4 Oraciones Por Sanidad - ¡Espera por tu milagro!

Dios, tu me conoces tan bien. Tu me creaste. Tu conoces el número de cabellos sobre mi cabeza e incluso conoces los pensamientos concebidos en mi corazón antes de que los pueda verbalizar. Nos has dicho que vengamos a ti pidiendo todo lo que necesitemos en la vida. Tú eres Jehová-Rapha, el Dios que sana y solo tu tienes la palabra final sobre mi destino, del número de años que podré servirte aquí en la tierra.  

Vengo a ti en este dia como tu hijo anhelando escucharte y pidiendo tu sanidad divina. Hay tantas cosas que no comprendo en la vida, pero si se que con un toque tuyo o con una palabra me puedes hacer nuevo. Por favor perdona mis pecados, límpiame de mi vanagloria, y comienza tu sanidad en mi de adentro hacia afuera.

No siempre sé cual es tu voluntad, Señor, especialmente en tiempos como este cuando desesperadamente busco tu rostro. No te ofrezco promesas, no quiero regatear, no quiero negociar nada por mi salud. Simplemente humillo mi corazón ante ti para decirte el deseo de mi corazón: que quiero pasar cuantos años sean posible amándote a ti y a los demás aquí en la tierra hasta que pueda ser más como tu. Cómo y cuándo, eso te lo dejo a ti mi Dios. Si decide escoger doctores para proveer sanidad, dales la sabiduría para saber lo que hacen. Sin importar cómo lo hagas, la sanidad que tú otorgas es siempre milagrosa y tu mereces mi adoración.

Creo absolutamente que tu tienes el poder para sanar. Tú Señor Jesús lo demostraste aquí en la tierra y hoy lo sigues haciendo. Aun cuando mi fe flaquea, dices que soy suficiente, y que valgo la pena, por lo que se que tu ya tienes mi vida y mi corazón en tus manos. Si te puedo dar más gloria a través de mi sanidad entonces eso es lo que deseo y lo que pido.

Pero si tu respuesta es no, o un todavía no, se que tu gracia es suficiente para mi. Al fin de cuentas, lo que deseo es que tu voluntad sea la mía. Espero con ansias pasar la eternidad junto a ti. Pero si a ti te ha placido darme más años aquí en la tierra, no solo te pido por sanidad física, sino por una completa renovación y fortalecimiento de mi corazón y alma. Todo lo que soy te pertenece. Ayudame a hacer de este tiempo una fortaleza en contra de los “que hubiera sido si” y transformarlos en una fe sin dudas ni titubeos. Decido honrarte y darte gloria. En el nombre de Cristo Jesús. Amén.

-Rebecca Barlow Jordan

Señor, tu palabra habla promesas de sanidad y restauración y te agradezco por los milagros que haces a diario. Hoy, pido que esas promesas sean realidad en la vida de mis amigos. Yo creo en el poder sanador de la fe y ruego que comienza tu poderoso trabajo en la vida de mis amigos. Por favor alcanzalos y rodealos de tu presencia de tu paz, y dales fuerzas y la fe necesaria para saber que todas las cosas son posibles en tu nombre. Protégelos de las mentiras y desilusiones del enemigo y permite que su sanidad milagrosa empiece en sus vidas. Amén.

Querido Dios, 
Confesamos nuestra necesidad de ti el día de hoy. Necesitamos tu sanidad y tu gracia. Necesitamos que nuestra esperanza sea restaurada. Tenemos que recordar constantemente que tu trabajas a favor de aquellos que te aman. Perdónanos por tratar de arreglar nuestras situaciones por nuestra propia cuenta. Perdónanos por correr en todas direcciones y buscar ayuda en todos los rincones cuando la sanidad y la ayuda verdadera se encuentran solamente en tí. Perdónanos por olvidar cuanto te necesitamos más que cualquier persona o cualquier cosa. Venimos a ti y te entregamos todo el dolor que sentimos, físico, emocional o espiritual. Solo tu conoces el dolor y solo tu lo puedes enmendar. Solo tu nos puedes liberar de todas nuestras cargas e inquietudes. Pedimos que tu gracia y tu sanidad cubra cada quebranto en nuestra vida, cada herida, cada duelo. Gracias por ser capaz de hacer mucho más de lo que nosotros podamos imaginar. Gracias por tu inmenso y maravilloso poder el cual usas a favor de tus hijos. Nos acercamos a tí confiados que tu has restaurado y redimido cada una de nuestras dolencias, cada batalla ha sido ganada gracias a tu gloria divina. Gracias por nunca malgastar ni ignorar nuestro sufrimiento. Te amamos. Te necesitamos hoy. En el nombre de Jesús. Amén.

-Debbie McDaniel

Señor Jesús, gracias por amar a mi familia y amigos. [Puedes decir en nombre de la o las personas específicas] Sé que puedes ver su dolor y enfermedad. Te pido que sanes esta enfermedad, que tengas compasión y traigas sanidad a sus vidas.

Tu palabra dice en el Salmos 107:19-20 que podemos clamar a ti, el padre eterno, quien nos rescata y libera del dolor y la muerte. He leído sobre milagros de sanidad en la Biblia y creo que puedes realizar esos mismos milagros el día de hoy. Estoy seguro de que no hay una sola enfermedad que tu no puedas sanar, después de todo, la Biblia misma dice que tú levantaste a la gente de la muerte por le que ruego por tu sanidad en esta situación.

Igualmente se que por mi experiencia vivida aquí en la tierra que no todos son sanados. Y sé que no soy nadie para cuestionar tus propósitos, si este es el caso, te ruego puedas ayudarme a mantener mi fe y mi corazón en tí. Ayúdame a comprender tus planes y ayúdame a esperar con ansias el cielo.

Dios, te agradezco que [menciona el nombre de la persona] te pertenece a ti y que tu estas en control de todo lo que sucede desde nuestro primer aliento hasta el último respirar.

Amén.

-Wendy van Eyck

Proverbios 4:20-22
Hijo mío, presta atención a mis palabras, inclina tu oído a mis razones que no se aparten de tus ojos, guárdalas en medio de tu corazón. Porque son vida para los que las hallan, y salud para todo su cuerpo.

Salmos 107:19-20
Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR y Él los salvó de sus aflicciones. El envió su palabra y los sanó y los libró de la muerte.

Jeremías 17:14
Sáname, oh SEÑOR, y seré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza.

Marcos 5:34
Y Jesús le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda sana de tu aflicción.

Santiago 5:16
Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.

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