belleza del Señor y conozcas su perspectiva, más experimentarás una libertad y una alegría inquebrantables. Eres hermoso a sus ojos. Nada puede cambiar el hecho de que eres completamente amado por un Dios perfecto. Descansa en la paz y la alegría de esa verdad hoy. Que su amor afirme una base sólida para que vivas seguro e inquebrantable como resultado de que tu anhelo de belleza está totalmente satisfecho.

Lectura Complementaria: Salmo 149

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