A través de los siglos los seres humanos se han preguntado -¿Quién es Dios? - algunos por curiosidad, otros por temor y querer apaciguarlo, y otros por querer conocerlo y adorar al Dios verdadero. Es una pregunta importante y relevante a nuestra vida presente, especialmente si nos llamamos cristianos. No se puede agradar ni tener una relación cercana con alguien a quien no conocemos. Por lo tanto, el primer paso es saber quién realmente es Dios y cuáles son sus atributos o características principales, y no sólo lo que sentimos o hemos escuchado acerca de Él.

La mejor manera de conocer al Dios verdadero es ver lo que Él dice de sí mismo en su carta de amor para nosotros: La Biblia. Podemos ver los atributos de Dios en la Biblia, donde Él se da a conocer claramente. Dios desea que sepamos sin duda alguna quién es, qué le agrada y cómo acercarnos a Él.

1. Omnipresente: Dios siempre está presente en todo lugar.

Una de las principales características de Dios, es que siempre está presente en todo lugar al mismo tiempo. Él llena el cielo y la tierra y nadie puede esconderse en algún lugar secreto donde Dios no lo vea (Jeremías 23:24). A veces tratamos de mantener partes de nuestra vida ocultas, pero en realidad, Dios está en todo lugar y ve todo sobre la tierra, tanto a los buenos como a los malos (Proverbios 15:3). Aún el mismo Rey David habla de intentar huir del Espíritu de Dios al cielo o al las profundidades del mar, pero reconoce que aun allí la mano de Dios lo guiará (Salmos 139:7-10).

Dios no sólo está presente para escudriñar, sino también para fortalecer. Él promete que siempre estará con nosotros y que su mano nos sostendrá, por lo que no debemos temer. - “No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10).

2. Omnisciente: Dios conoce y sabe todas las cosas.

Otro atributo de Dios es que sabe lo que pasa sobre la tierra y en todo el universo, pues Él lo creó todo y lo sostiene por su palabra (Juan 1:3, Hebreos 1:3). Él conoce el corazón del hombre y de la mujer a profundidad y sabe todos nuestros pensamientos antes de que los hablemos (Salmos 139:4, Lucas 5:22). Conoce los secretos más profundos del corazón (Salmos 44:21, 94:11, Hechos 15:8). También conoce el futuro. Él declara lo que va a pasar desde el principio y hace suceder todo lo que Él ha planeado sin que falte nada. (Isaías 46:10)

No hay que temer el futuro pues Dios ya está allí, y para Él mil años son como un día. - “Yo soy el Alfa y la Omega dice el Señor Dios, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (2 Pedro 3:8 y Apocalipsis 1:8).

3. Omnipotente: Dios es todo poderoso.

Él está en todo lugar, conoce todo y es poderoso para hacer todo lo que Él desea. Esta característica de Dios significa que nada es imposible para Él y ni siquiera hay algo que le sea difícil (Mateo 19:26). La evidencia se encuentra a todo nuestro alrededor. Él está en control de la naturaleza: de todos los animales, los océanos, montañas, terremotos, tormentas de nieve, torbellinos, tempestades, el sol, la luna y las estrellas (Job 38:4-41). Tiene poder sobre toda enfermedad como lo vemos a lo largo de la Biblia cuando da o quita enfermedades (Miriam). Y no sólo tiene poder sobre los ángeles que Él ha hecho ministros suyos (Hebreos 1:7), sino que también tiene poder sobre todo demonio, sobre el diablo y sobre la muerte misma.

- “¿DONDE ESTA, OH MUERTE, TU VICTORIA? ¿DONDE, OH SEPULCRO, TU AGUIJON? El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” - (1 Corintios 15:55-57).

La pregunta que queda es - ¿Cómo hemos de responder ante un Dios tan sublime?- Empezar a conocer a este gran y único Dios puede ser abrumante, ya que la mente humana está sumamente limitada para entender sus atributos y todo lo eterno.

A veces, quisiéramos servir a un dios pequeño a quien pudiéramos entender perfectamente y hasta controlar. Sin embargo, la grandeza de Dios debe llevarnos, por un lado, a un lugar de adoración, asombro y obediencia; y por otro lado, a estar llenos de gratitud y profunda paz. Él nos creó para tener una relación con nosotros, para ayudarnos y sostenernos. Él tiene pensamientos de bien hacia nosotros y planes para darnos un futuro hermoso (Jeremías 11:29, Romanos 8:28). La prueba más grande de su amor y cuidado es que Él dio la vida de su Hijo, Jesucristo para tener una relación con nosotros (Romanos 5:8). El gran Dios del universo que conoce todo, está en todo lugar y es todopoderoso, nos ama y desea una relación íntima con nosotros ahora y por toda la eternidad.