Jacob y Esaú fueron dos hermanos gemelos hijos de Isaac y Rebeca. La Biblia nos dice que los dos bebés peleaban mucho dentro del vientre de su madre lo que presagiaba su complicada y turbulenta relación. Esaú nació primero por lo que fue el heredero de la familia por derecho de nacimiento, lo que incluía entre muchas otras cosas, se el heredero del pacto entre Dios y Abraham. Este derecho otorgaba la descendencia directa de la cual vendría el Mesías (Números 24: 19-19).

Esaú quien era un ágil cazador fue también el favorito de Isaac, mientras que Jacob era un hombre sencillo que moraba en las tiendas de su familia, además de ser el favorito de Rebeca (Génesis 25:27). La palabra hebrea que se usa para describir “sencillo” se traduce en las escrituras como “perfecto” o “derecho”, por lo que la palabra sencilla describe aquí el carácter de Jacob como un hombre de Dios. En el Salmo 135:4 vemos que Dios escogió a Jacob por encima de Esaú.

Un día Esaú regresó del campo con mucha hambre a punto de desmayar, así que le pidió a su hermano que le diera de comer (Génesis 25:29-30). Conociendo el carácter impulsivo de su hermano Jacob le respondió: “véndeme primero tu primogenitura” (Génesis 25:31). Al no tener ningún interés por las cosas espirituales, Esaú accedió diciendo e aquí, estoy a punto de morir; “¿de qué me sirve, pues, la primogenitura? Y Jacob dijo: Júramelo primero; y él se lo juró, y vendió su primogenitura a Jacob. Entonces Jacob dio a Esaú pan y guisado de lentejas; y él comió y bebió, se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura” (Génesis 25:32-34).
 

Lo mas probable es que Esaú no estaba al borde de la muerte aun si no comía en aquella hora, sin embargo menospreció su bendición por algo por algo totalmente momentáneo.

Cuando Isaac estaba en su lecho de muerte llamó a Esaú para darle su primogenitura a través de su bendición. Así que Jacob le pidió a Esaú salir a cazar y así preparar una cena especial para después de comer darle su bendición. Al escuchar lo que Isaac estaba por hacer con Esaú, Rebeca, ayudó a Jacob a vestirse con pieles para parecer como Esaú, ya que Isaac era ciego y solo reconocía a sus hijos tocandoles. Jacob entró vestido como Esaú a las tiendas de su padre cuando Esaú aun seguía fuera cazando el ganado e Isaac bendijo a Jacob pensando que era Esaú. Al regresar de la casa Esaú se enojó tanto que Rebeca le pidió a Jacob salir de su pueblo por temor de que fuera muerto por su hermano.  
 

El autor del libro de los Hebreos se refiere a Esaú como una persona profana y sin Dios (Hebreos 12:16). Aun antes de su nacimiento, Dios ya sabía que la descendencia de Esaú se convertirían en enemigos de la descendencia de Jacob el pueblo de Israel por muchas generaciones. Dios había predestinado que Jesús viniera del linaje de Jacob. ¡Te invitamos a leer mas a detalle toda la historia de Isaac, Jacob y Esaú!