La oración de fe es un acto de confesión de fe para convertirse en un cristiano (o creyente de Jesucristo) involucra una decisión de corazón y una oración a Dios. Esto no es una alianza política ni una perspectiva religiosa polarizada. Es una decisión de corazón simple, pero profunda. Si tu fe es real - si tu corazón se encuentra buscando a Cristo y creyendo en Él - la decisión es lo suficientemente sencilla para comprender. La religión no tiene nada que ver. Sin cuenta, penitencia, peregrinaje, dinero, servicio... es simplemente una oración de fe.

La religión y sus términos han complicado la fe en Dios. Los cristianos que se comportan de forma muy pobre, como ellos mismos en vez de ser transformados (Romanos 2:1-2), estropean el término "cristiano" y confunden a quienes no son cristianos acerca de las creencias y estilos de vida que la biblia prioriza. Con tradiciones confusas, distinciones en cuanto a denominaciones e historias horríficas, la religión como institución a menudo bloquea la decisión más profunda que cualquiera de nosotros podría tomar: ¿Debo convertirme en creyente o no? Y si debo hacerlo ¿cómo lo hago?

Debajo hay varias preguntas y respuestas comunes referentes a la salvación y fe en Jesucristo.

¿Cómo me convierto en cristiano?

No eres la única persona que lo pregunta. Cuando el encarcelador filipense le hizo a Pablo y a Silas esa pregunta (Hechos 16:30-31), Pablo contestó, "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo". Pablo explicó a los romanos, " que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación." (Romanos 10:9-10).

Convertirse en cristiano es un cambio de creencias y de corazón. Es un paso de fe, aceptando lo que la Biblia dice acerca de Dios y Jesús como verdadero y real. La fe es una transferencia de dependencia de mí mismo hacia Dios. Por lo tanto, la meta del "evangelio" (las buenas noticias acerca de Jesucristo en Marcos 16:15) es entrar a la fe y dependencia solo en Dios por su vida y la siguiente. "Ser salvo" es simplemente creer en Jesús y aceptarlo. Todo esto se confiesa por medio de la oración de fe.

¿Tengo una edad particular para ser salvo?

Varias religiones han establecido brechas para que los feligreses entiendan y se acerquen a la fe. Bautizos de niños, confirmaciones, bar mitzvahs, y otras ceremonias que se realizan en edades específicas y acuerdan la fe de un niño y su pertenencia a Dios. Incluso, en las escrituras vemos personas que creen en Dios en edades muy tempranos, en varias situaciones, sin ceremonias. Dios salva a aquellos que vienen hacia Él con fe, independientemente de su edad o acciones.

De acuerdo a la investigación de George Barna, el 90 por ciento de los creyentes se acercan a la fe antes de su cumpleaños número 18. Convertirse en un creyente de Jesús es una decisión que viene directo del corazón. El evangelio toma sentido para los niños porque tienen un enfoque puro hacia la vida que aún no ha sido empañado por el cinismo o egotismo. Incluso Jesús puso de ejemplo a un niño para mostrarles a los discípulos cuán simple y puro era el evangelio en Mateo 18:2-3 cuando dijo que la gente debía "Ser como niños para entrar en el reino de los cielos." Si pudieras bloquear todos los estereotipos, miedos y equipaje emocional que todos los adultos llevan, la decisión de la salvación sería mucho más sencilla de tomar.

No hay requerimientos de edad, pero el evangelio se recibe mejor durante la niñez y adolescencia. Los programas de las escuelas dominicales y evangelización de niños han tenido un alto éxito al alcanzar personas, particularmente niños, con el evangelio. Muchas versiones del Libro Sin Palabras, la Mano del Evangelio y el Camino Romano existen, todas explican la salvación de una forma sencilla que todos puedan entender.

¿Hay algún proceso para convertirse en creyentes? ¿Hay algunas técnicas necesarias? Basados en la conversación de Jesús con el ladrón colgado en la cruz a su lado, ningún requerimiento formal fue necesario (Lucas 23:42-43). El ladrón le pidió a Jesús que lo "recordara", y Jesús dijo que compartirían la eternidad en el cielo. Fue así de simple. Incluso, la conversación en los versículos anteriores muestra un punto de decisión: un ladrón ridiculiza la falta de poder de Jesús para salvarse a sí mismo, mientras que el ladrón arrepentido reconoce su culpa, la justicia de su castigo y el poder y deidad de Jesús. Un proceso había ocurrido en el corazón de uno de los ladrones y no en el otro.

¿Qué hago para ser salvado? Quizás es la misma oración que complica la decisión de tu fe. Si nunca has orado o si la tradición incorporada de tu religión memorizaba oraciones para la alabanza, puede que luches con lo que vas a decir sin un guión frente a ti. Como la Mano del Evangelio o el Camino Romano, un simple patrón llamado "los ABC de la salvación" podría ayudarte a organizar tus pensamientos sobre la acción de orar. "Salvación" es un término que describe el proceso de Dios salvando tu alma (Efesios 2:8-9). Esto se puede hacer en la oración de fe.

Aunque hay algunas variaciones entre las organizaciones sobre los ABC de la Salvación, acá hay un simple proceso de 3 pasos para aceptar a Jesús como Salvador.

A. Admitir que soy un pecador.

B. Creer que Jesús es el hijo de Dios, que murió por mí y que Su muerte puede salvar mi alma (Juan 3:16, Romanos 5:8-10)

C. Confesar que Él es mi Señor y Salvador (Romanos 10:9-13)

Otras explicaciones similares al ABC pueden ser encontradas en Misiones Jóvenes y Formas de Vida.

¿Son mis pecados muy malos como para que Dios me acepte?

El apóstol Pablo aclamo la salvación, incluso cuando él se llamó a sí mismo el peor de los pecadores (1 Timoteo 1:15). Juan explicó que Dios amó al mundo tanto que tuvo la voluntad de dar a Su hijo unigénito para morir en nuestro lugar (Juan 3:16). La belleza de la salvación y el perdón es que Dios nos separa de nuestros pecados "Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones." (Salmos 103:12). Hay solo un puente entre un Dios santo y un pueblo pecador: Jesús (1 Timoteo 2:5). Eso, es simple, amoroso y asombroso.

¿Te preguntas qué palabras decir? Por favor entiende que la oración es meramente una conversación entre Dios y tú. Expresa tú mismo y tus pensamientos y miedos a Dios de la forma que quieras. Te escuchará y te responderá porque Él te ama (Salmos 116:1). Acá hay un ejemplo simple para que sigas, pero puedes personalizar la oración de fe de la forma que quieras:

Querido Dios, entiendo que Jesús murió en la cruz por mis pecados, para que pudiera estar en una relación contigo e ir al cielo. Siento mucho haber vivido una vida sin ti como mi centro. Por favor perdóname por todos mis pecados. Quiero seguirte por el resto de mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.

La decisión de salvación es la oración más importante que dirás alguna vez. Definirá tu vida entera, nunca más serás el mismo. Tendrás propósito de por vida y una persona por la cual vivir. Experimentarás una nueva vida en esta tierra y una nueva vida por la eternidad. Esto es la oración de fe.

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Sue Schlesman es una escritora cristiana, profesora, bloguera, y portavoz. Sus blogs, ficciones y no-ficciones alcanzan una amplia audiencia. Tiene una licenciatura en escritura creativa y está terminando una maestría en teología y Cultura. Su libro Conversación del Alma: Orando para Cambiar en Lugares Inesperados sale en 2019. Puedes encontrarla filosofando acerca de la vida, educación, familia y Jesús en www.susanwalleyschlesman.com