Tema de la Semana: Las Promesas de Dios

Solo hay una constante en este mundo siempre cambiante y es el carácter de nuestro Padre celestial. La misma tierra está sufriendo cambios constantemente. Lo que ahora parece lo más inamovible, algún día, será eliminado. Pero Dios es inmutable. Dios es inquebrantable. Es completamente fiel y está comprometido cumplir las promesas que te ha hecho. Al observar esta semana las promesas de Dios, que puedas afirmarte en su amor inmutable. Que el carácter de Dios se convierta en tu fuente y refugio, tu base constante e inquebrantable. 

Dios promete su compasión

Pasaje Bíblico: “‘Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz’, —dice el Señor, que de ti se compadece—”. Isaías 54:10

Devocional:    

La compasión es algo que rara vez se experimenta en un mundo lleno de indiferencia y crueldad. La mayoría de las personas no parecen poseer el nivel de altruismo que requiere la compasión. Nuestra sociedad deja claro que la aceptación que recibimos tiene todo que ver con nuestro éxito y poco que ver con la gracia y la compasión de los demás por nosotros. La forma en la que somos amados y respetados se basa en nuestros logros y habilidades más que en el amor y la compasión de quienes nos rodean. Pero nuestro Dios no es de este mundo.

En Isaías 54:10, Dios nos da su hermosa promesa de compasión: “‘Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz’, —dice el Señor, que de ti se compadece—”. Isaías 54:10. El amor de tu Padre celestial es firme e inamovible. Su compasión por ti es más segura que el mismo suelo sobre el que caminas. Y más aún, la compasión de tu Dios está unida con su gracia. El Salmo 103:8 dice: “El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor”. La compasión de Dios no es el resultado de lo que haces, sino el resultado directo de su amor ilimitado por ti.

El amor de Dios es fundamentalmente diferente al amor de los demás. En un mundo basado en el concepto de obras y recompensas, causa y efecto, Dios quiere construir tus cimientos sobre su compasión incondicional. Él anhela establecer su relación contigo usando los ladrillos de su amor y gracia. Fue la compasión de Dios por ti lo que lo llevó a enviar a Jesús a la muerte. Fue la compasión de Dios por ti lo que lo llevó a buscarte cuando el pecado había puesto un gran abismo entre ambos. Y es la compasión de Dios lo que lo impulsa incluso ahora a derramar su insondable amor y afecto sobre tu vida.

¿Qué aspecto de tu vida necesita experimentar la promesa de compasión de Dios? ¿En qué sientes que no estás a la altura? ¿En qué te sientes no amado? Isaías 30: 18-19 dice:

Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad; por eso se levanta para mostrarles compasión. Porque el Señor es un Dios de justicia. ¡Dichosos todos los que en él esperan! Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no llorarás más. ¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda! Tan pronto como te oiga, te responderá. 

Clama a tu Dios hoy. Puedes depositar tu confianza en su compasión. Su amor no te fallará. Una vez más, “¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda! Tan pronto como te oiga, te responderá”. Descansa en su promesa de compasión. Deja que su amor te fortalezca en todas las áreas donde el mundo te ha derribado. Que la base de tu vida se construya sobre la promesa de la gracia y la compasión ilimitadas de Dios.

Guía de Oración:

1. Medita en la promesa de compasión de Dios.

“‘Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz’, —dice el Señor, que de ti se compadece—”. Isaías 54:10

2. Ahora reflexiona sobre tu propia vida. ¿En qué necesitas experimentar la compasión de Dios? ¿En qué área te sientes no amado?

3. Pídele a Dios que derrame su amor en esas áreas de tu vida. Pídele a Dios que te revele su corazón de compasión. Elige verte a ti mismo como Dios lo hace.

“El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor”. Salmo 103:8 

Una de las cosas más importantes que puedes hacer para vivir la vida abundante que Dios quiere para ti es alinear tu perspectiva con la de Dios. El mundo siempre te dirá que no eres lo suficientemente bueno. Elegir verte a ti mismo como percibes a quienes te rodean, solo te preparará para la angustia. Puedes elegir verte a ti mismo con la misma gracia y compasión que Dios te mira hoy. Él te ve perfectamente, te ve con sinceridad y te ve con amor. Cuando sientas que necesitas la compasión de Dios, vuelve a la verdad de lo que dice su palabra. Sus promesas son seguras e infalibles. Vive hoy a la luz del amor de Dios y deja que la compasión llene tu corazón de gozo y constancia a través de cualquier circunstancia.

Lectura Complementaria: Salmo 145

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